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Con el anuncio de la llegada del LG G Flex 2

Teléfonos curvados, la apuesta por ellos continúa

Parecía algo casi de ciencia ficción, pero la llegada del LG G Flex y el Samsung Galaxy Round demostró que se tienen los avances tecnológicos necesarios para que las pantallas curvas fueran parte de los teléfonos móviles. Y, por lo que parece, esto no fue un experimento, ya que se acaba de conocer que el primero de los dos modelos indicados tendrá sustituto en la segunda mitad de este mismo año.

Es decir, que la apuesta es firme y, como consecuencia de esto, este tipo de paneles -que también se están integrando en televisores- van evolucionando. Es más, al realizar el anuncio, LG ha indicado que el futuro modelo tendrá “una característica única”. Evidentemente lo sencillo es pensar en una pantalla completamente flexible, pero realmente para que este tipo de paneles sean una opción debe pasar algún tiempo, ya que todo apunta a que los posibles costes de producción serían muy elevados y, adicionalmente, los materiales utilizados en la actualidad no son los más adecuados (el santo grial en este apartado sería el grafeno).

El caso es que LG ya ha movido ficha y, consecuentemente, se espera que se haga lo propio desde Samsung (quizá la pantalla de tres lados que se espera en el Galaxy Note 4 sea la respuesta). Algo que todavía no ha sucedido, pero a buen seguro que algo tendrán preparado los coreanos, que no son muy dados a “abandonar” mercados a otras compañías para que campen a sus anchas. Pero, lo verdaderamente importante, es que la apuesta continúa pese a que lo que se comenta es que el mercado todavía no ha respondido con una gran demanda.

Qué se consigue con las pantallas curvadas en los teléfonos

Una de las grandes virtudes que tienen los terminales que incluyen pantallas curvadas, al menos en los modelos que se han lanzado hasta el momento, es el de la ergonomía. Ya sea con un tendencia vertical u horizontal, el manejo del dispositivo se adapta mucho mejor a la mano (e, incluso, a los bolsillos). De esta forma, el uso se hace más cómodo.

Además, en el apartado de la visualización, se consiguen unos ángulos de visión más amplios, lo que favorece el poder visualizar lo que se tiene en la pantalla desde cualquier posición. Esto, resulta perfecto a la hora de ver un vídeo con los amigos o al utilizar el teléfono en exteriores y con intensa luz ambiental. Aparte, la protección del panel en las caídas es mejor, al no impactar de forma directa.

Eso sí, en cuestiones de usabilidad o mejora en la calidad de imagen, no hay grandes avances por el momento, aunque se espera que en un futuro estos sean de la partida. En cuanto a la respuesta táctil, esencial en los teléfonos actuales, se ha comprobado que esta es igual de buena que en los terminales con pantallas planas.

El caso es que, aunque se podía dudar de ello, la apuesta por las pantallas curvas en los teléfonos se mantiene y, quizá, los dispositivos que se van lanzando sirvan, a modo de experiencia, para que llegue lo que todo el mundo está deseando: tener un Smartphone con pantalla totalmente flexible.

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