Claves: los visados que no necesita la vivienda, y la preocupación (relativa) por el medio ambiente de EE UU y la UE
El mercado residencial español tiene inversión suficiente
Los visados de oro a extranjeros por invertir en España pueden tener sentido cuando sirven para apoyar empresas, donde no sobra capital, precisamente, pero son completamente innecesarios cuando se aplican a la vivienda, un mercado que, en este país, tiene pretendientes en abundancia. Así que tiene sentido que el Gobierno elimine esta figura, que en la práctica era utilizado principalmente por ciudadanos chinos y rusos. Precisamente, su aprovechamiento por parte de estos últimos no habrá pasado desapercibido a la Comisión Europea, que ha luchado para que los Estados miembros acaben con las ...
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Los visados de oro a extranjeros por invertir en España pueden tener sentido cuando sirven para apoyar empresas, donde no sobra capital, precisamente, pero son completamente innecesarios cuando se aplican a la vivienda, un mercado que, en este país, tiene pretendientes en abundancia. Así que tiene sentido que el Gobierno elimine esta figura, que en la práctica era utilizado principalmente por ciudadanos chinos y rusos. Precisamente, su aprovechamiento por parte de estos últimos no habrá pasado desapercibido a la Comisión Europea, que ha luchado para que los Estados miembros acaben con las golden visas.
No conviene exagerar, de todos modos, el impacto de estas compras, minoritarias, en el mercado de la vivienda (aunque se centren en las localidades más tensionadas); escuchando a Pedro Sánchez, parecería que de repente fueran a bajar los precios de forma radical. En un decenio se han concedido unos 10.000 visados de este tipo, o sea, unos 1.000 al año, frente a, por ejemplo, las 640.451 compraventas totales que hubo en España en 2023.
Los bancos centrales no saben aún si su endurecimiento ha sido adecuado
Las economías occidentales han resultado sorprendentemente resistentes a las subidas de los tipos de interés, pero eso tiene que ver en parte con que el endeudamiento de hogares y empresas está más vinculado a tipos fijos, y no tanto a variables, una forma de previsión que ha crecido desde la crisis de 2008. Así que, como señala el FMI, aún hay tiempo para que el drástico alza del precio del dinero repercuta de forma notable en la capacidad de afrontar su deuda de personas físicas y jurídicas. En caso de que así sea, los bancos centrales podrán evaluar si su endurecimiento ha sido ajustado, o si se ha pasado de frenada.
A EE UU y la UE les preocupa el medio ambiente... salvo si es China la que rompe el mercado
A Estados Unidos y la UE les preocupa el medio ambiente y quieren que se invierta en la transición ecológica... salvo si eso lo hace el Gobierno chino, y provoca la quiebra de empresas occidentales. La Casa Blanca critica estos días el “exceso de capacidad” de la industria ecológica china. Tanto Washington como Bruselas pueden poner puertas al campo, incrementando los aranceles (aunque eso suponga perjudicar a empresas europeas, como las de automoción, que tienen negocio en China, y que podrían sufrir represalias).
A cambio, los países que se queden fuera de esta campaña, como los latinoamericanos, pueden beneficiarse de la producción china de coches eléctricos y paneles solares, por ejemplo.
La frase del día
“Hay una creciente necesidad de aumentar el gasto público por la transición verde, la reestructuración de las cadenas de suministro, el gasto militar y los costes sanitarios. Eso puede llevar a una inflación más pegajosa y a unos tipos más altos de lo que esperan los mercados”
Jamie Dimon, CEO de JP Morgan
TSMC vuelve a intentar una incursión en el extranjero
El fabricante de chips taiwanés TSMC invertirá 60.000 millones de dólares en tres plantas en Arizona (EE UU), gracias a 10.600 millones de financiación de Washington. Es la mayor apuesta en el extranjero de la compañía, que ya lo intentó más tímidamente hace dos decenios. Tuvo que afrontar costes más elevados de lo previsto, y conflictos laborales. Ahora puede tener esos mismos problemas (en particular, la escasez de mano de obra especializada), así como la posibilidad de que haya un exceso de capacidad de semiconductores en el mercado, y las derivadas de la guerra comercial entre EE UU y China. La incursión es, en todo caso, una toma de partido clara por parte de la compañía a favor de la Casa Blanca, a la que tampoco le sale barato.
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