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Los resultados de las grandes se resentirán hasta 2013

¿Cuáles son las empresas más afectadas por los cambios fiscales?

Telefónica, Ferrovial, Iberdrola o Abertis tienen créditos fiscales millonarios, pero muchos de ellos no están generados en España.

Sobre el papel, nadie va a perder dinero. Se trata sólo de un retraso, de un diferimiento. æpermil;se es el objetivo de las medidas fiscales adoptadas por el Gobierno en el último consejo de ministros: aumentar la recaudación vía impuestos en unos años que se prevén muy duros sin perjudicar de forma radical a las empresas.

Pero hay dos cambios clave relacionados con el Impuesto de Sociedades que van a tener un reflejo (y no positivo) en las cuentas de las grandes compañías en forma de menores beneficios.

Hasta 2013, las empresas tendrán limitaciones para compensar créditos fiscales y deducirse el fondo de comercio financiero. Es cierto que nadie pierde dinero. Los impuestos de más que paguen las empresas entre 2011 y 2013 se recuperarán con mayores deducciones a partir de ese momento porque podrán aplicarse las que quedaron pendientes. Y para que no haya penalidad alguna, el plazo para compensar los créditos fiscales se amplía tres años, es decir, pasa de los 15 años actuales a 18.

Pero esto no quiere decir que el efecto sea neutro. Los resultados que publiquen este año, el que viene y el siguiente las empresas españolas serán peores de lo que hubieran debido ser, aunque a cambio los restantes sean mejores.

La clave, sin embargo, es saber hasta qué punto serán peores. Y la respuesta no es fácil. Telefónica, Repsol, Ferrovial, Iberdrola o Abertis tiene créditos fiscales multimillonarios, pero buena parte se han generado fuera de España y, por tanto, no se verán afectados.

Telefónica, la primera de la lista

Es lo que sucede con muchos de los más de 10.000 millones de euros de créditos fiscales que Telefónica reconoce tener, según el informe anual de 2010. La cifra es impresionante, pero 8.432 millones no son un producto nacional, sino alemán. Es decir, la operadora se los deducirá en otro país sin ningún problema y al ritmo que quiera, porque en Alemania los créditos fiscales no caducan. Otros 685 millones corresponden a filiales latinoamericanas, así que tampoco se ven afectados.

Al final, son 1.220 millones de euros los que Telefónica reconoce que están pendientes de aplicación en España y que se verán afectados por la medida aprobada.

Bastante lejos de las cifras de Telefónica, hay otras muchas empresas españolas con bastante dinero en créditos fiscales. Ferrovial tenía 1.127 millones a cierre de 2010, pero, otra vez, parte de esta cantidad es foránea (213 millones, por ejemplo, proceden de la británica BAA) y no se verá afectada.

Lo mismo le sucede a los 664 millones de Abertis, donde más de 565 millones son de Chile. Iberdrola tenía el año pasado 873 millones en créditos fiscales y Repsol contaba con 715 millones, pero no especifican su lugar de procedencia.

Suficientes beneficios

De todas formas, la limitación del Gobierno establece que durante los próximos tres años las grandes empresas (las que facturan más de 70 millones de euros) sólo podrán deducirse la mitad del crédito fiscal que tengan, cuando ahora podían aplicarse la totalidad. Pero no es tan fácil que una compañía tenga beneficios que le permitan compensar en un solo ejercicio todos los créditos fiscales amasados. En ese caso estarían Jazztel u Ono, que han acumulado un fuerte escudo impositivo durante sus años de travesía por los números rojos, pero que no van a tener beneficios suficientes en un año como para compensarlos todos.

Jazztel, por ejemplo, tiene 388 millones de euros en crédito fiscal pendiente de aplicar en España. Para compensarlos todos en un año tendría que tener un beneficio de 1.293 millones (tomando como referencia el tipo nominal del Impuesto de Sociedades, que está en el 30%), una cifra totalmente inalcanzable, puesto que su previsión para 2011 es que las ganancias se queden, como máximo en 35 millones. Con ese resultado, a Jazztel y a otras empresas en situación parecida les dará exactamente igual la limitación del Gobierno, porque el crédito fiscal que van a aprovechar no estará ni cerca del 50%.

Fondo de comercio

Los límites a la aplicación de las deducciones por amortización de fondo de comercio financiero (la diferencia entre el precio pagado en una adquisición y el valor teórico contable del activo adquirido) también tendrán su reflejo en las cuentas de las compañías. Es verdad que esta figura ha quedado algo desvirtuada tras las trabas que ha puesto la Comisión Europea a esta deducción, que considera una ayuda ilegal de España a sus empresas, ya que les da una ventaja fiscal en compras de compañías extranjeras. Pero en algunos casos sigue siendo aplicable y, en todo caso, no afecta a las adquisiciones realizadas antes del 21 de diciembre de 2007. Y las empresas españolas hicieron muchas e importantes antes de esa fecha. Ahí está la compra de O2 por parte de Telefónica, la de Scottish Power de mano de Iberdrola o alguna de los grandes bancos nacionales, Santander y BBVA.

Puesto que la deducción se realiza durante 20 años (a razón de un 5% anual), buena parte del fondo de comercio deducible generado por estas adquisiciones todavía está vigente. Con los cambios introducidos por el Gobierno, entre 2011 y 2013 las sociedades no podrán deducirse el 5% anual como venía haciendo, sino una quinta parte de eso, el 1%. Y eso va directamente contra los beneficios de las firmas.

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