Los aprietos de LaLiga, la fructífera pájara de las renovables y la nueva televisión de siempre
El fútbol español recorta gastos... y los espectadores se rascan el bolsillo
El fútbol español atraviesa un momento exigente en lo financiero: hay poco dinero para fichajes, pese a la inyección con efectos secundarios de CVC (que a cambio se asegura parte de los ingresos de TV durante décadas), y clubes como el Barcelona hacen malabarismos contables para pagar los elevados salarios comprometidos de épocas anteriores, a la vez que siguen atrayendo alguna estrella de otros países, como Gundogan, del flamante campeón de Europa, el Manchester City.
En paralelo, las plataformas que emiten los partidos de LaLiga suben sus precios, en especial Dazn, que necesita amorti...
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El fútbol español atraviesa un momento exigente en lo financiero: hay poco dinero para fichajes, pese a la inyección con efectos secundarios de CVC (que a cambio se asegura parte de los ingresos de TV durante décadas), y clubes como el Barcelona hacen malabarismos contables para pagar los elevados salarios comprometidos de épocas anteriores, a la vez que siguen atrayendo alguna estrella de otros países, como Gundogan, del flamante campeón de Europa, el Manchester City.
En paralelo, las plataformas que emiten los partidos de LaLiga suben sus precios, en especial Dazn, que necesita amortizar su potente inversión en derechos deportivos. El precio mínimo para ver casi la mitad de los encuentros es de 25 euros al mes, si se paga todo el año de primeras; con Movistar, que sí lo emite todo, hay que apoquinar 100 euros.
Este año trae la novedad de que el patrocinador principal de LaLiga es EA Sports, la compañía de videojuegos deportivos, que en cierto modo son los herederos naturales de los deportes físicos, y ya competencia de primer orden. Pero la apuesta, por ahora, es por la retroalimentación.
La enorme dificultad de hacer políticas de vivienda en las grandes ciudades
El foro de inversión inmobiliaria europea The District volverá a celebrarse en Barcelona, ciudad con la que ha tenido sus más y sus menos, por la política incómoda con el sector de su anterior alcaldesa, Ada Colau. Tanto la capital catalana como otras urbes europeas buscan de manera denodada la forma de combatir la subida de los alquileres y de las compraventas, pero la realidad es que no hay fórmulas mágicas para pulir las asperezas de este mercado en los grandes polos de atracción poblacional. Ante las dudas, es mejor adoptar un discurso y una regulación lo menos pretencioso posible.
La pájara del sector renovable español dará paso a la remontada
El sector renovable español ha recuperado el atractivo inversor que perdió por la inseguridad jurídica derivada de los giros gubernamentales en torno a los subsidios a la senergía verde, pero a costa de que las valoraciones estén lejos de lo deseado por los promotores. Fondos y otros inversores internacionales han aprovechado la pájara de la industria, en cierta medida provocada por la abundancia de oferta de activos, pero también por la crisis energética, que ha obligado a dar marcha atrás en el abandono de los combustibles fósiles. La esperanza es que el ritmo de las cotizaciones repunte a medio y largo plazo. Hay motivos de sobra para pensar que así será, puesto que el momentum del mercado es inequívocamente verde.
La frase del día
“La invasión de Ucrania es una barbaridad, y estoy categóricamente en contra. Me horroriza el destino de las personas –muchas de ellas amigos y familiares míos– cuyas casas están siendo bombardeadas”
Arkady Volozh, fundador y ex-CEO de la tecnológica rusa Yandex
Los portales de ‘streaming’ descubren la televisión... de toda la vida
Los portales de contenidos en streaming iban a reinventar la televisión, y han acabado descubriendo la de toda la vida, la que usa la publicidad para financiarse. Ahora será Disney+ la que se sume a Netflix, con una oferta de 5,99 euros al mes que incluye anuncios, quizás fastidiosos, pero que son una oportunidad para reflexionar sobre las grandes cuestiones de la vida, como aconsejaba el presentador Antonio Gasset; o simplemente para vigilar el fuego o ir al baño. Pueden servir incluso para enterarse de la existencia de productos y servicios hasta ahora desconocidos, pero muy útiles. Mientras, los que quieran mantener el modelo prémium de Disney+ tendrán que pagar casi 12 euros mensuales, en vez de 9, como hasta ahora.
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