Jassim Hamad al-Thani, un jeque discreto para reverdecer el Manchester United

Está dispuesto a hacer saltar la banca por un club que lo fue todo, pero que atraviesa una profunda crisis

José Manuel Esteban

Una sacudida en el fútbol. El jeque Jassim bin Hamad al-Thani (Qatar, 1982) quiere comprar el Manchester United. La cifra es mareante: 5.000 millones de libras, algo más de 5.500 millones de euros, por un club que lo fue todo pero que atraviesa una profunda crisis institucional y deportiva desde hace por lo menos 10 años. La operación superaría, por ejemplo, los cerca de 5.000 millones que un consorcio dirigido por Todd Boehly desembolsó el año pasado para comprar el Chelsea.

De inmediato han surgido unas cuantas preguntas. La primera es de dónde va a sacar Jassim al-Thani tanto dinero: aunque nadie duda de que el suyo es sin duda un bolsillo holgado, la fortuna de su padre, todo un ex primer ministro, se estimaba hace unos años en unos 1.200 millones de euros. Esto conduce a una segunda cuestión: ¿se trata de una operación privada o enmascara un intento más del país emiratí, anfitrión del último Mundial, de influir en el negocio del fútbol? Para ello ayudaría saber quién es Jassim al-Thani.

No es nada fácil, pues una nebulosa se cierne incluso sobre los detalles más básicos de la vida del jeque. Basta decir, por ejemplo, que su perfil en la Companies House, el equivalente británico al Registro Mercantil, afirma que nació en abril de 1982. No obstante, los documentos presentados por el Constellation Barclay, un fondo de inversión con el que operó en Reino Unido entre 2013 y 2020, revelan que en marzo de 2016 cambió su fecha de nacimiento a octubre. Por ahora, la mayor parte de su vida es un misterio.

De entre lo poco que se sabe, destaca el hecho de que es uno de los 15 hijos de Hamad Bin Jassim Bin Jaber al-Thani, HBJ, primer ministro de Qatar entre 2007 y 2013, también archiconocido inversor y dueño hasta hace no mucho de una importante participación en El Corte Inglés. Jassim bin Hamad, por contra, ha conseguido mantener un perfil bajo mientras desarrollaba una carrera de altos vuelos en el mundo financiero. Ha formado parte como representante de su familia del consejo de Credit Suisse después de que el fondo soberano Qatar Investment Authority entrara en el banco, y desde 2005 ostenta el cargo de presidente del Banco Islámico de Qatar, el segundo mayor prestamista del país.

Al padre, por sus numerosas propiedades en la capital británica, se le ha apodado “el hombre que compró Londres”. Los vínculos entre la familia y Reino Unido se han estrechado, paradójicamente, desde que en 1971 Qatar se independizó de los británicos. HBJ, ministro de Exteriores catarí en los noventa y los 2000 y anglófilo irredento, se mantuvo siempre cercano a los Windsor. No olvida su formación en la Academia Sundhurst del Ejército británico, donde también estudiarían años más tarde sus hijos, entre ellos Jassim Bin Hamad, y donde se forma la familia real británica en contacto con las élites de antiguos protectorados.

Jassim bin Hamad al-Thani era un adolescente cuando a mediados de los noventa el Manchester United de sir Alex Ferguson dominaba el fútbol europeo. Ahora, tiene ante sí el reto de convencer a la UEFA de que su generosa oferta nada tiene que ver con Qatar Investment Sport, el fondo soberano que ya gobierna el PSG, pues dos clubes de la misma propiedad no pueden compartir competición. Además, debe convencer a los Glazer, propietarios del United, de que su oferta es mejor que la de Jim Ratcliffe, multimillonario y dueño de la petroquímica Ineos.

Por último, debe convencer a los aficionados del club de que no es un advenedizo, sino un red devil (diablo rojo) más. Para ello, ya les ha lanzado un guiño. La oferta se articula a través de la fundación Ninety Two, que alude a lo que en el Manchester United se conoce como “la clase del 92″, el grupo de canteranos con el que conquistó Europa: David Beckham, Ryan Giggs, Nicky Butt, los hermanos Neville y Paul Scholes. Dado que no hay rastro aún de su existencia, en Inglaterra se especula con que puede ser una empresa creada ex profeso para cerrar la compra. Es una manera de decir a la gente que es uno de los suyos. Habrá que ver si le creen.

Una salida de oro

  • Plusvalías. De cerrarse la compra del Manchester United en las cifras que se están manejando, siempre por encima de los 4.000 millones de euros, los principales beneficiados serán Avram y Joel Glazer, máximos ejecutivos de un club que compraron por menos de 1.000 millones..
  • Balance. Los Glazer verían así premiada una gestión discutible. Por un lado, una galopante crisis deportiva asola al equipo debido a no haber sabido sustituir al mítico Alex Ferguson. Por otro, la mala administración económica se ha saldado con una deuda neta de más de 480 millones.

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