Ericsson crece en España el 31% y sigue sin noticias de Xfera
Ericsson España consiguió una facturación de 758 millones en 2005, con un incremento del 31% respecto al año anterior. Esta cifra coloca a España como el quinto mercado del grupo sueco a escala mundial. El beneficio antes de impuestos fue de 73 millones, con un aumento del 37,7% frente a las ganancias de 53 millones de 2004.
El consejero delegado, Ingemar Naeve, dijo que parte del crecimiento se produjo en el área de servicios, cuya actividad representó el 46% de la facturación total, con 350 millones. Subrayó que la evolución de este área ha permitido la creación de 560 empleos en el último año, hasta un total de 2.880 trabajadores.
Señaló que la compañía sueca no tiene a estas alturas ninguna noticia sobre los presuntos planes de relanzamiento de Xfera. Afirmó que la operadora celular que lidera ACS necesitaría un periodo de entre dos y tres años para poder desplegar una red similar en cobertura y calidad a la de sus tres posibles competidores.
Naeve precisó que Xfera (compañía que dispone de licencia UMTS desde el año 2000 y que aún no ha iniciado su actividad en el mercado) tiene vivo un contrato con Ericsson para el suministro y despliegue de su red. Dicho contrato fue firmado ahora hace seis años y cualquier revitalización exigiría 'revisarlo' con el posible 'nuevo socio' que se hiciera cargo de la gestión de la operadora.
Naeve afirmó que los responsables de Xfera, tras haber buscado en 'muchas compañías' al posible socio de la operadora, 'parece ser' que en la actualidad 'trabajan' con un socio interno, en referencia al grupo sueco-finlandés Telia Sonera.
El ejecutivo, por otra parte, dijo que Ericsson España exportó conocimiento por valor de 99 millones de euros en 2005 desde sus dos centros de competencia mundial de Madrid (Centro Regional de Soporte de Operadores y Centro de I+D, ya unificados en una sola sede).
Según indicó el directivo, esa cifra refleja la apuesta de Ericsson por la investigación y la innovación y su esfuerzo por convertirse en una compañía 'de valor añadido' ante el 'imparable' proceso de deslocalización de lo fabril.