Fashion Week: ¿cuánto mueve la industria textil de lujo?

La semana de la moda y su impacto económico

Fashion ShowGoran Jakus Photography (Getty Images/iStockphoto)

Dos veces al año las casas de moda tienen las citas más importantes del sector textil: la semana de la moda o Fashion Week, en inglés. En febrero y septiembre, las ‘cuatro grandes’ o las conocidas como las capitales mundiales de la moda -Nueva York, Londres, Milán y París- se visten de lujo para enseñar las últimas creaciones de los diseñadores para la siguiente temporada. Y, aunque esta cita bianual con la alta costura también se celebra en otros lugares como Madrid, Berlín o Copenhage, son estas cuatro ciudades las que mayor impacto tienen, tanto económico como social.

Sus calles se convierten en pasarelas en las que personajes públicos pasean enseñando su estilo y las primeras filas (front row, en inglés) de los desfiles pasan a ser escenarios de Hollywood.

Los desfiles suelen duran, aproximadamente, 15 minutos y para entrar es necesario aparecer en la lista de acceso. Exclusividad, luces, música, diseño, fotos, vídeos y mucha expectación: ¿qué se llevará este año? ¿En dónde pondrán el foco las marcas de lujo? Pero ¿qué implica exactamente cada show?

En un primer momento, la semana de la moda consistía en presentar propuestas a los editores de moda y potenciales compradores. Hoy, aunque tiene mucho que ver con esa idea inicial, las Fashion Weeks han ido un paso más allá: exageran su producto final con prendas exclusivas para la pasarela. El objetivo sigue siendo influenciar a través de la ropa, pero también demostrar la esencia que hay detrás de cada colección.

Las ciudades con más impacto

Nueva York abre las puertas cada año y, además, fue la primera ciudad en instaurar la semana de la moda en 1943. Su objetivo era crear un punto de referencia que no estuviese en Europa ya que, en aquel momento, viajar hasta el viejo continente no era una opción por la Segunda Guerra Mundial. Hoy es un acontecimiento que genera cerca de 900 millones de dólares cada año en el área metropolitana de Nueva York, según un informe publicado por NYCEDC (New York City Economic Development Corporation).

El impacto en la Gran Manzana duplica al resto de ciudades. 150.000 visitantes por temporada de Fashion Week; un gasto medio por persona de casi 2.300 dólares y 513 millones en ingresos totales generados. Además, el beneficio financiero atribuido de las empresas locales en la semana de la moda de Nueva York asciende a 456,2 millones y las ganancias de la ciudad rondan los 57,5 millones.

Londres es el segundo destino con más impacto al registrar unas cifras que se acercan a los 322 millones de euros. Los ingresos de los negocios locales ascienden a 259,6 millones de euros y los de la ciudad, a 56,3 millones. Con un gasto promedio por visitante de 2.200 euros, la capital británica recibe a más de 5.000 personas de más de 70 países, entre compradores, influencers, periodistas, etc.

En tercera y cuarta posición están Milán y París, respectivamente. Aunque no son las ciudades con más captación, sí son consideradas, tradicionalmente, de referencia. Ciudades originarias de la moda, cuna de grandes diseñadores y que hoy en día siguen siendo un referente en cuanto a casas de moda, estilismos, calidad y rentabilidad y proyección de las marcas. “En Europa, en moda, tenemos compañías con unas perspectivas de crecimiento muy claras y unos esquemas de rentabilidad bien definidos y conservables en el largo plazo”, analiza Josep Prats, gestor de Abante European Quality, al hablar sobre invertir en empresas de alta costura.

El negocio de la moda: motor de crecimiento, también en Madrid

La moda es un sector que no tiene límite. El deseo de siempre querer lo último, de llevar el color del momento o la curiosidad de ver cómo será la nueva temporada también se palpa dentro de nuestras fronteras. Madrid celebra cada año dos semanas de la moda, en febrero y en noviembre. Y, a pesar de no ser tan emblemáticas como las de ‘las cuatro grandes’, desde el ayuntamiento de la capital señalan que la moda “es uno de los sectores más dinámicos de la economía española y un vector estratégico para Madrid”.

A nivel nacional, esta industria factura 11.000 millones de euros al año. Se trata de un sector compuesto por empresas, startups y marcas independientes que representa el 2,8% del PIB (Producto Interior Bruto) español y que emplea casi un 4% del mercado laboral. Según el Informe Económico de la Moda en España, impulsado por Modaes con la colaboración del Centro de Información Textil y de la Confección (Cityc), el número de adscritos a la Seguridad Social en los sectores textil, confección, cuero y calzado es de 129.894 trabajadores a cierre de 2022.

Héctor Gómez, ministro de Industria, Comercio y Turismo, señaló tras la Fashion Week celebrada en Madrid en septiembre del año pasado, que la industria de la moda española se enfrenta a dos desafíos: tecnología y desarrollo sostenible. “La moda española tiene un gran potencial de crecimiento y generación de empleo de calidad, además de ser un referente internacional que es clave para su éxito”, comentó.

Las exportaciones aumentaron un 11,5% respecto a 2021, según señala el gobierno central, mientras que las importaciones fueron un 17,8% superiores a las cifras registradas en el período anterior. Estas cifras representan una reactivación del intercambio entre los mercados internacionales, es decir, un aumento de la actividad económica en el sector.

En este sentido, el ministro de Industria, Comercio y Turismo destaca que la industria de la moda “es una fuente de riqueza, empleo y orgullo para el país, al vender y exportar productos de alto valor añadido, con la imagen de marca-país, la cual hace que seamos líderes en numerosos mercados”.



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