Por qué la Ley de Reducción de la Inflación de Estados Unidos tiene en pie de guerra a Europa
Representantes de Europa y EE UU se reúnen en el marco del Consejo de Comercio y Tecnología con las ayudas de Washington a las empresas verdes en el orden del día
Representantes de los países de la Unión Europea y de Estados Unidos han celebrado este lunes en un clima de distanciamiento una reunión del Consejo de Comercio y Tecnología (TTC, por sus siglas en inglés), un foro transatlántico de diálogo en el ámbito del comercio internacional. Los países europeos han aprovechado el encuentro con sus homólogos estadounidenses para expresar su preocupación ante el aumento del proteccionismo que implica el nuevo paquete de subvenciones a la energía verde que ha aprobado Estados Unidos en la llamada Ley para la Reducción de la Inflación (IRA por sus siglas en inglés). Este tema ha figurado en el orden del día de la reunión del TTC que se ha celebrado en el campus de la Universidad de Maryland, en College Park, según recoge Reuters.
Aunque los países de la UE valoran positivamente el compromiso del Gobierno de Joe Biden con la transición energética, también temen que la Ley de Reducción de la Inflación, que implica ayudas de 430.000 millones de dólares y que incluye numerosas exenciones fiscales, pueda perjudicar a las empresas europeas, desde fabricantes de automóviles hasta productores de tecnologías verde.
Entre los participantes de la reunión de este lunes han estado el secretario de Estado de EE UU, Antony Blinken, la secretaria de Comercio, Gina Raimondo, la representante comercial de EEUU, Katherine Tai, y los vicepresidentes ejecutivos de la Comisión Europea, Valdis Dombrovskis y Margrethe Vestager. "La Ley de Reducción de la Inflación será parte de las discusiones en el ámbito del comercio", dijo a Reuters un portavoz del Consejo Nacional de Seguridad de la Casa Blanca.
El ministro francés de Economía, Bruno Le Maire, ha señalado que él y el ministro alemán de Economía, Robert Habeck, han iniciado conversaciones con representantes estadounidenses sobre la exención de los productos ecológicos fabricados en la UE al paquete proteccionista de EE UU. Pero también dijo que la UE necesitaba su propio equivalente del IRA.
¿Por qué está enfadada Europa?
Europa acusa a Estados Unidos de violar normas de comercio internacional con su nuevo paquete de ayudas a la energía verde. A los 27 países de la UE les preocupa que sus empresas se vean privadas de créditos fiscales que podrían beneficiar a fabricantes de coches estadounidenses, como Tesla y Ford, ya que la nueva ley ofrece esas ayudas fiscales a condición de que los componentes verdes se fabriquen en Norteamérica.
Los países de la UE consideran que en torno a 200.000 millones de euros (207.000 millones de dólares) de las subvenciones que ha aprobado EE UU están vinculadas a disposiciones sobre contenidos producidos localmente que infringen las normas de la Organización Mundial del Comercio (OMC).
La Comisión Europea ha anunciado que adaptará sus normas sobre ayudas estatales para evitar el éxodo de inversiones provocado por el nuevo paquete de subsidios a la energía verde, dijo el domingo la jefa del Ejecutivo comunitario. “La competencia es buena (…) pero esta competencia debe respetar la igualdad de condiciones”, dijo la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.
Las exenciones fiscales aprobadas en EE UU no solo ponen a las empresas europeas en desventaja frente a sus rivales estadounidenses, sino que las propias normas de ayuda estatal de la UE, en su redacción actual, impiden que los países miembros ofrezcan exenciones fiscales similares a las empresas que quieran instalar fábricas en sus territorios.
¿Solo afecta a Europa?
La UE no es el único aliado de Washington que se opone al paquete de medidas de EE UU. Corea del Sur también teme que sus fabricantes de automóviles no puedan acogerse a las exenciones fiscales estadounidenses.
¿Qué busca la UE?
Dado que la Unión Europea descarta que el Gobierno de Joe Biden dé marcha atrás en sus medidas de ayudas, sí se aspira a conseguir exenciones a empresas y productos europeos, como contempla para Canadá y México en el marco de esta ley.
Después de que el presidente francés Emmanuel Macron planteara sus preocupaciones la semana pasada durante una visita de Estado a Washington, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, abrió la puerta a hacer "retoques" al paquete. Francia se había dispuesta a lanzar un programa para contrarrestar los efectos negativos de la Ley si Europa no logra “exenciones” para algunas industrias estratégicas.
Los gobiernos de la UE quieren una solución rápida, posiblemente dibujar un acuerdo este mismo lunes. En un borrador de comunicado conjunto que se publicará al final de la reunión, y al que ha accedido Reuters, ambas partes señalarán: “Reconocemos las preocupaciones de la Unión Europea y subrayamos nuestro compromiso de abordarlas de forma constructiva”.
¿Hay riesgo de volver a las tensiones comerciales de la era Trump?
Ninguna de las partes quiere reavivar las tensiones comerciales que dañaron las relaciones transatlánticas durante la administración Trump, si bien la situación es delicada. El presidente de la Comisión de Comercio Internacional del Parlamento Europeo, Bernd Lange, dijo que un acuerdo negociado con EE UU solo produciría pequeños cambios, y que Europa debería presentar una queja ante la OMC. Es probable que una respuesta de este tipo por parte de Europa se enfrente a la resistencia tradicionalmente favorables al libre comercio, como los Países Bajos y Suecia.
¿Puede Europa preparar un paquete similar?
Francia ha liderado los llamamientos para que Europa responda con su propio apoyo estatal a las empresas europeas, por ejemplo mediante una "ley de compra de productos europeos" y subvenciones a gran escala.
Aunque no se ha pronunciado tanto sobre la posibilidad de un programa de subvenciones masivas, Alemania ha mostrado interés en apoyar a las empresas europeas, si bien su gobierno de coalición dista mucho de estar de acuerdo en cómo hacerlo.
Mientras tanto, algunos altos cargos alemanes señalan que 200.000 millones de euros en fondos de la UE para la recuperación tras la pandemia podrían reutilizarse para apoyar a la industria y contrarrestar los efe tos de la ley estadounidense.
Los gobiernos europeos también pueden aunar recursos para subvencionar proyectos transfronterizos que se consideren de interés general para la UE. Con varios grandes proyectos en cartera, el Ministro de Economía francés Bruno Le Maire y su homólogo alemán Robert Habeck pidieron a la Comisión a la Comisión que agilice y acelere el proceso de aprobación.