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Dimisiones

El choque de culturas provoca la fuga masiva de ejecutivos en Morgan Stanley

El choque de culturas no ha sido exclusivo de las dos grandes fusiones bancarias ocurridas en España en el último lustro. El enfrentamiento entre rojos y azules (Santander y Central Hispano) o entre BBV y Argentaria se ha repetido a menor escala en Morgan Stanley. El banco absorbió en 1999 a la sociedad de valores AB Asesores, operación que constituyó su puerta de entrada a España. Pero ha perdido por el camino a muchos ejecutivos.

Así lo reconocen dos de sus máximos ejecutivos. 'No creo que haya ningún proyecto de fusión, absorción o compra en el que no haya choques de distintas culturas. Eso ha pasado también en Morgan Stanley y yo no le daría más importancia que la que tiene'. Así explican lo sucedido en los dos últimos años los dos nuevos consejeros delegados del área de particulares, Javier Arruti y Juan Gandarias, dos históricos de AB Asesores. 'Parece que damos la impresión de que todo el mundo se va, y Javier y yo llevamos más de quince años en la compañía', afirma Gandarias.

Ambos directivos fueron nombrados consejeros delegados del área de particulares el 28 de mayo. Nada extraño si no fuera porque ésta suponía la tercera vez que la división cambiaba de responsables en apenas un año, después de las sucesivas deserciones de Jorge Morán, Jorge Sanz y Carlos Oyarbide. En los últimos días se ha producido el último abandono. Antonio Morales, director de renta variable de la red comercial, quien ha dejado el banco 'porque no era a lo que estaba acostumbrado', según fuentes cercanas.

Antes que ellos, la lista era ya larga: Santiago Satrústegui, Angélica Rodríguez o Salvador García Atance e Ignacio Garralda. Todos tienen un denominador común: proceden de AB Asesores, entonces primera sociedad de valores independiente que en la cima del éxito fue absorbida por 300 millones. Corría febrero de 1999. Esta compra supuso la primera que llevaba a cabo en Europa el banco presidido por Philip Purcell, que apostó por mantener el equipo directivo y logró una cláusula de permanencia para ejecutivos con al menos dos años en la entidad.

El banco adaptó a su modelo su filial española. Algo que no agradó al equipo directivo, acostumbrado a un 'modo de trabajo más local' trufado de éxitos, según fuentes consultadas.

Así empezaron los primeros abandonos, tanto en el área institucional de Morgan, que dirige Luis Isasi, como en la de particulares. Ignacio Garralda, Salvador García Atance (fundador de AB) y Santiago Satrústegui fueron los primeros en abandonar. Este último fundó Abante Asesores. En junio de 2002 le tocó a Jorge Morán, consejero delegado que prefirió entrar en la gestión de activos del SCH.

Su sucesor, Jorge Sanz, apenas duró cinco meses. 'Morgan Stanley es uno de los mejores sitios para trabajar', afirma Sanz, 'pero otros directivos y yo hemos preferido trabajar en un proyecto más local e independiente'. Dejó el banco en febrero y se ha incorporado al banco de inversión Atlas Capital. Su misión será crear la unidad de gestión de patrimonios con una decena de compañeros que también abandonaron Morgan Stanley junto a él.

Tras él fue Oyarbide, quien salió en mayo para volver al área de banca de inversión. Si bien recaló en otro gigante, CSFB. Antonio Morales cierra la lista de abandonos. Al menos por el momento.

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