Ir al contenido

Benjamin Melman (Edmond de Rothschild): “Si te gusta el casino, fantástico. Pero todo tiene un límite en las inversiones en la IA”

El experto aconseja construir una cartera diversificada ante la posibilidad de estallido de la burbuja, con peso de ‘small caps’ y de los sectores de salud, defensa e infraestructuras

Benjamin Melman, responsable de inversiones de Edmond de Rothschild AM, la gestora del grupo suizo de banca privada, se desmarca de forma clara de la corriente imperante de euforia entorno a la inteligencia artificial. Su visión es de cautela ante unas inversiones que cree excesivas y apuesta no por los grandes grupos tecnológicos, sino por los contornos de la IA, por las empresas tradicionales que han empezado a aplicar esta tecnología. Este parisino es escéptico sobre Francia y desaconseja la inversión en bonos soberanos galos —“todo estará bloqueado hasta las elecciones presidenciales de 20...

Para seguir leyendo este artículo de Cinco Días necesitas una suscripción Premium de EL PAÍS

Benjamin Melman, responsable de inversiones de Edmond de Rothschild AM, la gestora del grupo suizo de banca privada, se desmarca de forma clara de la corriente imperante de euforia entorno a la inteligencia artificial. Su visión es de cautela ante unas inversiones que cree excesivas y apuesta no por los grandes grupos tecnológicos, sino por los contornos de la IA, por las empresas tradicionales que han empezado a aplicar esta tecnología. Este parisino es escéptico sobre Francia y desaconseja la inversión en bonos soberanos galos —“todo estará bloqueado hasta las elecciones presidenciales de 2027— y sí se muestra optimista con España. “Ahora es un país competitivo, el lugar perfecto para estar, nos gusta invertir en el mercado español”, asegura.

Pregunta. Hace un año por estas fechas usted veía a Donald Trump como el principal riesgo de mercado para 2025, por la amenaza de más inflación en EE UU. ¿Qué piensa un año después?

Respuesta. Quizás tengamos algunos efectos negativos por delante a causa de los aranceles, pero vemos menos problemas en la política de Trump. Aunque con él nunca se sabe, podríamos tener alguna sorpresa. Si tiene éxito en su toma de control de la Reserva Federal, podría ser positivo a corto plazo para el mercado, al menos durante la primera parte del año. Sabemos que el populismo trata de darle a la gente lo que quiere, puede ser bueno a corto plazo y peligroso a largo plazo. Al fin y al cabo, un banco central que pierde su credibilidad significa un menor crecimiento y una mayor inflación de media en un ciclo. Y en lo que respecta a las valoraciones de las acciones, no es nada bueno. Podría ser peligroso a largo plazo.

P. ¿Cuál cree que es el principal riesgo para 2026? ¿Más inflación e indisciplina fiscal en EE UU o el pinchazo de la inteligencia artificial?

R. Existe el riesgo de que la Reserva Federal o el Gobierno de EE UU apliquen políticas reflacionistas excesivas. Ese riesgo por supuesto que existe. Y sin duda, hay una burbuja en la inteligencia artificial y en los siete magníficos. La valoración de los gigantes tecnológicos se explica si crees que el 94% de la población adulta del mundo -no solo de EE UU sino también de Bangladés- dentro de 10 años estaría dispuesta a pagar 200 dólares al año por una suscripción a la IA. Y no se trata solo de un oligopolio, hay una competencia procedente de China que es enorme, que trabaja con código abierto y que se está extendiendo muy rápidamente. China va a aplastar los precios.

P. ¿Podríamos asistir a la irrupción de otro DeepSeek?

R. Absolutamente. Y la cuestión no es solo si el 94% de la población adulta va a pagar una suscripción por la IA, sino si serán 200 dólares, que lo dudo. Esto me recuerda al sector de las telecomunicaciones a finales de los 90. En ese momento, todo el mundo pensaba que el sector de las telecomunicaciones monetizaría el auge de los teléfonos inteligentes e internet. Y hoy día, hay 9.200 millones de suscripciones a teléfonos inteligentes, más que habitantes en este planeta. Incluso en el punto álgido de la burbuja, el mercado subestimó el número de consumidores. La realidad es que el sector de las telecomunicaciones no ha sido capaz de monetizarlo.

