La crisis argentina castiga a las compañías con mayor peso
Los problemas financieros y políticos que venía arrastrando Argentina desde hace meses estallaron en enero. La dimisión del Gobierno de Fernando de la Rúa a finales del ejercicio pasado y la devaluación del peso más tarde pusieron en pie de jaque a los inversores, que comenzaron a retirar dinero en aquellas empresas españolas con fuerte presencia en el país andino.
Telefónica y los grandes bancos han cerrado entre los peores valores del Ibex. La operadora española ha perdido un 7,37%, y BBVA y SCH, el 5,04% y 4,14%, respectivamente.
Repsol ha sido la gran perdedora. La petrolera vale en Bolsa un 15,14% menos a como cerró 2001. La pretensión del Gobierno argentino de crear un impuesto de exportación para hidrocarburos ha dejado la acción a los niveles de finales de 1998.
La compañía ha sido, además, la más desfavorecida en las previsiones de los analistas. La mayoría de las recomendaciones son de vender o de peor que el mercado. Tan sólo han apostado por el valor Dresdner y Banesto Bolsa, que aconsejan comprar.
Repsol termina, además, como la peor compañía del sector energético del Euro Stoxx y la española que más pierde del índice global. Posición que ha sido en parte compensada con Cepsa, que se ha colocado a la cabeza del grupo sectorial con una revalorización del 10,17%.
Construcción sigue en la certera de los inversores. Ferrovial, ACS, FCC y Dragados han subido un 8,28%, 8,21%, 4,30% y 4,13%.
La estrella del Ibex ha sido Amadeus, que ha dado un giro radical en su cotización. Lleva acumulado un ascenso del 13,58%. Las previsiones de recuperación del sector turístico y, en especial, de las líneas aéreas tras los atentados terroristas de EE UU han devuelto la confianza al mercado.
Puleva Biotech ha conseguido colocarse en el podio del continuo con tan sólo un mes de presencia en la Bolsa. Ya gana un 37,25%.