Cinco tendencias clave en energía para 2025: ¿están las empresas listas para el cambio?
Ajustes tan simples como la potencia contratada o la implementación de aerotermia y paneles solares pueden optimizar el consumo y reducir costes
¿Es la energía el gran elefante en la habitación para las empresas? Si bien algunos sectores industriales tienen un control milimétrico sobre sus costes energéticos, muchas pymes apenas prestan atención a una partida que, en ocasiones, podría optimizarse considerablemente. Con los precios del mercado eléctrico estabilizándose en torno a los 100 euros/MWh gracias a la mayor producción renovable, el final de 2024 ha llegado con un recordatorio: los precios del gas y el CO2 pueden elevar la factura más rápido de lo que nos gustaría. Entonces, ¿cuáles son las tendencias clave que deberían guiar a las empresas en 2025 para optimizar su consumo y ser más eficientes?
1. ¡Atención a la potencia contratada! Comencemos con un clásico que aún pasa desapercibido: la potencia contratada. Este concepto fijo en la factura eléctrica puede ser una mina de oro o un pozo sin fondo, dependiendo de su gestión. ¿Sabía ud. que muchas empresas pagan por una potencia que no utilizan o, peor aún, enfrentan penalizaciones por excederla? Ajustar este parámetro puede ser más rentable que cambiar de proveedor. Porque, al final, ¿qué sentido tiene contratar una potencia que solo se usa a medias?
2. Eficiencia: más que cambiar bombillas. Aunque pueda sonar como un consejo de otra época, cambiar a luminarias LED sigue siendo una de las inversiones más rentables, incluso para empresas inquilinas. La amortización suele lograrse en menos de dos años, dejando ahorros sustanciales a partir de entonces.
3. No todo son luces: los sistemas de climatización también merecen atención. Las unidades basadas en aerotermia no solo son tecnológicamente superiores, sino que también alcanzan eficiencias del 300%, reduciendo los costes de manera significativa, pese a su elevada inversión inicial. Y aquí va una pregunta para reflexionar: ¿cuánto cuesta mantener la comodidad de tu oficina?
4. Certificados de ahorro: el nuevo oro verde. Si la expresión “certificados de ahorro energético” no te suena familiar, es hora de prestarle atención. Estas herramientas, que podrían considerarse las subvenciones 2.0, permiten monetizar las mejoras de eficiencia en viviendas y negocios. Por ejemplo, al sustituir un sistema de calefacción a gasoil por aerotermia, hemos visto subvenciones equivalentes al 44% del coste de la instalación.
5. Renovables: el sol sigue brillando. Aunque el bum fotovoltaico de 2022-23 haya perdido algo de fuerza en 2024, las placas solares siguen siendo una de las inversiones más seguras y rentables. Con periodos de retorno de 5 a 6 años y una vida útil de más de 25, el autoconsumo continúa siendo un camino claro hacia el ahorro.
Las tendencias apuntan a un equilibrio entre el control y la innovación. Desde ajustes tan simples como la potencia contratada hasta la implementación de aerotermia y paneles solares, las empresas tienen múltiples palancas para optimizar su consumo y reducir costes. ¿Estarán dispuestas a dar el salto? Como dirían algunos: ahorrar energía no es un gasto, es una inversión en el futuro. Y en 2025, ese futuro ya está aquí.
Borja Osta Gallego es subdirector de Selectra