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Desinversión

Telefónica frena la venta de edificios

La meta es 'maximizar el valor del patrimonio inmobiliario' del grupo y en este objetivo no se admiten plazos. Telefónica está dispuesta a incumplir cualquier calendario que se haya impuesto en el pasado con tal de conseguir el precio que ella considera justo y adecuado por sus edificios.

Y lo cierto es que la operadora se había fijado unos plazos muy ambiciosos en el denominado Plan de eficiencia inmobiliario. La presentación oficial del programa se realizó en diciembre del año pasado y en ella se dibujaron varias fases de ejecución. Las de mayor envergadura, las dos primeras, deberían cerrarse en abril, según consta en la nota de prensa realizada para el acto, y supondrían unos ingresos de 811 millones de euros. La contrapartida de esta entrada de fondos sería la salida de 376 inmuebles del patrimonio de Telefónica. Con los últimos datos oficiales en la mano, la ejecución del plan se ha quedado a la mitad, pero el retraso está dando sus frutos. Según fuentes de la firma, en cada venta se ha logrado un precio un 25% superior al calculado.

Telefónica no ha sido demasiado pródiga en la información que ha ido dando del desarrollo del programa. En los resultados trimestrales se ha limitado a cuantificar las plusvalías obtenidas y desde el cierre de junio no existen datos al respecto. El documento que más luz aporta es el folleto continuado registrado en la CNMV.

Para la operadora lo importante es obtener los máximos ingresos posibles, no los plazos

Según este informe, en 2002 se vendieron 8 edificios, con unos ingresos de 58 millones de euros. Ya en este ejercicio y hasta el mes de junio, la compañía había materializado o firmado el contrato de venta de otros 68 inmuebles. Los fondos obtenidos con estas desinversiones ascienden a 68 millones.

Estas cifras se incrementan notablemente si se añaden las ventas no concluidas, pero cerca de hacerse. Telefónica estaba negociando en junio ofertas sobre otros 118 inmuebles, todos ellos 'en proceso de cierre de contratos' y con una perspectiva de ingresos de 153 millones.

Incluso dando por hecho que estas ventas se han materializado en los últimos meses, los ingresos que ha obtenido Telefónica desde el inicio del plan ascienden a 471 millones de euros, muy lejos de los 811 millones previstos. Tampoco se acerca al número de inmuebles vendidos; 194, frente a 376.

Otro dato que avala la tesis del retraso es la página web de Telefónica, donde todavía quedan 187 inmuebles de la segunda fase en venta.

Fuentes de Telefónica reconocen que se ha ejecutado cerca del 50% del plan inmobiliario, pero niegan la existencia de retrasos. Los plazos que se pusieron eran sólo 'orientativos', porque lo importante es la eficiencia, es decir, lograr los máximos ingresos. Y esta consigna se está cumpliendo, según estas fuentes, que aseguran que Telefónica está muy satisfecha con el desarrollo del plan.

Y mientras unas fases se retrasan, otras entran en juego. Este es el caso de la tercera parte del plan, que se puso en marcha hace mes y medio. Estos inmuebles tienen la consideración de singulares, aunque su venta no es tan fácil, ya que están sujetos a recalificaciones.

Todo un lustro para un proyecto

1. El objetivo del plan de venta de inmuebles es conseguir fondos para financiar la construcción de la llamada Ciudad de las Comunicaciones, el complejo inmobiliario donde Telefónica llevará a buena parte de sus empleados en Madrid. Pero ni uno ni otro proyecto son nuevos. Fue el ex presidente de Telefónica Juan Villalonga el que vio la conveniencia de reducir el espacio que la operadora y su plantilla ocupaban en Madrid y mudar al personal a un edificio construido a tal efecto a las afueras de la capital. 2. Dicho y hecho. Villalonga convocó un concurso y el 8 de octubre de 1999 se hizo público el fallo. El estudio de Antonio y Carlos Lamela fue el elegido para construir el complejo, con capacidad para 10.000 empleados. Según los cálculos realizados entonces, Telefónica se iba a ahorrar 24 millones de euros al año sólo en alquileres.3. La llegada de Alierta a la presidencia de la operadora enfrió el proyecto de Villalonga, considerado un poco excesivo -incluso 'faraónico'- por alguno de los miembros de la nueva directiva. A finales de mayo 2001, sin embargo, el equipo gestor recuperó la idea. La Ciudad de las Comunicaciones volvía a ser una realidad. Y con ella, el plan de venta de edificios, que dio los primeros pasos a finales del año pasado.4. Esta vez, la construcción de la Ciudad de las Comunicaciones parece definitiva, aunque también está teniendo sus contratiempos. El diseño no se parece en nada al elegido por Villalonga, ya que Alierta ha optado por un complejo más discreto y de menor coste. Aun así, Telefónica pagará 435 millones de euros por él, 35 millones más del presupuesto inicial. La revisión se debe a un 'ajuste por inflación'. Tampoco parece que se vayan a cumplir los plazos, que prevé las primeras mudanzas para 2004.

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