Casi 3 de cada 10 llamadas son estafas telefónicas. ¿Hay solución a esta lacra?

Un problema cada vez mayor

Persona hablando por teléfonoUnplash

Las llamadas de spam o intentos de estafa se han convertido en un hábito habitual. Al punto de que casi 3 de cada 10 llamadas telefónicas son un engaño. Un problema que va desde las estafas de suplantación de identidad, pasando por el acoso y derribo para que cambies de operador, suministros…

Tal y como ha informado Josep Albors, director de Investigación y Concienciación de ESET España, el 28% de las llamadas telefónicas son un intento de estafa o spam.

Es cierto que tenemos cada vez más herramientas de bloqueo de spam en nuestros dispositivos, además de las mejoras que han ido añadiendo Apple y Google para evitar este tipo de llamadas. Pero siguen siendo una lacra imposible de eliminar, por lo menos de momento.

El spam y las estafas telefónicas crecen a un ritmo alarmante

Pero, ¿cuál es la razón de este auge? Según explica Josep Albors, “los estafadores han aprendido a explotar nuestra predisposición a creer en lo que escuchamos y a responder de forma instantánea. Ya sea a través de llamadas telefónicas manipuladoras o de sofisticados sistemas de llamadas automatizadas, estos criminales se aprovechan de nuestra vulnerabilidad y aplican técnicas de ingeniería social que pueden ser difíciles de detectar en ese preciso momento”.

Según las cifras publicadas, el 28% de las llamadas desconocidas fueron fraude o spam en 2023, una cifra que aumentará este año con total seguridad. Más viendo que son muy rentables, al punto de que el 16% de los consumidores perdieron dinero en este tipo de estafa.

Persona hablando por teléfono

Y, aunque no te la cuelen han gastado tu tiempo, ya sea respondiendo a una llamada o bloqueando un número de teléfono sospechoso de ser spam o estafa telefónica. Lo peor de todo es que estar inscrito en registros anti spam como la Lista Robinson no sirve de mucho. Los estafadores cuentan con todo tipo de opciones para recopilar números de teléfonos, por no hablar de empresas que se saltan la ley a la torera.

Según ESET, las estafas telefónicas abarcan una amplia gama de tácticas diseñadas para engañar a las personas y obtener información confidencial o dinero. Entre las más comunes se encuentran las estafas de suplantación de identidad, conocidas como vishing, en las que los estafadores se hacen pasar por entidades legítimas como agencias gubernamentales, bancos o empresas de servicios.

También destacan las estafas de acceso remoto, donde un falso técnico solicita acceso a un ordenador para supuestamente solucionar un problema inexistente, solo para buscar datos confidenciales o instalar malware para seguir teniendo acceso al dispositivo.

Para ser sinceros, en mi familia sufrimos este problema a diario. Llamadas constantes en las que suena una grabación, o la operadora de turno intentando que cambies de compañía. Y hay pocas soluciones al respecto. Para empezar, si tu número de móvil se ha filtrado, o está de forma pública en redes sociales, ten por seguro que las llamadas no cesarán.

Así que, si has tenido la suerte de no haber sufrido llamadas de este tipo, lo mejor que puedes hacer es no utilizar tu número de móvil para nada relacionado con Internet: ni te registres con él, ni lo pongas como número de contacto. Es mejor tener un número secundario para todo lo relacionado con Internet. Así, si consiguen tu número, podrás ignorar todas las llamadas.

¿Y si ya estás sufriendo este tipo de acoso telefónico? Mucho nos tememos que toca cambiar de número, porque de momento no hay solución.


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