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En colaboración conLa Ley
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Los registradores entregan el Premio Gumersindo de Azcárate a la Real Academia Española

“Trabajamos por difundir con palabras claras y sencillas los principios que aplicamos”, ha señalado la decana del Colegio de Registradores, María Emilia Adán

En la foto, de izquierda a derecha: Belén Merino, decana autonómica de los registradores de Madrid; Andrés Allamand, secretario general Iberoamericano; Santiago Muñoz Machado, director de la Real Academia Española y María Emilia Adán, decana de los Registradores de España.
En la foto, de izquierda a derecha: Belén Merino, decana autonómica de los registradores de Madrid; Andrés Allamand, secretario general Iberoamericano; Santiago Muñoz Machado, director de la Real Academia Española y María Emilia Adán, decana de los Registradores de España.

El Colegio de Registradores de España y el Decanato Autonómico de los Registradores de Madrid han entregado hoy a la Real Academia Española (RAE) el Premio Gumersindo de Azcárate por “velar desde su creación, hace 310 años, por que la lengua española, en su continua adaptación a las necesidades de los hablantes, no quiebre su esencial unidad”.

El galardón de los registradores se ha convertido en todo un clásico que lleva, con esta, trece ediciones. Se instauró para premiar a personas o entidades que promueven el Estado social y democrático de derecho y el desarrollo institucional y con ellos la paz, la convivencia y el progreso económico y social. La entrega del premio ha tenido lugar hoy en un acto celebrado en el Casino de Madrid y ha contado con la asistencia de numerosas personalidades del mundo cultural, jurídico, social y político.

El director de la RAE, Santiago Muñoz Machado, ha recibido el premio Gumersindo de Azcárate en nombre de la institución de manos del secretario general Iberoamericano, Andrés Allamand que ha destacado los valores compartidos de la lengua y el derecho por la comunidad Iberoamericana, señalando el impulso del actual director de la Academia, “quien ha reactivado enormemente en los últimos años la relación con la Asociación de Academias de la Lengua Española, sobre todo con la elaboración de los diccionarios panhispánicos”.

Por su parte, Santiago Muñoz Machado ha agradecido el premio y ha señalado que “lo primero que es preciso para que las instituciones se comuniquen claramente con los ciudadanos es que no tengan duda sobre el significado de las palabras”. En su discurso ha hecho un guiño al jurista que da nombre al premio de los registradores, señalando que, como diría probablemente don Gumersindo, “el derecho de los ciudadanos a comprender es uno de los derechos naturales y legislables, que no está en la legislación pero que es la base de todos los demás derechos que tenemos reconocidos”.

En su discurso, la decana del Colegio de Registradores, María Emilia Adán, se ha referido a la RAE destacando el papel que ejerce “para salvaguardar la neutralidad del lenguaje, para evitar su uso espurio”. También ha insistido en que “la RAE acomete la tarea esencial de fijar su contenido” y su la labor “trasciende lo meramente lingüístico, buscando el consenso terminológico que trasciende a lo conceptual”.

María Emilia Adán ha manifestado que los registradores “interpretamos el derecho a través del lenguaje, contrastando el lenguaje convencional y el jurídico en la búsqueda de la verdad oficial que publican los folios registrales. Sobre las diversas aportaciones de los registradores a la claridad del lenguaje, la decana ha destacado que “trabajamos, desde la Vocalía de Responsabilidad Social Corporativa, por difundir con palabras claras y sencillas los principios que aplicamos, mediante la elaboración de glosarios, y diversas actuaciones que persiguen la popularización de los conceptos jurídico-registrales”.

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