La mediación saca pecho en Valladolid como solución al atasco judicial
Más de 300 expertos se dieron cita en la ciudad vallisoletana para realzar el papel de los mediadores
Esconder el hacha de guerra, ser empáticos y mediar. Así es la receta de los mediadores para reducir los conflictos en el seno de las empresas. Pivotando sobre esta idea, cerca de 300 profesionales y más de 60 ponentes se dieron cita este jueves y viernes en la I Cumbre Mundial de Mediación, que tuvo lugar en Valladolid. Los mediadores defendieron esta forma de resolución de conflictos como la vía idónea para desatascar los juzgados y, además, como una herramienta para llevar a buen puerto conflictos que parecen no tener solución; en España, sin embargo, falta incentivar esta cultura de diálogo.
El encuentro contó con la presencia de la ministra de Justicia, Pilar Llop, quien destacó la importancia de pasar "de la cultura del conflicto" a "la cultura del acuerdo". Y para conseguirlo, apuntilló, es "imprescindible" aprobar las tres grandes leyes de eficiencia que sustentan su plan de proyecto Justicia 2030, si bien Llop no dio detalles de cómo avanza el trámite legislativo ni señaló fechas en el calendario. "Espero que estas leyes estén aprobadas muy pronto en el Parlamento", dijo.
Impulso
¿Por qué la mediación no cuaja en los círculos empresariales? Los ponentes señalaron varias razones. Álvaro Mendiola, socio de Cuatrecasas, apuntó a la la falta de difusión de casos de éxito, en especial en la prensa económica, como uno de los palos en la rueda. En la misma dirección, José María Alonso, presidente del Centro Internacional de Arbitraje de Madrid (CIAM), coincidió en que existe un problema de comunicación. Y añadió otro factor: "las retribuciones por la mediación para los abogados son escasas". Una circunstancia que no incentiva la aparición de cláusulas de mediación en los contratos mercantiles.
"En España, a diferencia de otros países donde la mediación ha tenido éxito, pleitear es fácil y barato", apostilló Paulino Fajardo, socio de Herbert Smith Freehills. Pero hay brotes verdes. Nicolás Uribe, presidente de World Chambers Federation, así lo destacó: “La mediación se consolida como vía para la consecución de objetivos en materia de sostenibilidad, impulsando la competitividad e innovación en entornos empresariales".
Refuerzo a la competitividad
El presidente de la Cámara de España y miembro del Consejo Fundador de la Cumbre, José Luis Bonet, puso el acento en que “contar con mecanismos que permiten resolver los conflictos entre las empresas de manera rápida y eficiente redunda en la mejora de la competitividad del tejido empresarial y opera a favor de su éxito económico”. Por su parte, Víctor Caramanzana, presidente de la Cámara de Valladolid, realizó un llamado para recuperar la confianza "a través de la escucha, la palabra, la empatía y el respeto" como una vía eficaz para evitar el pleito.
“En España somos muy críticos con la Justicia, pero apenas se celebran mediaciones, que representan la alternativa más eficiente a los juicios convencionales", expuso el ex ministro de Justicia, Rafael Catalá, actualmente presidente del Centro Español de Mediación. Esta realidad puede dar un vuelco con la Ley de Medidas de Eficiencia Procesal, aún en trámite parlamentario. En opinión de Catalá, de salir adelante, la futura norma reforzará la mediación como requisito previo a acudir a un juzgado y "servirá para implantar una verdadera cultura del diálogo”.
Un mecanismo para rebajar tensiones
La judicatura también tuvo su espacio. Carmen Guil, magistrada y presidenta del Grupo Europeo de Magistrados por la Mediación, dejó claro que "acudir al pleito muchas veces es un error", sin embargo la cultura latina "es proclive a ello". Luis Miguel Blanco, magistrado de la Sala de lo Contencioso del TSJ de Castilla y León, atestiguó cómo en muchas ocasiones las partes llegan al pleito "cansadas" y la mediación abre una vía para "la pacificación y rebajar tensiones".
"Muchos buscan en los tribunales soluciones a problemas emocionales, no jurídicos", señaló el magistrado de instancia Juan Francisco Mejías. En términos generales, reinó el consenso sobre la idea de que la presencia de mediadores es beneficiosa para el buen funcionamiento de las empresas (incluso entre particulares), pero queda camino para que esta cultura cuaje.
La hoja de ruta presagia una importancia creciente de la mediación a nivel internacional. Así lo destacó el comisario europeo de justicia, Didier Reynders y la secretaria general de la Comisión de las Naciones Unidas para el Derecho Mercantil Internacional, Anna Joubin-Bret, que recordaron que las instituciones internacionales apuntan hacia la creación de un sistema de mediación armónico, sostenido en convenios internacionales y reglamentos europeos. Prueba de que un cambio de paradigma está por llegar.