La debilidad de Scholz afectará a la UE

El ascenso de la ultraderechista AfD se atribuye a su oposición a las medidas de la transición climática

El canciller alemán, Olaf Scholz, este lunes en una reunión de su partido, el SPD, en Berlín.ANDREAS GORA / POOL (EFE)

La estrepitosa derrota del canciller alemán, Olaf Scholz, en las cruciales elecciones regionales del pasado domingo será tan traumática en Bruselas como en Berlín. Los votantes asestaron un duro golpe a los tres partidos del Ejecutivo de centroizquierda de Scholz.

La victoria del partido conservador CDU vino acompañada de una fuerte subida de la ultraderechista Alternative für Deu...

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La estrepitosa derrota del canciller alemán, Olaf Scholz, en las cruciales elecciones regionales del pasado domingo será tan traumática en Bruselas como en Berlín. Los votantes asestaron un duro golpe a los tres partidos del Ejecutivo de centroizquierda de Scholz.

La victoria del partido conservador CDU vino acompañada de una fuerte subida de la ultraderechista Alternative für Deutschland (AfD), que obtuvo el 15% de los votos en el populoso estado de Baviera y el 18% en Hesse. La coalición de socialdemócratas, verdes y liberales de Scholz ya estaba dañada por las disputas internas. Su creciente debilidad podría paralizar reformas cruciales tanto en Alemania como en la Unión Europea.

En Berlín, las divisiones sobre el ritmo y el coste de la transición ecológica entre el Partido Verde y el liberal FDP, cuyo líder, Christian Lindner, es el ministro de Economía de la coalición, ya han llevado a suavizar la prohibición de las calderas, prevista para 2024.

Los encuestadores atribuyen gran parte del reciente ascenso de la AfD, cuyo centro de atención ha sido durante mucho tiempo la lucha contra la inmigración, a su oposición a las costosas medidas de la transición climática. Si Scholz ralentiza los esfuerzos de Alemania hacia las emisiones netas cero en respuesta al voto local, ello repercutiría a nivel de la Unión Europea.

En Bruselas, un Gobierno alemán preocupado por sus problemas internos podría ser incapaz de reunir a otros Estados miembros en torno al tipo de propuestas de compromiso que la UE necesita para cerrar algunos acuerdos clave. Es el caso de los debates en curso sobre la reforma pan­europea de los precios de la energía, en los que Francia y Alemania están muy distanciadas, y sobre la revisión de las normas fiscales de la UE.

El proceso de toma de decisiones de la UE corre el riesgo de detenerse justo cuando necesita acelerarse.

Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías

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