Derecho a reparar, Europa quiere acabar con la obsolescencia programada, ¿sabes cómo?
Objetivo: aumentar la vida útil de los productos.
La obsolescencia programada, o, lo que es lo mismo, su capacidad para operar en condiciones óptimas durante un tiempo determinado es un gran problema para los consumidores. No solo afecta a los consumidores y a las decisiones que toman para adquirirlos, sino que también tiene fuertes implicaciones medioambientales. Durante los últimos 10-20 años, sobre todo, hemos visto multitud de casos en las que muchas empresas han realizado algunas prácticas que benefician la obsolescencia prematura de muchos de sus dispositivos, que con un mínimo soporte podrían seguir funcionando perfectamente. Ahora, gracias al Parlamento Europeo, esto podría cambiar.
Gracias a los 395 votos a favor (94 en contra y 207 abstenciones) emitidos en el Parlamento Europeo en el seno del marco comunitario “Hacia un mercado único más sostenible para las empresas y los consumidores.” Se ha aprobado la nueva normativa que va a obligar a los fabricantes a mostrar claramente un etiquetado en el producto que indique cuál es el índice de reparación de un dispositivo.
La decisión se ha tomado en el marco de aquellos que llevan años reclamando una legislación que proteja la reparación de dispositivos, y en concreto a los que afectan especialmente a la tecnología de consumo. Esta votación se produce como un primer paso, ya que las consecuencias para el sector por ahora son muy limitadas.
Objetivo: aumentar la vida útil de los productos
El Comité de Mercado Interior del Parlamento Europeo ha aprobado una resolución sobre un mercado único sostenible para pedir a la Comisión Europea que otorgue a los consumidores el «derecho a reparar», haciendo las reparaciones de productos más atractivas, sistemáticas y rentables.
También piden a la Comisión que considere etiquetar los productos y servicios de acuerdo con su durabilidad (por ejemplo, un medidor de uso e información clara sobre la vida útil estimada de un producto). Esto respaldaría los mercados de bienes de segunda mano y promovería prácticas de producción más sostenibles.
Los eurodiputados presionan para que las compras sean más sostenibles, así como para que la comercialización y la publicidad sean responsables y fomenten las opciones sostenibles entre las empresas y los consumidores. En resumen, se reclama que las empresas afirmen ser respetuosos con el medio ambiente, con la ayuda de una mayor certificación de la etiqueta ecológica. Por ejemplo, cuando en los anuncios publicitarios se hacen afirmaciones ecológicas, deben seguirse criterios comunes que respalden dicha afirmación.
Un caso notable de obsolescencia programada ha sido el de las impresoras, en el que muchas directamente han dejado de funcionar por alcanzar un ciclo determinado de impresiones, no por un mal funcionamiento, o por la incompatibilidad de nuevos cartuchos.
Para justificar la decisión, el Parlamento no solo pone como prueba la disminución de recursos naturales, necesarios para la producción de nuevos dispositivos, además de la producción de basura electrónica. También habla del efecto que la pandemia de la COVID-19 ha tenido en el mercado, y de cómo ha demostrado la necesidad de establecer nuevos modelos de negocio más sostenibles.
Francia toma la delantera en el etiquetado
Hoy hemos conocido también que en el país vecino se ha estrenado un índice de reparación que será mostrado en todos los productos susceptibles de este etiquetado. Consistirá en una puntuación que represente lo fácil que es reparar el dispositivo, siendo diez el valor máximo. A partir de enero del próximo 2021, todos los productos deberán estar bien etiquetados con toda la información necesaria para el cliente que opte por comprar un producto.
De esta forma se demostrará rápidamente a través de puntuaciones en una escala lo sencillo que es repararlo. Los primeros dispositivos en contar con este etiquetado en Francia serán los teléfonos móviles, ordenadores portátiles, televisores o lavadoras.
En España aún no se ha abierto el debate de nada similar, lo lógico es que más pronto que tarde se haga realidad cuando se está instando a ello desde Europa.