Ametic critica que la Administración adjudica por precio muchos proyectos TI
La patronal tecnológica Ametic denunció ayer que la mayor parte de los proyectos de consultoría y servicios TI en la Administración pública española se están adjudicando a la oferta más económica aunque su valoración técnica no sea buena. Así, la asociación criticó que en muchas licitaciones públicas el precio es el único criterio automáticamente cuantificable y supone en muchos casos hasta el 80% de la valoración de las ofertas, mientras que el criterio que evalúa la calidad de la oferta pondera solo entre un 20% y un 30%. "Y ello, en la práctica, está convirtiendo las licitaciones en subastas".
Ametic denunció en una nota "una incorrecta aplicación" de la Ley de Contratos del Sector Público (LCSP 30/2007) e instó a la Administración a revisar la situación y a establecer recomendaciones para que la valoración técnica prevalezca. Según la patronal, este escenario está ocasionando la imposibilidad de adjudicar contratos a las ofertas que aportan más valor y que ayudarían a la "real" modernización de la Administración, así como a los proyectos de implantación de Administración electrónica que exige la Ley 11/2007 en el ámbito estatal, autonómico y local.
La asociación insiste en que la coyuntura económica actual, que ha provocado recortes presupuestarios y una reducción de las licitaciones públicas, no ha hecho más que acentuar el problema, pues muchas empresas se sienten obligadas a ser agresivas en el precio y a establecer los centros de producción en otros países con menores costes para intentar ganar a toda costa. "Esto es especialmente grave en proyectos de consultoría y servicios TI, ya que esta práctica origina una seria dificultad para maximizar el cociente valor aportado/precio, que es el que realmente hay que maximizar para obtener el mejor resultado del proyecto para el órgano contratante", reitera, al tiempo que alerta de su impacto en la competitividad de España en un sector clave como este. Ametic insiste en que esta situación impide el crecimiento continuado del empleo de calidad, ya que afecta negativamente a la capacidad de las empresas TIC españolas para atraer talento.