La mayor exposición de El Bosco en la historia llega a Madrid
Desde el martes, el Museo del Prado acoge más de 50 obras del artista Una exposición que muestra que El Bosco es mucho más que demonios
Las grandes ocasiones requieren de grandes iniciativas. Y esto es lo que se ha propuesto el Museo del Prado, que, junto a la Fundación BBVA y al Real Patronato de la Institución, ha logrado reunir la mayor exposición de la historia dedicada a El Bosco para conmemorar los 500 años del fallecimiento del artista.
La exposición El Bosco, que dada sus magnitudes no necesita de otro nombre ni apelativos que lo acompañen, abre sus puertas en el museo madrileño el próximo martes 31, y cerrará, según lo previsto, el 11 de septiembre. Reúne cerca de medio centenar de obras del artista, entre ellas 21 pinturas y ocho dibujos originales, que constituyen más del 75% del legado que se conserva del pintor, y que se expone a lo largo de siete secciones temáticas. A la muestra se le unen varios grabados, relieves, miniaturas y pinturas de otros autores que contextualizan el ambiente en el que estas se concibieron.
El museo defiende sus obras
Las razones que puso sobre la mesa el Proyecto de Investigación y Conservación holandés, que negó la autoría de El Bosco a tres obras del Prado, no han convencido a la pinacoteca. De hecho, en palabras de Miguel Falomir, director adjunto del museo, “sus resultados avalan nuestra teoría”.Estas obras, pertenecientes a la colección de la pinacoteca madrileña, son La mesa de los pecados capitales, La extracción de la piedra de la locura y Las tentaciones de San Antonio. Algunas razones que determinan esta autoría son los años de los que datan las maderas sobre las que están pintadas las obras. El tiempo en que fueron cortadas las tablas coinciden con la vida de El Bosco. Otros estudios hacen referencia a los análisis de los pigmentos, “y ningún material es ajeno a su obra”.
No solo es la más numerosa que se ha hecho hasta la fecha. A la cantidad también se le suma la calidad, y la citada muestra cuenta a su vez con las obras insignias del pintor, como El jardín de las delicias, El carro del heno, La adoración de los reyes magos. “A estas se le añaden también varios préstamos reunidos por primera vez”, explicó el presidente del Real Patronato del Museo Nacional del Prado, José Pedro Pérez-Llorca, el viernes durante la presentación. Se refirió, entre otros, al Tríptico de las tentaciones de san Antonio Abad, del Museo Nacional de Arte Antigua de Lisboa, el Cristo Camino del Calvario, de Patrimonio Nacional, o la Coronación de espinas, de la Galería Nacional de Londres.
Por todo esto, tal y como explica la comisaria de la exposición, Pilar Silva, “la muestra constituye un antes y un después en la historia y en la figura de El Bosco, y ampliará todo el conocimiento que se tiene de su legado. Aquí se ve que pintor es mucho más que demonios”. En esto coincidió Rafael Pardo, director de la Fundación BBVA, quien afirmó que la muestra va a originar que se vean de una forma distinta todas las obras del artista, “incluso las que tenemos en el propio Museo del Prado”. Esta es también una de las razones que impulsó a la institución artística a reunir esta muestra. “El Prado es más un museo de pintores que un museo de pinturas”, recalcó Miguel Falomir, director adjunto de la citada pinacoteca. Y así como hay artistas que se asocian directamente con el museo, como Velázquez o Goya, “El Bosco es otro de nuestros pintores fetiche”. Por esa razón, pese a que la exposición abre las puertas el próximo martes, el trabajo de estudio, recopilación y unión de las obras se viene realizando desde hace ya dos décadas. Qué mejor ejemplo para ilustrar esta realidad que los procesos de restauración que la institución llevó a cabo de El jardín de las delicias, “allá por el año 2000”, señaló Falomir.
Por esa razón, el propio museo se ha preparado para tan especial ocasión. Dado que una de las peculiaridades de El Bosco es que no se cuenta con un orden cronológico de sus obras, “hemos transformado las salas para poder ver todas sus obras en siete secciones, ordenadas por temáticas , y los visitantes podrán encontrarse con un artista con el que, se darán cuenta, no están familiarizados”, añade Silva.
Por secciones
1. El Bosco y Hertogenbosch: Sitúa al pintor y a su obra en una ciudad que para él fue seña de identidad. Está centrada en torno al tríptico del Ecce Homo de Boston.
2. Infancia de Cristo: Gira en torno a la Adoración de los magos. La atención de las obras recae en Cristo, y pese a que la temática se centra en la tradición, el pintor no duda en incorporar elementos propios simbólicos.
3. Los santos: Es la más numerosa. Gira en torno a Las tentaciones de san Antonio. El culto a los santos experimentó un gran auge en los tiempos de El Bosco, como se percibe en la amplia presencia en sus obras.
4. Del Paraíso al Infierno: Se incorporan varios trípticos en los que paraíso e infierno aparecen en las tablas laterales, y en cada una de ellas varía la forma de mostrarlos.
5. El jardín de las delicias: Junto a la obra emblemática se expone su radiografía, para que puedan verse todos los cambios que el pintor realizó desde el inicio al fin del dibujo.
6. El mundo y el hombre: Discurre en torno a la Mesa de los pecados capitales y el tríptico incompleto del Camino de la vida.
7. La Pasión de Cristo: Con obras como la Coronación de espinas, Los caminos del calvario o el Tríptico de la Pasión.