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El lord musulmán y gay que ha hecho tambalearse a los Starmer con sus regalos

Los favores de Waheed Alli, millonario productor de televisión, ponen en duda el carácter renovador del Ejecutivo

José Manuel Esteban

“Señorías, muchos de ustedes sabrán que soy abiertamente gay. Tengo 34 años. Era gay a los 24, a los 21, a los 20, a los 19, a los 18, a los 17 e incluso a los 16 años. Nunca he estado confundido sobre mi sexualidad. Me ha confundido la forma en que me tratan por ello”. Así comenzó su primera intervención en la Cámara de los Lores de Reino Unido Waheed Alli (Croydon, Londres, 59 años), por entonces un joven lord apenas conocido. Era el 13 de abril de 1999 y los parlamentarios debatían sobre rebajar el consentimiento sexual de los homosexuales a los 16 años, como ya estaba permitido en las rela...

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“Señorías, muchos de ustedes sabrán que soy abiertamente gay. Tengo 34 años. Era gay a los 24, a los 21, a los 20, a los 19, a los 18, a los 17 e incluso a los 16 años. Nunca he estado confundido sobre mi sexualidad. Me ha confundido la forma en que me tratan por ello”. Así comenzó su primera intervención en la Cámara de los Lores de Reino Unido Waheed Alli (Croydon, Londres, 59 años), por entonces un joven lord apenas conocido. Era el 13 de abril de 1999 y los parlamentarios debatían sobre rebajar el consentimiento sexual de los homosexuales a los 16 años, como ya estaba permitido en las relaciones heterosexuales. Al acabar, se sentó orgulloso de haber dado un “discurso brillante”, contó en una entrevista de 2011 al Financial Times. Los laboristas perdieron la votación.

La ley acabó saliendo adelante, gracias al empuje del entonces primer ministro Tony Blair, el impulsor del nombramiento de Alli como lord. Con 33 años, fue el miembro de la Cámara Alta más joven de la historia, y el primero abiertamente homosexual. Blair buscaba introducir un soplo de aire fresco en una cámara parlamentaria de pedigrí, reservada en su origen a la aristocracia y el clero.

25 años después de aquella primera intervención, Alli es un influyente millonario productor de televisión y uno de los grandes donantes del Partido Laborista. En las últimas dos décadas ha donado más de 600.000 libras (más de 700.000 euros al cambio actual) directamente al partido. Pero son otro tipo de donaciones –regalos en forma de gafas y ropa o estancias en sus propiedades– los que le han puesto en el foco a él y a la familia del nuevo primer ministro, Keith Starmer, en lo que ya se ha bautizado como el wardrobegate (el escándalo del armario).

Waheed Alli no es un lord al uso. No proviene de las grandes familias nobles británicas, ni acudió a colegios de renombre como Eton, por cuyas aulas han pasado hasta 20 primeros ministros. Es, en uno de los pocos casos en los que la expresión se puede usar sin salvedades, un hombre hecho a sí mismo. Este empresario nacido en 1964, hijo de una enfermera hinduista procedente de Trinidad y Tobago y de un mecánico musulmán de Guyana, se crio en el sur de Londres. A los 16 años, cuando su padre se fue de casa, tuvo que dejar el instituto y ponerse a trabajar. A través de una oficina de empleo, consiguió un puesto en el departamento de análisis de una revista de finanzas llamada ­Planned Savings. En ella dedicó tres años a analizar compañías, hasta que un ejecutivo de una de las firmas financieras que cubría, Save & Prosper, le ofreció trabajo como analista.

En la City aprendió que lo importante era la “psicología del dinero”, contaba en una entrevista, y la importancia de la narrativa en los negocios. Con 26 años, le ocurrió “algo extraordinario”: después de años dando el 80% de su sueldo a su familia, con sus hermanos independizados y su madre instalada en una nueva casa, comenzó a quedarse con su jugoso sueldo de forma íntegra. Lo usó, primero, para viajar durante doce meses. Con apenas 28 años, junto a quien acabaría siendo su pareja y socio, Charlie Parsons, fundó la productora Planet 24.

Con ella abrieron una nueva era en la televisión británica, con programas de gran éxito como el matinal The Big Breakfast o el reality Supervivientes. En 1999, vendieron la productora por 15 millones de libras a Carlton Communications. Desde entonces, el lord, con una fortuna de unos 200 millones de libras, según The Times, ha combinado la política y los negocios: fundó dos compañías más de medios, y presidió el consejo de administración de la productora Chorion y el de la firma de moda Asos, la cual intentó replicar sin éxito en la India, con la empresa Koovs.

Pero nunca ha dejado de contribuir a las arcas laboristas. Siempre con un perfil bajo... hasta hace unas semanas, cuando florecieron los regalos que ha hecho a Starmer y a su esposa: durante la campaña, el líder laborista recibió casi 16.200 libras en ropa y otros artículos gratis, que en un principio no se declararon debidamente, mientras su esposa recibió otras 5.000 libras en regalos, que no se declararon. Starmer, que en un principio justificó los regalos, ha acabado cediendo a la presión y no aceptará más ropa gratis.

El asunto ha puesto en duda la imagen regeneradora del primer ministro, y ha levantado dudas sobre qué pide a cambio el empresario, que también ha hecho regalos a otros laboristas: la ahora viceprimera ministra, Angela Ryanair, se alojó en su piso de Nueva York en Nochevieja. Su influencia sobre el Ejecutivo parece agrandarse, y según The Times, asesoró en algunos nombramientos.

Dicen los que han trabajado con él que es reservado y que odia ser el centro de atención. No estará pasando buenas semanas, entonces, aunque el escándalo no le ha impedido seguir acudiendo a Downing Street estas semanas, para cuya entrada se le ha concedido un pase personal. “En política hay gente que hace las cosas y otros que se sientan a informar a la prensa. Waheed es de los primeros”, cuenta a The Guardian una persona que ha trabajado con él.

En dos ocasiones en su vida a Alli le han pedido que cambie su forma de estar en el mundo: cuando hizo su entrevista para entrar en la City, y cuando iba a ser nombrado lord. En ambas le sugirieron que se quitara el pendiente que lucía en una de sus orejas. Y en ambas se negó. Su ahora exsocio y expareja, Parsons, resume así su carácter a The Times: “Odiará que este perfil siquiera exista. Pero eso no le impedirá seguir donando”.

Defensor de los derechos de los homosexuales

Activismo. Alli defiende que sus políticas son las de “la sexualidad o la igualdad”, y considera su trabajo por los derechos de los homosexuales como su gran legado. Además de su lucha en el Parlamento por leyes a favor del colectivo, colabora con la fundación contra el sida del cantante británico Elton John.


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