Cómo puede la Unión Europea dejar de importar gas natural ruso
Existen los suministradores, empresas y tecnologías para que la UE no compre más hidrocarburos a Moscú antes de 2027
El Center for Energy Research (CREA) mantiene un contador de las exportaciones de combustibles fósiles rusos. Desde febrero de 2022 las ventas de petróleo, gas natural y carbón rusos al mundo alcanzan los 1,16 billones de dólares. Un 68% es petróleo crudo y refinado (797.200 millones), 20% gas natural (237.990 millones) y 12% carbón (117.090 millones). Del total de ventas rusas desde 2022, la UE ha recibido 254.590 millones de dólares, siendo 126.270 millones gas natural, 124.220 millones petróleo y 4.100 millones carbón. Solo la supera China con 339.250 millones
El 3 de diciembre el Consejo Europeo aprobó eliminar dichas compras en la perspectiva de finales de septiembre de 2027, así como las de Gas Natural Licuado (GNL) a finales de 2026. Cuando Vladimir Putin invadió Ucrania en febrero de 2022, la UE importaba el 45% de su gas natural de Rusia. La estrategia REPowerEU, adoptada por la Comisión Europea en marzo de 2022, tiene varios ejes. Uno de ellos es diversificar los suministradores. También proporcionó 20.000 millones de euros para financiar infraestructuras energéticas como plantas de regasificación de GNL, unidades flotantes de almacenamiento y regasificación (FSRU) y la conexión de redes eléctricas.
En 2024 Noruega suministró el 33% del total de exportaciones de gas natural a la UE, seguida de Rusia (18,9%), EEUU (16,5%), Argelia (14,4%). Azerbaiyán, Reino Unido, Catar y Nigeria aportaron el resto. En los primeros ocho meses de 2025, EE UU vendió 45.100 millones de metros cúbicos (o 45,1 mm3) a Europa, un 139% más que en el mismo periodo de 2024. Noruega proporcionó 107,34 mm3, Argelia 39,2 mm3 (-5,3%) y Catar 11,8 mm3 (+40%).
En 2025 han seguido disminuyendo las ventas de gas natural ruso a la UE. En 2021 alcanzaron 175 mm3 y este año han sido solo 16 mm3. El primer día del año dejó de circular por el gasoducto Soyuz, que cruza territorio ucraniano. A pesar de la guerra, el contrato de 2019 justificaba que se bombeara gas, aunque el volumen era un 20% de la magnitud prebélica. Putin cerró el gasoducto Yamal en abril de 2022 después de que Polonia se negara a pagar en rublos. Alemania paralizó Nord Stream 1 y Nord Stream 2 inmediatamente después de la invasión. Por consiguiente, TurkStream es el único gasoducto que transporta gas ruso a Europa, concretamente a Bulgaria, Hungría, Eslovaquia, Grecia, Serbia, Bosnia-Herzegovina y Macedonia del Norte. Por él fluyeron 16,3 mm3 entre enero y noviembre de este año, un ascenso respecto a los 15,2 mm3 de 2024. Mediante BlueStream Turquía se aprovisionó de 21 mm3 de gas natural ruso en 2024.
EE UU y la UE están presionando a Ankara para que recorte sus vínculos energéticos con Moscú. Durante la visita de Recep Tayyip Erdogan a Washington en septiembre se firmó un contrato con una vigencia de veinte años para el envío de 4 mmc3 anuales de GNL de EEUU a Turquía a partir de 2026. Pero las adquisiciones de GNL ruso han aumentado. Esta circunstancia se debe en parte a que es más barato que el de EE UU y Catar, que debe recorrer mayor distancia antes de llegar a Europa. En 2024 los mayores importadores de GNL ruso en Europa fueron Francia (4 mm3), Bélgica (2,3 mm3), España (1,8 mm3), Países Bajos (1 mm3) e Italia (0,7 mm3). .
La UE debería invertir más en infraestructuras energéticas. De las 24 plantas de regasificación de 2022 se ha pasado a solo 30 en la actualidad. En el mismo periodo se han añadido solo diecisiete FSRU, la mitad construidas y la otra arrendadas. Las FSRU tienen un menor coste e impacto medioambiental y mayor movilidad. Emplean el calor del mar para regasificar el GNL. Pueden remolcarse a cualquier lugar, permitiendo su conexión a gasoductos y redes eléctricas de cualquier país con litoral. Comprar una FSRU cuesta 250 millones de dólares. Pero se puede arrendar por 155.000 dólares diarios. Excelerate Energy (EEUU), Höegh LNG, Golar LNG (Noruega), BW Group (Noruega/Singapur) y EXMAR (Bélgica) son los gigantes del sector. Son propietarios de FSRU, plantas de regasificación tradicionales y navíos que transportan petróleo y gas licuado.
En abril de 2023 el Consejo Europeo vetó la compra de carbón ruso, que en 2021 constituyó el 46% del total consumido en la UE. En junio del mismo año, también presionado por la Comisión Europea, el Consejo prohibió la importación por vía marítima de petróleo crudo o refinado de Moscú. Pero aún se permite a Hungría y Eslovaquia adquirir petróleo ruso a través del oleoducto Druzhba, que atraviesa Ucrania.
Durante décadas la proximidad de Rusia la convirtió en el máximo suministrador. Putin profundizó dicha dependencia construyendo numerosos nuevos gasoductos. BlueStream entró en funcionamiento en 2005, Nord Stream 1 en 2011 y TurkStream en 2020. España fue pionera en construcción de plantas de regasificación. Pero no ha añadido ninguna a las ocho que tiene desde 2022. La primera FSRU en Europa se construyó en Cartagena en 2003, con un navío de Golar LNG, la tecnología de Höegh LNG y la infraestructura de Enagás. Naturgy ha firmado un contrato para la exportación de 1 mm3 anual de LNG de la estadounidense Venture Global a partir de 2030. En 2024, EE UU fue el primer exportador mundial de GNL con 11,9 mm3. El 53% se vendió a Europa y el 33% a Asia. Existen los suministradores, empresas y tecnologías para que la UE no compre más hidrocarburos a Rusia antes de 2027.