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Entrará en pérdidas en 2011

CatalunyaCaixa admite que está en pérdidas y pide ser subastada ya

CatalunyaCaixa, controlada por el Estado, ha reconocido hoy que previsiblemente entró en pérdidas al cierre de 2011 y ha pedido ser subastada antes del verano, aunque el Gobierno no pensaba hacerlo hasta otoño.

Oficina de Catalunya Caixa
Oficina de Catalunya Caixa

La entidad ha anunciado que adelantará "buena parte" de los saneamientos extraordinarios para cumplir con las exigencias en provisiones de la reforma financiera, lo que hará previsiblemente que arroje pérdidas en los resultados correspondientes al pasado ejercicio. CatalunyaCaixa aún no ha cerrado sus cuentas de 2011, pero ya ha reconocido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que no pagará los intereses de sus participaciones preferentes ni de sus obligaciones subordinadas, una opción a la que pueden acogerse las entidades en pérdidas.

Aun así, CatalunyaCaixa presume en un comunicado de que hay muchas entidades están interesadas en ella y destaca que ha adelantado el saneamiento por su riesgo inmobiliario, pero sin aportar la cuantía.

La subasta de CatalunyaCaixa estaba prevista en principio para el otoño, pero el Gobierno desea que el proceso de saneamiento de las entidades participadas por el Estado finalice cuanto antes, a ser posible antes del verano y antes de que concluya el mandato del actual gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez. La entidad afirma que quiere avanzar el calendario de entrada de un nuevo inversor, a la vista de la premura del Ejecutivo y del interés que ya habría despertado CatalunyaCaixa entre posibles compradores. El nombre que más suena para su adjudicación es el de Banco Santander. También Kutxabank también podría intentar pujar por el grupo presidido por Adolf Todó.

Reclamo del negocio en Cataluña

El interés del mercado bancario catalán ya quedó patente con la subasta de Unnim, adquirida por BBVA. Y CatalunyaCaixa destaca que son múltiples los aspectos que conllevan a que "en este momento, la entidad tenga diversos grupos bancarios interesados en una posible operación coprorativa". CatalunyaCaixa argumenta su fuerte implantación en el mercado catalán, con una cuota de mercado de entre el 14% y el 18%, según el negocio; su fortaleza de marca, reconocida por el 83% de la población; el haber completado la fusión con sinergias superiores a 150 millones de euros anuales y, en especial, la segunda red más importante por número de oficinas en Cataluña, con 871 sucursales. La entidad completa su red en España, de un total de 1.187 oficinas, con otras 113 en Madrid y con 99 en la zona de Levante.

CatalunyaCaixa asegura en un comunicado que existen "diversas entidades financieras y grupos bancarios" interesados en comprar la entidad. Para facilitar una futura operación corporativa, adelantará dotaciones extraordinarias contra la cuenta de resultados 2011, anticipando dotaciones del RDL 2/2012. Con esta medida la entidad se sitúa ante sus posibles inversores "con el máximo saneamiento posible" y "afronta la nueva etapa siguiendo sus criterios de prudencia y transparencia".

A pesar de estas elevadas dotaciones, que CatalunyaCaixa no ha llegado a cuantificar, la entidad tiene previsto mantener a final de año un coeficiente de solvencia por encima del 12% y una ratio de solvencia en línea a la de los bancos que cotizan en Bolsa.

Una de las grandes incógnitas que habrá durante el proceso de subasta de la entidad es cuántas ayudas recibirá la entidad que finalmente se adjudique el grupo catalán. Hasta la fecha, el Fondo de Garantía de Depósitos (FGD) se ha hecho cargo de la inmensa mayoría del dinero recibido por las cajas rescatadas. Sin embargo, el Fondo empieza a quedarse sin recursos, y el sector quiere que parte de la reestructuración que queda pendiente se financie con dinero público.

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