La mejor jugada de Elon Musk en su lucha contra Bruselas puede ser un ‘eXit’
El multimillonario se enfrenta a adversarios decididos en los comisarios Thierry Breton y Margrethe Vestager, que disponen de una nueva herramienta jurídica
Elon Musk no tiene una salida fácil en su lucha con la Comisión Europea, que investiga si su red social, X, infringió las normas diseñadas para limitar el contenido ilegal y la desinformación. El multimillonario se enfrenta a adversarios decididos en los comisarios Thierry Breton y Margrethe Vestager, que disponen de una nueva herramienta jurídica. Es posible que Musk llegue a la conclusión de que tirar del enchufe tiene sentido.
El mes pasado, la Comisión emitió un dictamen preliminar en el que declaraba que X había infringido la Ley de Servicios Digitales (DSA, por sus siglas en inglé...
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Elon Musk no tiene una salida fácil en su lucha con la Comisión Europea, que investiga si su red social, X, infringió las normas diseñadas para limitar el contenido ilegal y la desinformación. El multimillonario se enfrenta a adversarios decididos en los comisarios Thierry Breton y Margrethe Vestager, que disponen de una nueva herramienta jurídica. Es posible que Musk llegue a la conclusión de que tirar del enchufe tiene sentido.
El mes pasado, la Comisión emitió un dictamen preliminar en el que declaraba que X había infringido la Ley de Servicios Digitales (DSA, por sus siglas en inglés), una nueva legislación de gran alcance cuyo objetivo es combatir los contenidos nocivos en línea. Entre otras cosas, Bruselas cuestionó las marcas azules de usuario de la red, que teme otorguen una falsa credibilidad a algunas cuentas. X manifestó su desacuerdo con la evaluación de la Comisión. Otra investigación, sobre la forma en que la red de Musk modera la desinformación y el contenido ilegal, está en curso.
Breton tomó la inusual medida de recordar públicamente a Musk la existencia de la DSA en su propia cuenta de X, causando consternación en Bruselas pero también poniendo de relieve el compromiso del francés con el caso. Las últimas sanciones posibles incluyen multas equivalentes al 6% de los ingresos.
Mucho depende de Musk. La DSA da tiempo a las empresas para mejorar sus sistemas antes de que la Comisión tome una decisión definitiva, lo que deja margen para evitar cargos. Bruselas no espera una plataforma perfecta que esté permanentemente libre de discursos de odio o desinformación, según una persona familiarizada con el caso. Más bien quiere ver procesos sólidos para eliminar las publicaciones ilegales, como las que promueven el terrorismo, y un diseño general que tenga como objetivo limitar los riesgos sociales de la desinformación desenfrenada.
El problema es que a Musk podría costarle asumir esa visión. En comparación con la anterior dirección de la empresa antes conocida como Twitter, ha mostrado una actitud más permisiva con las publicaciones polémicas. Un informe de mayo de la Comisión Europea afirmaba que X había reducido su equipo de moderadores de contenidos en un 20% desde el pasado octubre y que solo cubría siete de las 24 lenguas oficiales del bloque.
X no es signataria del código europeo sobre desinformación, mientras que TikTok, Alphabet, propietaria de YouTube, y Meta Platforms, propietaria de Facebook e Instagram, sí lo son. Un estudio encargado en septiembre por los promotores del código concluyó que la desinformación era más fácil de descubrir en X, entre las principales plataformas.
No parece que Musk vaya a cambiar mucho, ya que respondió a la advertencia de Breton con un meme que contenía un improperio. Ante la amenaza de posibles sanciones, la intransigencia continuada solo apuntaría en una dirección: salir de Europa. La salida debería ser técnicamente posible. El servicio de redes sociales Threads de Meta, por ejemplo, se lanzó inicialmente sin disponibilidad para los usuarios europeos.
Es cierto que abandonar el bloque significaría prescindir de 67 millones de usuarios registrados, según las cifras de la última declaración de transparencia de X. Pero es dudoso que la red pueda ganar mucho dinero con ellos. La empresa en su conjunto tuvo un flujo de caja libre negativo el verano pasado, y Europa debería ser, en teoría, una de sus regiones menos rentables, dado el coste de cumplir con la regulación. Enfrentado a la perspectiva de fuertes sanciones o de comprometer sus creencias, Musk puede simplemente decidir que la región no merece la pena.
Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Pierre Lomba Leblanc, es responsabilidad de CincoDías.
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