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Fallo del órgano de arbitraje laboral de Australia

Qantas volverá a volar

La aerolínea australiana Qantas debe volver volar y los sindicatos de pilotos, mecánicos y personal de tierra tienen que acabar con sus huelgas. Así lo recoge el fallo del órgano de arbitraje laboral de Australia.

Fair Work Australia, la agencia encargada de dirimir este conflicto laboral, lleva todo el día reunida con representantes de la compañía y de los tres sindicatos huelguistas: el de los pilotos internacionales, el de los mecánicos y el del personal de tierra.

La jornada se ha empleado en escuchar a testigos y examinar informes técnicos y pruebas que una y otra parte han presentado, mientras 80.000 personas sufrían la cancelación de su vuelo concertado.

Finalmente el órgano ha emitido su veredicto: las huelgas deben terminar y los vuelos, reanudarse. La decisión concede 21 días a todas las partes implicadas para que alcancen un acuerdo.

Este fallo se produce un día después de que la aerolínea australiana se viera obligada a anunciar la suspensión indefinida de sus vuelos en todo el mundo. Algunos de los pasajeros afectados han recurrido a la ayuda aportada por otras compañías aéreas.

Un portavoz de Virgin Australia confirmaba que han podido atender a unos 20.000 viajeros de Qantas y que esperaban poder ofrecer 3.000 sitios extras mañana para vuelos entre Sídney, Melbourne, Canberra, Brisbane, Adelaide, Perth y Mackay.

Virgin Australia ha estado en contactos además con Singapore Airlines, Air New Zealand, Etihad Airways y Delta Air Lines para aumentar la capacidad en los vuelos internacionales.

La molestia era general este domingo entre las personas que se han encontrado su vuelo cancelado sin previo aviso y que no podían hablar con Qantas porque las líneas estaban colapsadas al igual que el acceso por internet.

El propio ministro de Transporte de Australia, Anthony Albanese, expresó públicamente su malestar por la forma en que se comportó Qantas. El director delegado de Qantas, Alan Joyce, anunció el sábado la decisión de la compañía de dejar en tierra de forma indefinida a su flota de aviones hasta que se solucionase el conflicto con los sindicatos.

La disputa por mejoras salariales y laborales se arrastra desde hace más de nueve meses y se han celebrado al menos 200 reuniones para intentar alcanzar un acuerdo.

El diálogo se resintió en agosto del anunció de la empresa de un plan de reestructuración de su unidad internacional que contempla el despido de mil trabajadores.

El encargado de las operaciones aéreas de Qantas, Lyell Strambi, declaró ante al comité de arbitraje que tuvieron que dejar de volar por razones de seguridad y explicó que, si bien se consideró la medida en los días previos, la decisión no se adoptó hasta el sábado, para rechazar las críticas de premeditación.

Stramb aportó en defensa de su argumento que la Autoridad de Seguridad de Aviación Civil les remitió una carta el 14 de octubre en la que expresaba su preocupación por el creciente impacto del conflicto laboral en la seguridad.

Además de los pasajeros, el sector turístico de Australia ya ha empezado a calcular sus pérdidas: unos 60,5 millones de euros este fin de semana y al menos 113,5 millones de euros si la crisis continúa.

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