La elección del presidente de la UE, pendiente de Londres
Londres mantiene en vilo a la Unión Europea, que esta noche se reúne en Bruselas para elegir al primer presidente del Consejo Europeo y al próximo Alto Representante en sustitución de Javier Solana. Los dos nombramientos dependen en gran medida de la actitud del Gobierno de Gordon Brown, que podría hacerse con el cargo diplomático pero sigue empeñado, al menos públicamente, en ocupar la presidencia con Tony Blair.
El empecinamiento de Brown augura un choque de Londres con el eje franco-alemán, que parece apostar por un candidato de perfil más bajo como el de alguno de los primeros ministros del Benelux (el belga Herman Van Rompuy; el holandés Jan-Peter Balkenende o el luxemburgués Jean-Claude Juncker).
El proceso de selección se ha prolongado más de lo previsto y, según algunos diplomáticos, puede degenerar en un virulento enfrentamiento por culpa de la errática gestión de la actual presidencia de la Unión Europea, ocupada por Suecia.
Estocolmo insiste en que los Veintisiete no se levantarán de la mesa sin alcanzar un acuerdo sobre los dos cargos. Para conseguirlo, en Bruselas no se descarta algún tipo de acuerdo típicamente comunitario, como dejar claro que el primer presidente sólo ocupará el cargo dos años y medio.