En este sentido, el presidente de Ganvam, Juan Antonio Sánchez Torres, advirtió hoy de que la subida de dos puntos del IVA "canibalizará" parcialmente las ayudas del Plan 2000E, que alcanzan 2.000 euros por operación (mil de las marcas, 500 del Gobierno central y otros 500 de las comunidades autónomas).
En todo caso, Sánchez Torres confía en que la subida del IVA no retraiga las ventas de automóviles, puesto que se trata de una carga fiscal "silenciosa", es decir, al tratarse de un impuesto indirecto incluido en el precio final, el consumidor apenas percibirá su efecto.
"Es difícil que el fuerte movimiento psicológico hacia la compra de coches generado por las ayudas directas del Plan 2000E pueda verse borrado de un plumazo por la subida del IVA, máxime si tenemos en cuenta que se trata de un gravamen que el usuario no tiene conciencia de pagar directamente, como sucede con otros tributos como el IRPF", explicó el presidente de Ganvam.
En cualquier caso, la organización es partidaria de gravar el uso antes que la adquisición del automóvil, como propone la Comisión Europea, con el fin de evitar distorsiones en el mercado. Así, Ganvam propone como alternativa que las subidas impositivas se concentren en otros impuestos indirectos, como el que se aplica a los carburantes.