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Seguridad social

Trabajo bajará las pensiones de viudedad si existen otras rentas

El Gobierno planteará en la mesa de diálogo de la Seguridad Social una serie de reformas que incluye una fuerte subida de las bases mínimas de cotización, que podrían incrementarse hasta el 26% en esta legislatura. También plantea recortes de algunas pensiones de viudedad e incapacidad permanente.

El ministro de Trabajo, Jesús Caldera, expuso ayer a patronal y sindicatos el Informe de Estrategia de España en relación con el futuro del sistema de pensiones, que enviará a Bruselas. Este documento confirma que si el sistema de pensiones no se reforma entrará en déficit a partir de 2015, registrando unos números rojos de 625 millones de euros ese año.

A partir de entonces, tal y como adelantó Cinco Días en su edición del jueves, el Gobierno tendrá que empezar a utilizar el fondo de reserva para compensar el déficit, pero en 2020 este fondo también se habrá agotado. A partir de 2001 'se producirán déficit efectivos', dice el informe entregado ayer a patronal y sindicatos.

Para que esto no ocurra, el Gobierno planteará, a partir de septiembre, en la mesa de diálogo social sobre el sistema de pensiones varias reformas avanzadas ayer, orientadas a hacer sostenible el sistema en un futuro, a pesar del envejecimiento de la población y del aumento del gasto.

La reforma pretende mejorar la relación entre lo que aporta el trabajador y lo que recibe cuando se jubila

Entre estas iniciativas, Trabajo propone 'que las bases mínimas de cotización experimenten un incremento similar al de las pensiones mínimas'. El compromiso del Gobierno es aplicar una subida del 26% a las pensiones mínimas a lo largo de la presente legislatura. Por ello, de trasladarse una subida parecida de las bases mínimas supondría también un fuerte ascenso de los salarios más bajos y de los ingresos por cotizaciones en esta legislatura.

Esta iniciativa está orientada a frenar el aumento en la partida de gasto de los complementos a mínimos. Se trata de las ayudas que reciben los pensionistas que habiendo cotizado los años exigidos, sus aportaciones no han sido suficientes para cobrar la pensión mínima.

Si el Gobierno sólo subiera el listón de las pensiones mínimas y no las bases mínimas de cotización el gasto en complementos a mínimo, que además se pagarán con impuestos a partir de 2012, se dispararía.

En materia de complemento a mínimos, Trabajo pretende también que se tengan en cuenta 'los incrementos patrimoniales' del beneficiario y la pensión del cónyuge para acceder al cobro de estas ayudas, con lo que quedarían fuera muchos futuros perceptores.

Además, Trabajo propone incrementar también las bases de cotización para los trabajadores autónomos con menos de 20 años cotizados y mejorar la relación entre lo que aporta cada asalariado con sus prestaciones y lo que recibe luego en forma de pensión, siempre manteniendo el periodo mínimo exigido de 15 años de cotización para poder cobrar prestación de jubilación.

El documento del ministerio no especifica, sin embargo, cómo mejorará la relación entre lo cotizado y lo que recibe el trabajador cuando se jubila, ya que cualquiera de las fórmulas barajadas para conseguirlo se han revelado polémicas.

En cuanto al recorte directo de gastos, los responsables de la Seguridad Social apuestan por 'reformular' la pensión de viudedad para 'limitar parcialmente su percepción', es decir recortarla, en el caso de que el perceptor tenga 'rentas propias elevadas u otras pensiones de cuantía elevada del sistema'.

Asimismo sugiere 'modular' la pensión de incapacidad permanente cuando derive de una enfermedad común, determinando la cuantía con los años cotizados, considerándose como tales los que restan hasta los 65 años. Esto supone que la pensión será menor cuanto más años vaya a recibirla. Esto persigue que 'evitar que esta prestación se convierta en una puerta falsa de acceso al Sistema para quienes no reúnan todos los periodos de carencia', dice el informe.

En cuanto a las jubilaciones anticipadas, Trabajo quiere simplificarlas y retrasar el momento en el que se producen, de forma que se acerquen todo los posible a los 65 años. Además, propone cambios para evitar un mejor trato para los trabajadores que deciden jubilarse anticipadamente ya sea parcial o totalmente que a los que son forzados a retirarse antes de tiempo por ser despedidos y expulsados del mercado. Ahora, éstos últimos reciben un peor trato del sistema.

Al encuentro no acudió ningún representante de los grupos parlamentarios, a pesar de que también estaban convocados ayer para recibir este informe.

El sistema gastará en sólo seis años los 56.600 millones ahorrados en quince

Las proyecciones financieras de la Seguridad Social revelan que el punto crítico se producirá en 2015, cuando aparecerá el primer déficit del sistema de pensiones, tras más de dieciséis ejercicios con abultados superávit. En 2015 los números rojos serán únicamente de 625,46 millones de euros, crecientes hasta alcanzar la escalofriante cifra de 17.721 millones de euros en 2020 (el 0,96% del PIB), siempre según las proyecciones de la Tesorería de Seguridad Social fundamentalas en proyecciones de crecimiento económico y población. A partir de 2015 se utilizaría la tesorería depositada en el Fondo de Reserva creado en 1999 para financiar los déficit, que habrá alcanzado en aquella fecha los 56.595 millones de euros. En el año 2021, siempre que no se haga ni una sola reforma en la normativa, los desequilibrios financieros ordinarios se habrán tragado todo el dinero ahorrado. Es decir, en sólo seis años y unos meses el sistema absorberá el ahorro generado en quince (desde 1999 a 2014). El gasto del sistema, que este año será de 80.590 millones de euros, llegará a 138.623 en 2015, y a 176.638 en 2020. Los ingresos (86.612 millones ahora) alcanzarán los 137.998 en 2015 y a 158.916 en 2020.

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