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Mercado residencial

Los desahucios por alquiler bajan en Barcelona pero repuntan en Madrid

En pleno repunte de precios, los lanzamientos cayeron un 9% en la provincia catalana entre 2016 y 2018, y aumentaron un 8% en la comunidad madrileña

Desahucios por impagos de hipoteca y de alquiler

Las fuertes subidas de los precios del alquiler de los últimos años han tenido un impacto social algo distinto en Barcelona y en Madrid. Si bien ambas han sufrido el tensionamiento de las rentas, en la provincia catalana los desahucios por impago del alquiler cayeron un 9,2% entre 2016 y 2018, mientras que en la Comunidad de Madrid repuntaron un 8,2%. La Generalitat, que ostenta la competencia sobre vivienda, ha venido legislando desde 2015 para proteger de los desahucios a las familias vulnerables, una normativa de la que carece la Comunidad de Madrid.

Desde que el Consejo General del Poder Judicial inició en 2013 el recuento de los desahucios tanto por alquiler como por ejecución hipotecaria, los primeros han venido superando a los segundos, pero su proporción ha ganado especial peso en los últimos tres años, con aumentos anuales de cinco puntos porcentuales, hasta representar en 2018 el 66% del total de los lanzamientos ejecutados en el país. Un resultado que se debe a una doble dinámica.

Por un lado, el auge de los desahucios de alquiler –un 9% más entre 2016 y 2018– responde a la mayor incidencia de los alquileres como régimen de tenencia entre los hogares y a los importantes incrementos de precios. Por otro, el fuerte descenso de las ejecuciones hipotecarias –un 28% menos en ese mismo periodo– se explica, en parte, por el hecho de que muchas han sido dejadas en suspenso, o incluso archivadas, por los jueces españoles desde que en 2017 el Tribunal de Justicia de la UE abriera la puerta a anular esos lanzamientos en los casos en los que los bancos hubieran aplicado cláusulas abusivas.

En la Comunidad de Madrid, los casos de desahucios por alquiler habían ido descendiendo desde 2013, en línea con la evolución nacional, hasta que tocaron fondo en 2016. Desde entonces, los lanzamientos han repuntando. Concretamente, entre 2016 y 2017, las ejecuciones aumentaron un 5% y, entre 2017 y 2018, un 3%, lo que supone más de un 8% acumulado para un periodo en el que los precios del alquiler han escalado un 32% y se sitúan ya por encima de los niveles precrisis, según los datos del portal Fotocasa. A cierre de 2018, la capital había registrado 5.157 casos de desahucios por alquiler, esto es, el 83% del total de las ejecuciones.

Esta misma semana, el consejero delegado de Bankia, José Sevilla, alertó del problema de los desahucios por alquiler en Madrid por el pronunciado aumento de las rentas, y hace apenas dos días, la festividad de San Isidro en la capital se vio empañada por el escrache que miembros relacionados con la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) realizaron contra dirigentes del PP y Ciudadanos, a los que acusan de haberse negado en varias ocasiones a aprobar una ley autonómica de vivienda.

En paralelo, el número de desahucios en Barcelona ha menguado de forma continua desde 2013 y, en los dos últimos años se han reducido un 7,6% y un 1,6%, respectivamente, siendo el descenso de 2018 el menor de toda la serie. Todo ello en un contexto en el que los precios de los alquileres han crecido un 27% acumulado entre 2016 y 2018, según Fotocasa. En la provincia catalana, los lanzamientos por impago de la renta supusieron en 2018 el 75% de todas las ejecuciones, con 6.100 casos. Con todo, a pesar de los descensos, la incidencia de desahucios –tanto hipotecarios como por alquiler– en Barcelona sigue siendo mucho mayor que en Madrid. En 2018, en la región catalana se produjeron 22 lanzamientos al día, y el equivalente a 145 por cada 100.000 habitantes. En la comunidad madrileña, fueron 17 diarios y 94 por cada 100.000 habitantes.

A diferencia de la Asamblea de Madrid, el Parlament de Cataluña aprobó en el verano de 2015 una ley antidesahucios que impedía a los bancos u otros grandes tenedores ejecutar lanzamientos a familias con pocos recursos y les obligaba, en su lugar, a cobrar un alquiler social. No obstante, la norma quedó suspendida tras ser recurrida ante el Tribunal Constitucional por el Gobierno de Mariano Rajoy, aunque los magistrados dieron finalmente este febrero la razón a la Generalitat. Para sortear el bloqueo, los diputados catalanes aprobaron en 2016 una ley alternativa aunque menos ambiciosa, que se ha estado aplicando hasta el momento.

Siete veces más lanzamientos por alquiler que por hipotecas

Según la última Encuesta de Condiciones de Vida del INE, que data de 2017, el 77% de los hogares residía en una vivienda en propiedad frente al 17% que lo hacía de alquiler, lo que supone que 14,2 millones de hogares eran propietarios frente a 3,1 que eran inquilinos. Ese año, se produjeron 22.330 lanzamientos por ejecución hipotecaria y 35.666 por impago del alquiler, lo que significa que los desahucios afectaron a uno de cada 600 (0,16%) hogares con vivienda propia y a uno de cada 87 (1,14%) de aquellos que vivían alquilados, una incidencia siete veces mayor.

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