P. ¿Prefiere entonces no invertir en inteligencia artificial?

R. Todavía tenemos algunas inversiones en Alphabet pero en general estamos muy infraponderados. Creemos que es mejor invertir no en los hiperescaladores, que van a quedarse como una suerte de materia prima, sino en los usuarios de la IA. Se trata de quién va a marcar la diferencia. Es muy difícil implementar una nueva tecnología en las empresas, ahora todo el mundo dice que está utilizando la IA porque es bueno de cara al mercado de valores. ¿Pero realmente lo están haciendo? Los que tienen más posibilidades de marcar la diferencia son los que tienen los mejores datos. Por eso preferimos prestar más atención a los usuarios de la IA que invertir en una burbuja.

P. ¿Cuáles son esas empresas capaces de marcar la diferencia?

R. Por ejemplo, en el sector de los seguros, AXA ha sido la primera en crear una enorme base de datos europea y ver cómo la IA podría ayudar. Eso hace a AXA probablemente la mejor compañía en el sector de los seguros, marca la diferencia frente a la competencia. Analizamos muchos sectores y muchas empresas, Axa es uno de los mejores ejemplos.

P. Los defensores de la inversión en los gigantes tecnológicos esgrimen que sus enormes beneficios son ya una realidad. ¿Qué opina?

R. Se pueden ver los beneficios, pero aún así, por ejemplo, OpenAI tiene unos ingresos de 13.000 millones de dólares este año, pero se ha comprometido a invertir 1,4 billones. Si te gusta el casino, fantástico...Sí, está ganando mucho dinero, pero primero hay que ser consciente de que el flujo de caja libre actual de los gigantes tecnológicos está disminuyendo, porque hay que amortizar la inversión. Todo tiene un límite. Y además, hay algunas limitaciones físicas. La primera es la energía. La red eléctrica se está convirtiendo cada vez más en un problema en Estados Unidos. No se invierte lo suficiente y eso podría limitar el desarrollo de la IA. No se construyen instalaciones de redes eléctricas en un día. Y en segundo lugar están los problemas del mercado crediticio privado estadounidense. Según Morgan Stanley, la mitad de la financiación de la IA hasta 2030 procederá del crédito privado. Pero las noticias recientes sobre los mercados crediticios privados estadounidenses, que son bastante opacos, son muy negativas. No estoy seguro de que vayan a encontrar el dinero.

P. ¿Han construido una cartera de perfil defensivo para 2026 por si pincha la burbuja de la IA?

R. No somos agoreros que dicen que todo va a colapsar, pero tenemos que ser conscientes de que se trata de una burbuja. No sabemos si va a implosionar ni cuándo, por lo que tenemos que readaptar la inversión y tener una cartera bien diversificada, con posiciones momentum y antimomentum para estar preparados. No se puede estar fuera del mercado. El crecimiento económico debería ser bueno, tendremos un fuerte estímulo fiscal el año que viene en Estados Unidos, Japón y Alemania, los tres primeros países del G7. Así que podemos estar tranquilos respecto a las perspectivas económicas. No es en ese tipo de entorno en que la economía va bien donde estalla una burbuja. Normalmente ocurre cuando el ciclo empieza a ir mal, y no parece que sea el caso. Pero nunca se sabe, es necesario tener una cartera bien diversificada.

P. ¿Dónde están las principales oportunidades de inversión en 2026?

R. Vemos buenas oportunidades en las small caps europeas, pensamos que 2026 puede ser por fin su momento. Friedrich Merz ha dicho ante el Bundestag, hace dos meses, que quiere una Bolsa europea. Esto supondría un cambio radical para las pequeñas capitalizaciones. Las decisiones en Europa tardan en tomarse, pero la configuración técnica está lista, solo hace falta la iniciativa política. Y si hay luz verde por parte de Alemania, es mucho. Si ellos están de acuerdo con esto, tendemos a pensar que va a suceder. Somos muy positivos con Alemania.

P. ¿Qué sectores o temáticas de inversión son sus predilectas?

R. Invertimos mucho en lo que llamamos los temas de resiliencia y soberanía. En temáticas como infraestructuras críticas, defensa o ciberseguridad. La globalización está siendo sustituida por la fragmentación. Por lo tanto, quizá los ganadores de los próximos 20 años no sean los que están en lo más alto de la cotización bursátil, y por eso queremos estar donde se necesitará más inversión desde el punto de vista soberano y en la resiliencia de las cadenas de suministro. Otro sector en el que estamos aumentando nuestra exposición es el de la salud. El panorama político, que era bastante oscuro en el sector sanitario, se está aclarando. Se han firmado muchos acuerdos entre la Administración estadounidense y las grandes farmacéuticas. Y las valoraciones son tan bajas en el sector sanitario que vemos una ola creciente de fusiones y adquisiciones.

Sobre la firma

Archivado En