Las agencias de viaje prevén aumentar sus ventas un 7% este año
Las agencias de viajes españolas facturarán en torno a 10.000 millones de euros en 2002, un 7% más que el año anterior, mientras que los turoperadores obtendrán unos ingresos de 2.385 millones de euros, con un aumento del 6%, según se recoge en el estudio realizado por la empresa DBK. En este sentido, el estudio destaca que el sector mantiene un 'mejor comportamiento que otros agentes del sector turístico, que están sufriendo considerables caídas debido a la menor entrada de turistas alemanes y británicos'. A pesar del crecimiento registrado en las agencias, estos porcentajes fueron inferiores a los registrados en 2000, cuando la facturación de los turoperadores creció un 15,9 %, y la de las agencias, un 12%.
El sector está compuesto por cerca de 3.600 empresas, que dan trabajo a 35.700 trabajadores. El 90% de las mismas pertenece al segmento minorista y la mayor parte está localizada en Madrid y Cataluña, seguida de Andalucía y Baleares. Asimismo, la cuota de mercado de las cinco primeras empresas del segmento mayorista (Viajes Iberojet, Travelplan, Soltour, Tiempo Libre y Viva Tours) pasó del 50,3% en 2000 al 53,2% en 2001.
En cuanto a las agencias minoristas, las cinco primeras empresas (Viajes El Corte Inglés, Halcón, Viajes Marsans, CWT Viajes de Empresa y Viajes Iberia) controlan el 33,7% del mercado.
Por su parte, la Asociación Europea de Turoperadores y Agencias de Viajes (Ectaa), presentará una demanda ante la Comisión Europea sobre la exención que tiene la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) sobre el cumplimiento de la legislación europea en materia de competencia si esta asociación no acepta una modificación de las condiciones contractuales que mantiene con las agencias, según fuentes de la Cúpula Asociativa de Agencias de Viajes Españolas (Caave).
El presidente de Caave, Jesús Martínez Millán, el acuerdo entre IATA y las agencias de viajes europeas se firmó en 1989 y contemplaba una exención a las normas de competencia que fue aceptada por la Unión Europea.
Sin embargo, este contrato caducó en 1998 y desde ese momento se ha ido prorrogando de forma unilateral por parte de IATA a pesar del esfuerzo de las agencias por llegar a un acuerdo.