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Tribunales

A juicio el banquero Jaime Botín, acusado de contrabando de una obra de Picasso

El fiscal pide cuatro años de prisión y cien millones de euros de multa

Jaime Botín, expresidente del Bankinter y tío de la presidenta de Banco Santander, Ana Botín.
Jaime Botín, expresidente del Bankinter y tío de la presidenta de Banco Santander, Ana Botín.

Un juzgado de lo penal de Madrid ha señalado para el próximo lunes el juicio al expresidente de Bankinter Jaime Botín -tío de la presidenta de Banco Santander, Ana Botín- por sacar de España e intentar vender la obra del pintor Pablo Picasso "Cabeza de mujer joven", y en el que se enfrenta a una petición fiscal de cuatro años de prisión.

Pese a que el juicio está fijado para el día 22, la Fiscalía de Madrid advierte que tanto el Ministerio público como la defensa del acusado han solicitado el aplazamiento.

El fiscal imputa a Botín la supuesta comisión de un delito de contrabando de bienes culturales, por el que además pide que se le imponga una multa de cien millones de euros, que en caso de impago deberá saldar con seis meses de privación de libertad.

En su escrito de acusación, el fiscal relata que Botín, que era propietario de la obra original de Picasso "Cabeza de Mujer Joven", creada en 1906, se puso en contacto con la empresa especializada en la subasta de obras de arte Christies, con el fin de vender la obra en una subasta programada para febrero de 2013 en Londres.

El personal de Christies le informó de que debía pedir autorización al Ministerio de Cultura español para su exportación al tratarse de un bien perteneciente al Patrimonio Histórico "dado su evidente interés histórico-artístico y tener una antigüedad superior a cien años", destaca la Fiscalía.

Jaime Botín autorizó a Christies el 5 de diciembre de 2012 a presentar y gestionar la licencia de exportación con posibilidad de venta ante el Ministerio de Cultura.

El fiscal explica que ese mismo día Christies solicitó al Ministerio permiso de exportación definitiva del cuadro, valorado en 26.200.000 euros, para su subasta en Reino Unido.

La Junta de Calificación, Valoración y Exportación de Bienes de Patrimonio Histórico Español, organismo consultivo del Ministerio de Cultura, propuso por unanimidad el 13 de diciembre de 2012 la denegación de la solicitud.

También planteó que se declarara que no se pudiera exportar la obra por no existir otra semejante en territorio español al ser una de las pocas de Picasso del período "Gosol", etapa en la que el artista se vio influenciado por la plástica del arte ibérico, lo que incidió de forma decisiva en el cubismo y en la evolución posterior de la pintura del siglo XX.

Siguiendo este dictamen el director general de Bellas Artes denegó el 19 de diciembre de 2012 la solicitud y el Ministerio de Cultura acordó, nueve días después, que la obra no se podía exportar como medida cautelar hasta su declaración como Bien de Interés Cultural.

La Fiscalía destaca que, "pese a ser plenamente consciente de la prohibición, el acusado trasladó el cuadro a un yate de su propiedad atracado en el puerto de Valencia para sacarlo de España y dio instrucciones a su capitán para que lo ocultara".

El Servicio Fiscal de la Guardia Civil realizó el 10 de junio de 2015 una inspección en el yate y requirió al capitán una declaración de los bienes que estaban a bordo y, "siguiendo las instrucciones de su patrón, no incluyó en el listado la obra de arte, aunque sí otras".

En julio de ese año el barco atracó en el puerto de Calvi (Córcega, Francia) con el cuadro a bordo mientras Jaime Botín contrató con una empresa de transporte aéreo la reserva de un vuelo para el día 31 de dicho mes para trasladarse con el cuadro a Ginebra (Suiza).

Los servicios aduaneros franceses localizaron la obra embalada en la cabina del comandante de ese barco sin la preceptiva autorización para su salida de España, por lo que el cuadro fue intervenido y posteriormente trasladado a España.

Desde agosto de 2015 el cuadro de Picasso está depositado en el Museo Nacional Reina Sofía.

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