Inventar el futuro: la llegada de la patente unitaria

Este sistema brindará a Europa una posición más competitiva frente a otros mercados con normas más desarrolladas

Entra en vigor la Patente Unitaria EuropeaGETTY IMAGES

Se acaban las esperas. Finalmente ha entrado el vigor la implementación de la patente unitaria, tras un largo proceso que ha durado más de una década. Los beneficios más inmediatos que el nuevo sistema nos traerá son la simplificación de procedimientos, la creación de un mercado único europeo para las patentes eliminando la fragmentación y un aumento de la competitividad para las empresas europeas ya que se atraerá inversión internacional. Para ponerlo de manera sencilla, será como una ventanilla única a la cual podremos acudir para registrar una patente en Europa y, con una única solicitud, será posible obtener protección de patentes en hasta 25 países de la UE -los 17 países que están cubiertos por el sistema y otros ocho que ya han confirmado su cooperación-. Es, sin duda, un gran paso adelante para empresas e inventores que quieran registrar su patente en Europa.

Vamos a ver el detalle. Hasta la actualidad, los solicitantes podemos elegir entre presentar una solicitud nacional o una europea a través de la Oficina Europea de Patentes, (o EPO en sus siglas en inglés), pero eso sí, pagando las tasas de concesión y mantenimiento de cada país en el que deseemos validar nuestra patente. Además, en el caso de necesitar defenderla, los trámites y juicios también se realizan en cada país individualmente, lo que supone una inversión de tiempo y recursos que no es nada competitiva, sobre todo si nos comparamos con sistemas como el de Estados Unidos, Japón o China.

Con la llegada de la patente unitaria, se pondrá en marcha también el Tribunal Unificado de Patentes (TUP), que emitirá sentencias con efectos en todos los países que participan del sistema, lo que representará un gran avance para los solicitantes e inventores usuarios del sistema.

La complejidad del sistema anterior fragmentado, con la posibilidad de procesos judiciales simultáneos en múltiples jurisdicciones, representa una barrera significativa para las pequeñas empresas que buscan hacer valer los derechos de sus patentes. En este sentido, la llegada del TUP representa un paso importante hacia la simplificación y la democratización del proceso judicial ya que, con la reducción significativa de trámites burocráticos, el TUP permitirá que las pequeñas empresas y start-ups tengan un acceso más equitativo a la tutela judicial de sus patentes.

Más allá de las inúmeras ventajas a nivel de tiempo, recursos y simplicidad, los beneficios que marcarán una gran diferencia, sobre todo para las pymes, start-ups, investigadores y universidades, están relacionados con el nacimiento de un mercado único sin fragmentación, con el estímulo a la competitividad, la investigación, la creación de nuevas tecnologías y un mejor acceso a financiación, por citar los más importantes. Por eso, es difícil entender la decisión de España de quedarse fuera del sistema. Las consecuencias para nuestro ecosistema innovador y nuestra economía son importantes, pues la protección que una patente brinda a los inventores es indispensable para fomentar la innovación y la creación de nuevas tecnologías que estén a la altura de los líderes mundiales. El sector de la tecnología, sobre todo, avanza a pasos de gigante, con una competencia feroz a nivel mundial. Al quedarnos fuera del nuevo sistema, asumimos el riesgo de desfavorecer nuestro crecimiento económico, la entrada de inversión extrajera y limitar el proceso creativo de nuestros investigadores, empresas y universidades.

Como he mencionado antes, unos de los aspectos positivos de la llegada de la patente única es la creación de un sistema sin fragmentación, libre de obstáculos para la circulación de las invenciones patentadas entre los estados miembros. En este sentido, los solicitantes con recursos limitados, como las start-ups, universidades o las empresas pequeñas y medianas se verán beneficiadas ya que la facilidad del nuevo sistema no sólo les permitirá sacar sus invenciones al mercado de forma más simple -un incentivo esencial en el caso de empresas con estas características- como también facilitar que obtengan beneficios por sus invenciones y, consecuentemente, sean más competitivas bajo la visión de los inversores. En este sentido, al facilitar la labor de los inventores a la hora de obtener patentes y proteger sus invenciones desde las fases tempranas de investigación, logramos también facilitar el éxito de la transferencia de innovación, sea a través de empresas privadas o universidades, con sus hubs de investigación y spin-offs.

Un estudio reciente desarrollado por la EPO ha revelado que la convergencia de los Estados miembros de la Unión Europea en el máximo nivel existente de protección de patentes podría generar un incremento del 2% en los ingresos comerciales anuales, es decir, unos 14.600 millones de euros. Dicha convergencia, además, también tendría un impacto positivo en las inversiones extranjeras directas, con un incremento del 15% al año, lo que se traduce a unos 1.800 millones de euros. En este contexto, la Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea (EUIPO) nos ofrece otra cifra relevante: las empresas que poseen al menos una patente registrada generan, de media, un 20% más de ingresos por empleado. Una muestra más de la importancia del nuevo sistema europeo de patentes y del impacto de los derechos de propiedad intelectual en el éxito de una empresa.

No cabe duda de que sólo con un sistema sólido y competitivo lograremos aumentar el valor del mercado europeo, atrayendo fondos de inversión especializados que, como consecuencia, impulsarán el nacimiento de nuevas tecnologías en nuestro continente y el registro de patentes en toda Europa. En definitiva, la tan esperada llegada de la patente unitaria brindará a Europa una posición más competitiva frente a mercados con sistemas de patentes y de defensa de la propiedad intelectual más desarrollados, lo que es indispensable para fomentar los avances tecnológicos, la entrada de inversión extranjera directa y acelerar el círculo virtuoso de innovaciones que cambian paradigmas en la sociedad.

Rubén Bonet es Chairman y CEO de Fractus

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