Imaz y Brufau ganaron por sus cargos en Repsol 6,31 millones en 2022

El consejero delegado percibió un 3,5% más que en 2021 y el presidente un 1,3%

Antonio Brufau, presidente de Repsol, y Josu Jon Imaz, consejero delegado

El mayor beneficio de Repsol en más de una década ha dejado huella en los salarios de su alta plantilla. El consejero delegado, Josu Jon Imaz, ha percibido un sueldo de 4,13 millones de euros en 2022 por el ejercicio de sus funciones, lo que supone un incremento del 3,5% respecto al año previo, cuando ingresó 3,99 millones, según consta en el informe anual sobre remuneraciones publicado este jueves por la compañía. A su vez, el presidente no ejecutivo, Antonio Brufau, ganó 2,81 millones de euros, un 1,37% más que en 2021.

El documento confirma que en 2022, todos los altos cargos de la petrolera vieron engordar sus bolsillos en un año marcado por la fuerte escalada de los precios del crudo. En total, los 15 miembros del consejo de administración (uno ejecutivo, diez independientes y cuatro externos) se repartieron 11,67 millones, un 13,3% más que los 10,30 millones obtenidos en 2021. Por su parte, la remuneración total de la alta dirección de la compañía ascendió a 13,53 millones de euros, mientras que la retribución media de la plantilla fue de 63.000 euros. Esto supone un 10,53% más respecto a los 57.000 euros de retribución media del ejercicio previo.

En el caso del consejero delegado, del importe total de su retribución, la parte fija asciende a 1,2 millones de euros, la variable a corto plazo a 1,329 millones de euros y la variable a largo plazo a 970.000 euros. El resto, un poco más de 600.000 euros, es por la retribución en especie y por acciones percibidas en los programas de incentivo a largo plazo, así como por pertenencia al consejo (177.000 euros) y a las distintas comisiones del máximo órgano de gobierno (otros 177.000 euros). Además, Imaz acumula 253.000 euros en sistemas de ahorro a largo plazo, que incluyen aportaciones al plan de previsión de directivos y a planes de pensiones. En cuanto a Brufau, 2,5 millones los percibe por su pertenencia al consejo, mientras que 311.000 euros es por retribución en especie y por acciones percibidas en los programas de incentivo a largo plazo.

La compañía ha alcanzado cifras récord, con una ganancia neta de 4.251 millones de euros, un 70% más que en 2021, según lo remitido por la petrolera a la CNMV. Sin embargo, argumentan que estos boyantes resultados no les han permitido borrar las pérdidas de 2019, cuando sus activos fósiles perdieron valor, y 2020, el año de la pandemia. En cualquier caso, sí les ha permitido bajar su deuda a más de la mitad e incrementar la remuneración en efectivo para sus accionistas un 11%.

El programa de incentivo a largo 2023-2026 contempla que la retribución de Imaz alcance un valor máximo en metálico de 720.000 euros y un número máximo de acciones de 48.722, además del 120% de su retribución fija, que en el último año fue de 1,2 millones de euros. Según se lee en el informe, el Consejo de Administración tiene la facultad para modular, hasta un máximo del 20% al alza o a la baja, el resultado final de la retribución variable anual y a largo plazo del consejero delegado, “en atención a la calidad de resultados, el desempeño individual u otras cuestiones que requieran medición cualitativa”.

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