Así entrena la NASA a los astronautas con realidad virtual para volver a la Luna
La agencia norteamericana da uso a esta tecnología para preparar el regreso al astro a medio plazo con las misiones Artemis.
La NASA se encuentra inmersa en los preparativos para una de las misiones más ambiciosas de la última década: el regreso de astronautas a la superficie lunar mediante el programa Artemis III, previsto para 2027. Aunque la fecha podría sufrir modificaciones, la agencia espacial estadounidense continúa con los entrenamientos y simulaciones necesarias para garantizar que, cuando llegue el momento del despegue, la tripulación esté completamente preparada.
Uno de los pilares fundamentales de esta preparación es el uso de tecnología de realidad virtual, una herramienta que ha revolucionado la forma en que los astronautas se entrenan para afrontar las exigencias de las caminatas espaciales, también conocidas como actividades extravehiculares (EVA). En el Centro Espacial Johnson de la NASA, ubicado en Houston (Texas), se ha desarrollado un laboratorio especializado que permite recrear con gran fidelidad las condiciones que los astronautas encontrarán en la superficie lunar y un vídeo permite ver cómo es todo aquello.
El entrenamiento de la NASA utilizando realidad virtual
Este entorno de simulación incluye desde cintas de correr multidireccionales hasta réplicas de trajes espaciales, pasando por escenarios virtuales construidos con datos reales del terreno lunar. El objetivo es doble: por un lado, familiarizar a los astronautas con los desafíos físicos y operativos de las EVA y, por otro, recopilar información sobre su rendimiento y estado de salud en situaciones extremas, lo que permite a los responsables de misión diseñar protocolos más seguros y eficientes.
Según Patrick Estep, ingeniero especializado en rendimiento humano de la NASA, la realidad virtual se ha convertido en una herramienta clave para el desarrollo de pruebas rápidas, controladas y repetibles. “Podemos simular prácticamente cualquier aspecto de una caminata lunar, desde la interacción con el terreno hasta la visualización de datos en tiempo real, todo dentro de un entorno digital que se adapta a nuestras necesidades”, explica este.
Pruebas que son importantes
Una de las simulaciones más destacadas se llevó a cabo en otoño de 2024, cuando el equipo de geología de Artemis III, liderado por el doctor Brett Denevi del Laboratorio de Física Aplicada de la Universidad Johns Hopkins, participó en una prueba de actividad extravehicular en realidad virtual. Esta experiencia permitió a los científicos y controladores de vuelo colaborar en tiempo real con los astronautas, evaluando itinerarios de exploración y objetivos científicos en un entorno virtual basado en datos del Orbitador de Reconocimiento Lunar de la NASA.
El entorno simulado se centró en la región Nobile Rim 1, cerca del polo sur de la Luna, una de las zonas candidatas para el aterrizaje de Artemis III. Gracias a esta recreación, los equipos pudieron planificar con precisión las rutas de exploración y las tareas científicas que se llevarán a cabo durante la misión.
Jeff Somers, del laboratorio de Fisiología Humana, Rendimiento, Protección y Operaciones de la NASA, subraya que la realidad virtual permite a los astronautas “hacerse una idea global de lo que supondrá realizar una EVA en la superficie lunar”. Esta visión integral es crucial para coordinar los esfuerzos entre los equipos científicos y operativos, que deben trabajar como una unidad cohesionada a pesar de sus diferentes enfoques.
Una gran idea por parte de la NASA
Aunque las pruebas de campo tradicionales seguirán siendo parte del entrenamiento, la NASA reconoce que la realidad virtual ofrece ventajas competitivas en términos de coste, rapidez y flexibilidad. Además, se está explorando el uso de opciones mixtas, que permitiría a los astronautas interactuar con objetos físicos mientras permanecen inmersos en un entorno virtual, elevando aún más el nivel de realismo y preparación.
La NASA está demostrando que el futuro de la exploración espacial no solo pasa por cohetes y módulos lunares, sino también por tecnologías inmersivas que permiten entrenar con precisión, anticipar riesgos y optimizar cada paso de la misión. Y la realidad virtual es una de ellas.