La gran oportunidad de Binter
La española tiene a su favor su bandera, su solvencia y el hecho de no ser una competencia peligrosa para ser una de las soluciones a la fusión de Iberia y Air Europa
El examen que determinará la factura en remedies que la Comisión Europea exigirá a Iberia como condición para aprobar su fusión con Air Europa no va a ser un paseo. Al menos eso se desprende del mensaje que ayer envió Bruselas sobre el tema, que coincide con la entrada de la operación en una segunda fase de exploración por parte de las autoridades comunitarias de Competencia. El departamento que depende de Margrethe Vestager subrayó que ambas aerolíneas son competidores directos que podrían dominar rutas en el mercado español sin alternativa en el tren y, por supuesto, en el tráfico a las islas. También destacó el déficit de competencia que la operación generará en rutas directas a América y a determinados países europeos. El objetivo de la CE, en palabras de Vestager, es asegurar “que la transacción no afecta negativamente a los precios ni a la calidad de los servicios de transporte aéreo de pasajeros dentro y fuera de España”.
La preocupación de Bruselas es razonable frente a una fusión que creará el primer conglomerado aéreo en tráfico doméstico en nuestro país, un grupo con más del 35% de cuota sobre viajeros y con especial peso en las rutas entre la península y las islas. En el argumentario frente a la CE, la estrategia del grupo español pasa por minimizar en lo posible la factura Bruselas quiera imponer y asegurarse de que los remedies no suponen ceder terreno frente a su mayor competencia. Ello incluye intentar que las autoridades de Competencia no focalicen su análisis solo en el mercado doméstico español, donde la fusión tiene un peso indiscutible, así como llamar la atención sobre el hecho de que la unión con Air Europa suma menos cuota que la que ocupan Air France en Francia, KLM en Países Bajos o Lufthansa en Alemania.
Entre las opciones que IAG puede proponer a la CE para suavizar la magnitud de la fusión en el mercado encaja como un guante la estrategia de la española Binter, la cual abre la semana que viene las rutas desde Gran Canaria y Tenerife Norte a Madrid-Barajas con cinco nuevos aviones y aspira a consolidarse como operador esencial de la región. El operador reconoce aspirar a tomar una cuota del 20% al 25% en el corredor Madrid-Canarias, el pedazo de tarta que ocupa en la actualidad la aerolínea de Globalia, y a posicionarse como una de las alternativas que Bruselas acepte para autorizar la integración de Iberia y Air Europa.
Binter tiene a su favor su bandera, su solvencia y el hecho de no ser una competencia preocupante para IAG. Todas ellas son ventajas objetivas que pueden permitir redistribuir los slots del mercado aéreo doméstico sin que este pierda españolidad.
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