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Financiación para pymes

Para obtener crédito, un avalista de peso y algo de suerte

Ante la desconfianza de los bancos, cada vez más empresas recurren a sociedades de garantía recíproca.

Sala de patrones de la empresa de confección Edward’os. La firma consiguió un préstamo de tres millones de euros con la garantía de Avalmadrid.
Sala de patrones de la empresa de confección Edward’os. La firma consiguió un préstamo de tres millones de euros con la garantía de Avalmadrid.Pablo Moreno (Cinco Días)

Entre octubre y noviembre del año pasado, Edward'os, una empresa con 28 años dedicados a la confección de vistosas prendas femeninas para El Corte Inglés y pequeñas tiendas de barrio, recibió en la nave que ocupa desde siempre en un polígono de Carabanchel, al suroeste de Madrid, la visita de comerciales de casi todos los bancos y cajas.

Pero ninguno estuvo dispuesto a prestarle los tres millones de euros que necesitaba para construir un nuevo edificio, más espacioso y funcional, al otro lado de la M-40, en el parque tecnológico de Leganés.

Edward'os necesitaba cambiar de sede para asegurarse de que sus vestidos siguieran colgando durante muchos años más de las perchas de sus clientes, ya que, ante la creciente competencia china, éstos están exigiendo muestrarios cada vez más grandes y diversos, lo que implica aumentar la capacidad de producción y reducir los tiempos de entrega. Lamentablemente, el tamaño de las instalaciones que ocupa actualmente hacen imposible disponer de mesas de corte más largas.

Por fortuna para el grupo de confección, finalmente una caja aceptó prestarle con el respaldo de Avalmadrid, una sociedad de garantía recíproca en cuyo capital participaba como socio protector. "Tuvimos bastante suerte", dice Eduardo Rojo, dueño de la firma, que espera trasladarse a su nuevo edificio dentro de 12 o 18 meses, cuando terminen las obras de construcción.

Avalmadrid bonifica con rebajas que pueden dejar en cero el tipo de interés

Ante las dificultades para conseguir crédito barato, cada vez más pequeñas empresas como Edward'os están recurriendo a medios alternativos de financiación, como las sociedades de garantía recíproca (SGR). Estas son entidades financieras sin ánimo de lucro, supervisadas por el Banco de España, que avalan a pymes ante bancos y cajas para que puedan obtener préstamos en mejores plazos y tipos de interés.

Según la Confederación Española de Sociedades de Garantías Recíprocas (Cesgar), mientras la concesión de créditos a pymes y autónomos bajó el año pasado un 25%, en ese mismo periodo el importe avalado por sus 22 asociadas, el total de las SGR existentes en España, aumentó un 12%, desde 2.238 millones a 2.516 millones. En el caso de Avalmadrid, creció el 30%, desde 222 a 302 millones.

Controladas principalmente por las comunidades autónomas, la peculiaridad de las SGR está en su carácter mutual, ya que para tener su aval es indispensable ser admitido como socio partícipe y suscribir una cuota social (suele rondar el 1% del riesgo vivo de la operación). Una vez que la pyme amortiza la deuda, puede solicitar a la SGR el reembolso de los fondos aportados o continuar como partícipe.

"Nos diferenciamos de los bancos en que nos centramos mucho más en la viabilidad de la empresa. La garantía es para nosotros un último estadio dentro del análisis", dice Juan Luis Fernández-Rubíes, consejero delegado de Avalmadrid.

Ventajas y dificultades

Avalmadrid financia desde operaciones de 15.000 euros para proyectos de emprendedores hasta importes por encima de los 5 millones para empresas medianas. El beneficiario tiene que radicar en Madrid, aunque también puede tratarse de una empresa de otra región que viene a invertir en la comunidad.

Juan Luis Fernández-Rubíes, consejero delegado de Avalmadrid.
Juan Luis Fernández-Rubíes, consejero delegado de Avalmadrid.Pablo Moreno (Cinco Días)

La sociedad, que tiene convenios con todas las entidades que operan en su jurisdicción, dispone de líneas bonificadas con descuentos de hasta cinco puntos en el tipo de interés, además de las comisiones de aval y de estudio, con lo cual, al final el coste puede llegar a ser del 0%.

Pero la aversión al riesgo de cajas y bancos es tal que incluso contando con el respaldo de una SGR, el acceso al crédito no está garantizado. En el caso de Edward'os, por ejemplo, a pesar de que Avalmadrid respondía por ella en la eventualidad de un impago, hasta su banco habitual se negó a participar.

"Las entidades no colaboran porque dar un préstamo de gran envergadura con los tipos de Avalmadrid significa para ellas asumir un riesgo muy alto a cambio de un beneficio muy bajo. Para nosotros ese ha sido un inconveniente", explica Rojo.

Aun así, Jesús Bárcenas, presidente de la patronal Cepyme, sostiene que las SGR son una opción seria que merecería mayor difusión, ya que no todas las pymes están al tanto de su existencia. De hecho, según una encuesta del Consejo Superior de Cámaras de Comercio, en el primer trimestre sólo el 8,5% de las pymes acudió a una sociedad de este tipo. "Hay operaciones en las que no pueden entrar porque no son ONG. Pero en una crisis financiera como ésta son una buena alternativa, quizá la única".

José Miguel Rotaeche, socio fundador de Comunitae.
José Miguel Rotaeche, socio fundador de Comunitae.Pablo Monge (Cinco Días)

La experiencia de Comunitae: préstamos pequeños a través de internet

Una nueva fuente de financiación que ha surgido al calor de las tecnologías de la información son los préstamos personales a través de internet. El modelo nació en Inglaterra hace cinco años y ha tenido réplicas en EE UU, Alemania y España, donde Comunitae, una puntocom fundada en junio de 2009 por dos ex ejecutivos del BBVA, es, de momento, su único exponente.

El concepto es muy simple. A través de una página web, personas que necesitan un microcrédito para solventar un gasto personal o montar un pequeño negocio se ponen en contacto con gente interesada en prestar dinero a cambio de una rentabilidad.

El tipo de interés se fija por subasta, de manera que el solicitante decide cuánto es lo máximo que está dispuesto a pagar. "Las operaciones se han cruzado entre el 7% la tasa más baja y el 15%, la más alta. La media está en torno al 10%, que es un tipo bastante competitivo", comenta José Miguel Rotaeche, uno de los socios fundadores de Comunitae.

Si bien el riesgo de impago lo asume el prestador, la compañía somete a los solicitantes a una evaluación exhaustiva y los obliga a la firma de un contrato que en caso de incumplimiento puede ser imputado judicialmente. De hecho, la tasa de rechazo de solicitudes es bastante alta (80%).

"Viene mucha gente con la idea equivocada de que aquí va a conseguir la financiación que no obtuvo en otros sitios por tener poca solvencia y se encuentra con un proceso de admisión muy similar al de los bancos", aclara.

Desde su creación, Comunitae ha canalizado 75 préstamos por 450.000 euros. El importe medio es de 8.000 euros con plazos de pago de dos o cuatro años.

Artículo ganador del premio al Periodista financiero del mes concedido por Pioneer Investments.

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