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Borrell: España tiene “muy buena” posición para ayudar a suministrar gas a UE

Aboga por tomar medida de ahorro y aumentar la oferta

Josep Borrell Fontelles, alto representante de la UE para Política Exterior y de Seguridad.
Josep Borrell Fontelles, alto representante de la UE para Política Exterior y de Seguridad.FRANCOIS WALSCHAERTS (AFP)

y considera que España está en "muy buena" posición para ayudar a suministrar esa energía de otros proveedores.

"No podemos de repente decir '¡anda, nos han cortado el gas!'. Hay que tomar medidas y esas medidas son de ahorro, pero hay medidas para aumentar la oferta y España está en una posición muy buena para ayudar a que Europa tenga más gas que no sea gas ruso", dijo Borrell en una

entrevista telefónica con Efe.

El también vicepresidente de la Comisión Europea respondió así al ser preguntado por la oposición de España y otros países del club comunitario a la propuesta de recortar el 15 % del consumo de gas hasta la próxima primavera, que presentó el miércoles la presidenta del Ejecutivo comunitario,

Ursula von der Leyen, y que debatirán los países en el Consejo extraordinario de Energía del próximo martes en Bruselas.

Borrell destacó que el 37 % de las capacidades de licuefacción de gas natural y el 40 % de almacenamiento de este gas en la UE están en España, que hace mucho empezó a importar desde Argelia frente a otros países que "confiaron única y exclusivamente en el ruso".

Esa capacidad que tiene España "hay que ponerla al servicio de toda Europa" para importar más gas natural licuificado con grandes metaneros y distribuir una parte por las escasas interconexiones existentes y otra con barcos más pequeños a otras instalaciones de Italia o Francia, apuntó.

España ofreció este viernes sus infraestructuras gasísticas para poder exportar gas a 6,7 teravatios hora (TWh) al mes al resto de la UE, en vez de tener que reducir el consumo de gas, según fuentes del Ministerio para la Transición Ecológica.

Pese a que "algunos países son más dependientes que otros del gas ruso", como Alemania, "los demás tienen que contribuir a equilibrar el conjunto del sistema", estimó el alto representante, que apoyó, no obstante, la posibilidad de ayudar de diversas formas.

"España puede contribuir, desde luego. Ahora, no tiene sentido ahorrar si el ahorro no se puede transmitir a los demás. El ahorro se hace para que haya más para los demás. Eso depende también de las interconexiones disponibles", afirmó Borrell.

Los países de la UE plantearon este viernes que se tengan en cuentan las circunstancias de cada Estado miembro a la hora de aplicar el recorte del 15 % del consumo de gas.

Para su aprobación, la propuesta necesita recabar una mayoría cualificada, es decir, el apoyo de 15 países que representen al menos al 65 % de la población de los Veintisiete. El procedimiento elegido, motivado por la urgencia, impide a los países vetar la propuesta.

"Sin ninguna medida coercitiva, sin ningún plan, simplemente porque cada país ha hecho lo posible para limitar sus importaciones" de gas ruso, diversificando sus proveedores, Europa ha reducido 20 puntos porcentuales su consumo desde que Rusia comenzó su guerra contra Ucrania el 24

de febrero pasado, del 40 al 20 por ciento, dijo Borrell, quien apostó por ahorrar "antes de llegar a medidas obligatorias".

Simplemente bajar un grado la temperatura en toda Europa son seis puntos porcentuales menos de consumo de gas, explicó, y también apuntó como posible medida reducir la velocidad en las autopistas.

Europa, en su conjunto, "no las personas que sufren pobreza energética", tiene una "capacidad de ahorro muy grande, de autolimitación en el consumo energético", insistió el político español, al estimar que ciertos "niveles de confort" en la calefacción no son propios "en tiempos de guerra".

Advirtió de que este es el tercer choque asimétrico al que se enfrenta la UE, tras la crisis del euro y la pandemia.

Pero abogó por "ejercer solidaridad" entre los socios comunitarios, de forma "coordinada y eficaz" y evitar "ir corriendo a Moscú" como ha hecho Hungría: "La solución no pasa por hacerle carantoñas a (el presidente ruso, Vladímir) Putin".

Y es que a Borrell esta actitud del Gobierno húngaro le dejó "una sensación muy, muy poco positiva" porque, se preguntó: "¿Cómo vamos a pedirles a los países africanos o al sudeste asiático que tengan una actitud dura contra Rusia si nosotros mismos no la tenemos?.

También instó a la UE a ser "resistente": "Putin está esperando que la subida de los precios genere una actitud en las sociedades occidentales de cansancio y no nos lo podemos permitir. No podemos. No podemos dejar a Ucrania abandonada a su suerte".

Por último, Borrell celebró el acuerdo alcanzado entre Rusia y Ucrania, auspiciado por la ONU con mediación de Turquía, para exportar por vía marítima millones de toneladas de cereal ucraniano, que "si no se hubiera conseguido, hubiera sido una tragedia".

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