Los empresarios mallorquines Ktiri y Erhart se suman a Laminar Pharma en la etapa final de su terapia oncológica

Busca, además, captar 15 millones antes de lanzar un fármaco que puede ser un superventas

Desde la izquierda, Pablo Escribá, Othman Ktiri y Yannik Erhart, accionistas de Laminar Pharma.

El laboratorio mallorquín Laminar Pharma avanza en su innovadora terapia frente a un letal tumor cerebral, siendo una de las pocas compañías españolas con este tipo de avances en medicamentos oncológicos. La biotecnológica entra en la última etapa de investigación con la intención de lanzar al mercado el producto en 2024, que puede convertirse en un superventas. Para obtener los recursos necesarios para los estudios clínicos acaba de sumar al capital a los empresarios mallorquines Othman Ktiri, fundador de OK Mobility, y a Yannik Erhart, CEO de la empresa hotelera Universal Beach Hotels, confirman desde la firma farmacéutica.

Estos dos empresarios se suman a la familia Matutes, también mallorquina y vinculada al sector hotelero, que participa en el capital de Laminar Pharma a través de Residencial Es Vive. El principal accionista, con cerca de un 40% de control accionarial, sigue siendo el fundador de la empresa, Pablo V. Escribá, catedrático de Biología Celular en la Universidad de las Islas Baleares.

Laminar ha captado algo más de 3,1 millones de euros en esta última ronda de financiación, que se suma a los seis millones de euros de ampliación de capital en 2022. Desde su fundación, en 2006, la compañía ha obtenido alrededor de 25 millones de 1.800 accionistas, al haber utilizado en el pasado la fórmula de crowdfunding para armar financieramente a la compañía.

El laboratorio, además, ha abierto una nueva ronda de financiación por 15 millones, con el objetivo de alcanzar los recursos suficientes para terminar el estudio clínico de esta terapia llamada de forma provisional LAM561, que es su primer tratamiento. En paralelo, la compañía avanza en negociaciones con grandes multinacionales farmacéuticas para licenciar (ceder los derechos) de este medicamento, desvela David Roberto, director financiero de Laminar Pharma.

Ktiri entra en el capital a través de su empresa de capital riesgo OK Venture, gracias a la mediación del equipo de corporate advisory de Singular Bank. Este empresario francomarroquí ha hecho su fortuna a través de la compraventa de vehículos seminuevos y de alquiler a través de OK Mobility. Suma esta nueva aventura empresarial a la socimi (inmobiliaria cotizada) que lanzará en la Bolsa parisina de Euronext Access, tal como avanzó Cinco Días a finales de febrero.

El otro nuevo inversor es la empresa hotelera Universal Beach Hotels, de la familia de origen suizo Erhart, que desde 1963 ha abierto 17 hoteles en Baleares.

Hay que tener en cuenta que la inversión en este tipo de empresas biofarmacéuticas –con un solo producto en investigación avanzada y sin comercialización de otros medicamentos– es altamente arriesgada, pues si falla en los estudios clínicos –con pacientes– todo el valor se desmorona. Aún más aventurado es en una farmacéutica que no cotiza, por la falta de liquidez de las acciones.

Por contra, si el tratamiento LAM561 tiene éxito puede convertirse en un superventas, debido a la falta de opciones terapéuticas para los enfermos de glioblastoma, el tumor cerebral más frecuente y que afecta a alrededor de 25.000 nuevos casos cada año en Europa. La mediana de superviviencia es de 14,5 meses, según los datos de la compañía.

Se trata de un medicamento que la compañía espera que sea un blockbuster (o superventas en la jerga del sector), debido a que tiene una estimación de ventas máximas al año de 1.000 millones de dólares. El medicamento más utilizado actualmente en esa patología es la temozolomida –de Merck Sharp & Dohme (MSD) y que ya cuenta con genéricos de otras compañías–, aunque tiene escasa eficacia.

Negocia un acuerdo con las ‘big pharma’

Laminar estudia su terapia LAM561 en pacientes en hospitales de España, Reino Unido e Italia y próximamente de Alemania. Su próximo paso es concluir la fase III (la última etapa antes de buscar la autorización), en la que deben demostrar la eficacia de la terapia. La empresa busca una primera aprobación condicional (ante alta mortalidad del glioblastoma) en 2024.

A la vez, la compañía negocia con las grandes farmacéuticas  licenciar a alguna multinacional el producto en áreas como Latinoamérica, EE UU o Asia, o incluso para sumar a un socio al accionariado. “Nos hemos reunido con decenas de farmacéuticas en los últimos meses”, afirma David Roberto, director financiero. Aunque la empresa se reserva la comercialización del producto en Europa. En este tipo de casos de empresas biofarmacéuticas, cuanto más pueda avanzar con sus propios recursos en la I+D, más rentabilidad puede obtener de un acuerdo con una 'big pharma'.

Este medicamento es un derivado sintético del ácido oleico. La biofarma está especializada en el desarrollo de terapias frente a patologías que presentan alteraciones de la membrana lipídica, una fina lámina que recubre todas las células del cuerpo, lo que la compañía llama meliterapia.

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