La prudencia es también rentable

Los datos confirman que las salidas de los fondos de inversión no solo se están dando en los monetarios o en algunos de renta fija, sino también en los garantizados, los más conservadores de estos vehículos de inversión. Aunque este comportamiento se explica por distintos factores, el más distintivo es la guerra del pasivo, que ha llevado a bancos y cajas a multiplicar la remuneración de los depósitos proporcionándoles un renovado atractivo. La pregunta es si, a pesar de que los fondos mantengan su característica básica de ser la puerta a un amplísimo universo inversor, en estos momentos de aversión al riesgo son capaces de dar una rentabilidad estimulante con una estrategia prudente. La respuesta a esta cuestión es afirmativa, siempre que la opción elegida se mantenga firme en un trípode que sujeta toda inversión inteligente: elevada liquidez, diversificación y comisiones ajustadas.

La altísima competencia de los depósitos bancarios, que ha llegado a cautivar hasta a grandes fortunas, puede estar cerca de su límite. Su captación ha sido la orden clave a cumplir por las redes de la banca este año, pero la fortísima rivalidad -que se ha llegado a calificar de "desquiciante"- ha llevado a las entidades al límite de la remuneración. Así las cosas, con el nuevo año se puede abrir para los fondos un paisaje más alentador.