PRISA refuerza su estructura de capital y ratifica la apuesta digital
La junta de accionistas de PRISA aprobó el sábado la nueva estructura de capital del grupo, que permitirá la entrada como socios de Telefónica y los bancos acreedores, tras dar luz verde a una emisión de bonos convertibles por 434 millones, y ratificó la apuesta digital de la compañía.
La junta general de accionistas de PRISA (editor de CincoDías) aprobó el sábado un reforzamiento de su estructura de capital tras dar luz verde a sendas propuestas para emitir bonos convertibles en acciones por valor de 434 millones de euros y para modificar el régimen del dividendo mínimo pactado para los accionistas con títulos de la clase B (básicamente, los procedentes de Liberty).
La emisión de bonos contará con dos tramos. El primero será suscrito por Telefónica, que se ha comprometido a inyectar en efectivo 100 millones de euros. El consejero delegado de PRISA y presidente de El País, Juan Luis Cebrián, puso la "alianza estratégica" con la operadora como ejemplo del tipo de acuerdos que hay que cerrar para que el grupo desarrolle sus operaciones en línea con los nuevos tiempos que corren.
Prioridad absoluta
"La transformación digital es una prioridad absoluta para nuestra empresa", añadió en otro momento de su discurso a los accionistas. En este sentido, subrayó que la apuesta digital del grupo se verá refrendada, "más antes que después", en el plano económico. El objetivo de PRISA es que los ingresos de internet supongan un 15%-20% de su facturación total en 2015, frente al 3% actual.
El segundo tramo de la emisión de bonos convertibles, por 334 millones de euros, irá destinado al sindicato de bancos acreedores, formado por alrededor de 38 entidades. HSBC, CaixaBank y Santander han garantizado que suscribirán este tramo en su totalidad mediante un canje de préstamos.
Los bonos vencerán a los dos años (en 2014), momento en el que se convertirán en acciones clase A de PRISA. A efectos de la conversión, el precio de las acciones será de 1,03 euros.
Cebrián subrayó que la operación aprobada es un paso más en la decidida voluntad del grupo de sanear "de forma definitiva" su balance.
Según explicó el consejero delegado adjunto y director financiero, Fernando Abril-Martorell, el acuerdo aprobado por la junta reducirá el endeudamiento de PRISA en 650 millones en 2014 respecto a lo que hubiera pasado si no se hubiera acometido este reforzamiento del capital; aliviará la situación de liquidez de la compañía a corto plazo; limitará la dilución para los accionistas tradicionales del grupo; y supone una muestra de apoyo por parte de los acreedores más significativos y de Telefónica.
En todo caso, ambos directivos coincidieron en que, siendo lo aprobado un paso significativo para el proceso de normalización financiera de PRISA, habrá que adoptar nuevas medidas.
Así, Cebrián avanzó que la empresa prepara nuevas ventas de activos "de considerable tamaño" que, en todo caso, no afectarán de forma sustancial ni al perímetro del grupo ni al futuro de la compañía. La dirección ya tiene preparados análisis sobre posibles precios de venta y ya ha contactado con potenciales compradores.
Asimismo, PRISA seguirá impulsando "mejoras de eficiencia" que pasarán por nuevos ajustes de plantilla, aunque en cifras inferiores a las del proceso de 2010 y 2011, que afectó a 2.000 trabajadores.
Cebrián justificó estas medidas en la necesidad de adaptar las estructuras de costes del grupo a la nueva realidad del mercado generada por la crisis y la llegada de las nuevas tecnologías. "Hay que proceder a una transformación radical de nuestros métodos de trabajo que producirá, en un plazo no largo, una mayor eficiencia, basada sobre todo en la atención a nuestros millones de clientes y en la personalización de los servicios que les ofrecemos", afirmó.
Por su parte, el presidente de PRISA, Ignacio Polanco, destacó en su intervención ante la junta general de accionistas el liderazgo que mantienen las unidades de negocio del grupo pese a la desfavorable situación económica general.
La guerra del fútbol y los intereses políticos
El consejero delegado de PRISA, Juan Luis Cebrián, también aprovechó su discurso ante la junta de accionistas para referirse a la llamada guerra del fútbol, "en realidad, airados intentos del poder por controlar el universo mediático" en España."La irrupción violenta y arbitraria del poder político en el mercado de derechos deportivos, tanto cuando ocupó La Moncloa el Partido Popular, a finales del siglo pasado, como a comienzos de éste con los socialistas, y en connivencia en ambos casos con la Generalitat de Cataluña, provocó durante más de quince años una situación de inestabilidad insoportable para los operadores de televisión y para los propios clubes", explicó.En su opinión, "de aquella maniobras vergonzantes se deriva, en gran parte, la desastrosa situación de las televisiones públicas autonómicas y la configuración de un modelo audiovisual que no ha hecho sino empeorar con el tiempo".Por ese motivo, elogió la "transparencia, neutralidad y ánimo de cooperación" que está mostrando el Gobierno actual con todos los afectados del sector, lo que favorecerá la transparencia del mercado y la búsqueda de una solución favorable para todos los implicados.En este sentido, aunque insistió en que ahora hay razones para ser optimista, quiso recordar que, a día de hoy, todavía no se ha llegado a un acuerdo sobre cómo tienen que retransmitirse los partidos de fútbol de la próxima temporada de Liga y Copa, que comienza ya el mes que viene. "Espero que no se desaproveche esta coyuntura", dijo."Por lo demás, el fútbol, que generó su propia burbuja, en ocasiones al hilo de la inmobiliaria, no puede considerarse ajeno a la situación general del país y es obvio que las consecuencias de la crisis tienen que verse también reflejadas en su economía", concluyó.
Financiador
Cebrián quiso recordar en su intervención ante los accionistas que cuando se habla de la "espinosa y debatida" cuestión de los derechos de emisión de los partidos de Copa y Liga de los clubes de fútbol españoles es PRISA la responsable de financiar "en su mayor parte" esta actividad.