Las claves del día: el Gobierno salva un ‘match ball’, y un hotel de lujo religiosamente sindical
La historia de esta pequeña victoria en sede parlamentaria deja, con todo, una serie de enseñanzas para el Ejecutivo
Tras un año de legislatura, y con la muy reveladora (y ajustada) excepción de la amnistía, el Ejecutivo ha sacado adelante una votación importante en el Congreso de los Diputados. Para ello, sus señorías han hecho horas extra (para indignación de Aitor Esteban), todo tipo de malabarismos y acuerdos transaccionales –esos que, al fin y al cabo, conforman la tarea ardua de gobernar– y algunas renuncias. Salva así el Ejecutivo de Pedro Sánchez un punto de partido crucial y, de paso, miles de millones de euros en ingresos y 7.200 millones del quinto desembolso de los fondos europeos.
La historia de esta pequeña victoria en sede parlamentaria deja, con todo, una serie de enseñanzas para el Gobierno: cada pacto va a necesitar de sudor y sangre, y hay muchos interlocutores con intereses contrapuestos por satisfacer. Así se presentan los tres años que quedan de legislatura, si es que el Ejecutivo aguanta este ritmo de infarto hasta entonces. El próximo match ball, la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado, ya está a la vuelta de la esquina.
El ecopostureo y una triste despedida de los dinosaurios
Ayer se celebró en Santander la vista oral del juicio por el que Iberdrola acusa a Repsol de ecopostureo. La elección de la capital cántabra se debe a que allí está domiciliada la comercializadora de electricidad y gas de Repsol, aunque bien podría haber sido por su condición de ciudad de corte señorial (residencia de verano de la realeza durante años) y algo dada al postureo. En la vista, la petrolera se presentó como “líder en la transición energética”, mientras que la eléctrica ve incompatible esta posición con el petróleo. Moeve (antes Cepsa) no tiene ese problema, porque en su último anuncio ya se ha despedido de los dinosaurios.
Un hotel de cinco estrellas religiosamente sindical
La fiebre por los hoteles de cinco estrellas en el centro de Madrid no parece tener visos de acabarse. La cadena Pulitzer prepara ya su nuevo proyecto, Sor Madrid, cuyo nombre es un guiño al origen del edificio donde se sitúa: el convento de las Recogidas de Santa María Magdalena, una “casa real para mujeres arrepentidas” inaugurada en 1623 que, tras su abandono, fue sede del que ahora es su dueño, el sindicato UGT.
La irrupción de este nuevo establecimiento es un buen síntoma del estado general de las cosas en el país: tanto el clero como el sindicalismo –con la devoción que ambos comparten– están de capa caída, mientras el turismo tira de la economía. El sindicato, al menos, podrá cobrar el alquiler.
La frase
Un referéndum sobre la independencia de Cataluña en el conjunto de España: probémoslo, innovemos. Sería una innovación, porque en la historia nunca ha habido un proceso de auto- determinación en que haya votado el resto de la nación que no está afectada, pero hagámosloGabriel Rufián, portavoz de ERC en el Congreso
El joven que no tiene quien le escriba
Según Save the Children, un 60% de los adolescentes españoles utiliza las redes sociales para informarse, al mismo nivel que la televisión, y el doble de lo que se informan a través de la prensa escrita. Esto es problemático, toda vez que las redes son un caldo de cultivo perfecto para la mentira. Más, incluso, que algunos autodenominados medios de comunicación. La tendencia preocupa a los profesores, que denuncian que, cuando contradicen bulos, los alumnos “se reafirman”. No ayuda, en todo caso, que los medios estén enfocados más a sus padres y a sus abuelos que a ellos. La clase política, por su parte, se preocupa más (y casi exclusivamente) de los problemas de su base gruesa de votantes, que no es precisamente joven. Al final, como con casi todo, es una cuestión demográfica.