Carmignac avisa: “El mercado está viendo que Francia es un problema potencial para el euro”

La gestora francesa se muestra muy crítica con la indisciplina fiscal del país. Prevé que el BCE se verá obligado a acelerar la bajada de tipos con un recorte de medio punto en el segundo trimestre de 2025

El primer ministro francés Michel Barnier en una entrevista televisiva el 3 de diciembre de 2024.Stephanie Lecocq (REUTERS)

“El final del viaje gratis”. Así resumen en la gestora francesa Carmignac la actual situación económica y financiera de Francia, sumida en una crisis de gobernabilidad que amenaza con disparar aún más un déficit público que los inversores ya no están dispuestos a pasar por alto. La firma, referente francés en la gestión de activos independiente, se ha mostrado muy crítica hoy en la presentación de perspectivas para 2025 y ha apuntado al potencial que la crisis política que atraviesa el país puede tener para dañar la credibilidad del proyecto europeo de cara a los inversores. “No es solo una cuestión de Francia. El mercado está viendo que es un problema potencial para el conjunto del euro”, ha advertido Raphaël Gallardo, economista jefe de la gestora.

Según ha explicado Gallardo, “la crisis presupuestaria francesa confirma 25 años de fracaso del mecanismo de vigilancia fiscal, condición indispensable para una unión monetaria sostenible”. De hecho, el déficit público de Francia va a trepar este año al 6,2% del PIB, lejos del 3% que exige Bruselas, que en junio abrió a París expediente por déficit excesivo. El incumplimiento de la disciplina fiscal por parte de Francia ya se dio en el pasado, su déficit estuvo por encima del 3% de forma continuada desde 2007 a 2017. Pero es ahora cuando la deuda soberana francesa está sufriendo el rechazo por parte de los inversores a la vista de las dificultades del actual primer ministro Michel Barnier de sacar adelante los presupuestos con los que prevé reducir el déficit en 2025 al menos al 5%. Una crisis política que puede ir a más si esta tarde sale adelante en la Asamblea Nacional francesa la moción de censura que podría tumbar a Barnier.

En Carmignac no prevén que la actual crisis parlamentaria acabe ocasionando la dimisión del presidente de la República Emmanuel Macron pero sí prevén un largo período de incertidumbre política y dudan de la capacidad de Francia de enmendar su desajuste presupuestario. Destacan por ello el riesgo de que la crisis política gala acabe por dañar la credibilidad del proyecto europeo y de extender la desconfianza de los inversores hacia la moneda única. Para ello, ponen de ejemplo cómo el diferencial del bono francés a 10 años frente al alemán se ha ensanchado en las últimas semanas por encima de los 80 puntos básicos. En cambio, el mercado exige ya más rentabilidad al bono alemán que al bono de Dinamarca, ajeno a la zona euro.

Gallardo ha recordado además que si no hay compromiso político con la reducción del déficit, el BCE no podrá activar ninguno de sus programas de compra de deuda soberana en favor de Francia, ni siquiera de forma puntual. Y ha puntualizado que, a diferencia de EE UU, que también soporta un elevado déficit que podría dispararse con Donald Trump, Francia no cuenta con la capacidad por sí misma de bajar tipos o de devaluar su moneda. Carmignac también apunta al elevado porcentaje de deuda soberana francesa en manos de inversores extranjeros, por el 54,6%, lo que la hace más vulnerable. El porcentaje es superior al 41,9% en el caso de España o el 29,8% de Italia.

La gestora contempla que en caso de que Barnier caiga en la moción de confianza, la prima de riesgo francesa podría elevarse a los 100 puntos básicos. Y en el caso de que Macron dimitiese y convocara elecciones presidenciales anticipadas, cabe esperar que los diferenciales se muevan hacia los 150 puntos básicos.

El riesgo político va a estar muy presente en el mercado financiero en 2025, según advierten desde Carmignac. Y puede llegar a condicionar la actuación de los bancos centrales. En el caso del BCE, la gestora ya prevé que tendrá que acelerar las rebajas de tipos de interés en la zona euro y contempla un recorte de medio punto en el segundo trimestre de 2025.

Según explica Gallardo, Donald Trump será el gran factor de disrupción en la economía y la inversión para el próximo año. Si bien la gestora prevé que su efecto inicial sea positivo, con una mejora en la confianza gracias a las promesas de desregulación y recortes de impuestos, a partir del primer semestre de 2025 Trump deberá reaccionar a los efectos adversos de sus políticas. Así, los aranceles y la expulsión de inmigrantes traerán más inflación, ante que lo podría reaccionar impulsando recortes fiscales pero, según advierten en la gestora francesa, también “se enfrentará a la hostilidad del mercado de bonos”. “Como Franklin D. Roosevelt, Nixon o Reagan, puede intentar recrear cierto espacio político debilitando el dólar o imponiendo la represión financiera a los inversores nacionales y extranjeros”, explican en la gestora.

La Bolsa estadounidense concentra la mayor parte de la exposición de Carmignac a renta variable. Aun así, y en un entorno que califica de “enorme schock de incertidumbre”, la gestora aconseja diversificación geográfica y destaca las oportunidades que también presentan algunas compañías europeas, tanto por una atractiva valoración como por unos modelos de negocio no apegados al ciclo económico.


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