El mercado pone en ‘stand by’ la deuda francesa a la espera de la moción de censura contra Barnier

La rentabilidad del bono galo a diez años se mantiene en el 2,9%

El primer ministro francés, Michel Barnier.Michel Euler (AP/LaPresse)

Calma tensa en el mercado de deuda francés. Un día después de que el primer ministro francés, Michel Barnier, activara la cláusula constitucional 49.3 que le permitiría aprobar las cuentas sin pasar por el Parlamento, a cambio de exponer al Ejecutivo a una moción de censura, el mercado ha activado la calma tensa y la rentabilidad del bono galo a diez años se mantiene en el 2,9%.

A la espera del resultado de la moción de censura de este miércoles, que será apoyada por el partido de extrema derecha Reagrupamiento Nacional, liderado por Marine Le Pen y que domina la Asamblea Nacional, la prima de riesgo francesa se mantiene en los 87 puntos básicos.

Los analistas de ING dan por sentado que la moción de censura cuente con el apoyo de los diputados de izquierda y extrema derecha y haga caer al gobierno de Barnier antes de fin de semana, dado que más allá del apoyo del partido de Le Pen, la votación será respaldada por los partidos de izquierda (124 diputados) y los partidarios de Éric Ciotti, que suman junto con los de Reagrupamiento Nacional otros 140 diputados. Será preciso que la mayoría de los 577 diputados vote en contra del Gobierno de Barnier para que este caiga. Según los estrategas del banco neerlandés, “dadas las dificultades que ha supuesto el nombramiento de Barnier como primer ministro, la probabilidad de encontrar un sustituto rápidamente es muy incierta. Con una Asamblea Nacional extremadamente polarizada y dividida en tres grandes bandos –izquierda, centroderecha y extremaderecha– que no logran llegar a un acuerdo, el riesgo de que se produzca una nueva moción de censura contra cualquier nuevo gobierno es muy alto”.

En esta línea, Reuters ha apuntado que Macron podría pedir a Barnier y a su gobierno que permanezcan en un papel interino para manejar los asuntos cotidianos mientras busca un nuevo primer ministro, lo que bien podría suceder el año que viene.

Enguerrand Artaz, gestor de fondos de La Financière de l’Échiquier (LFDE), comenta que “aunque el bono francés a 10 años ha superado recientemente a su homólogo griego, Francia sigue endeudándose a tipos moderados. Sin embargo, ahora existe el riesgo real de que una mala gestión presupuestaria continuada, unida a la inestabilidad política, acaben creando un clima de desconfianza tal que los tipos de interés se disparen en los mercados y Francia sufra una especie de crisis de deuda. Este es, sin duda, el principal riesgo para la zona del euro en los próximos trimestres”.

Desde ING comentan que a pesar de la subida de los rendimientos de la deuda francesa en estas últimas semanas, “el contagio a otros mercados ha sido limitado. Italia, por ejemplo, todavía se encuentra en niveles de diferenciales cercanos a los más ajustados desde 2021″. Pero al mismo tiempo, apuntan que “los mercados se habían mostrado cautelosos ante las perspectivas de resolver rápidamente los problemas fiscales franceses para empezar, lo que refleja una expectativa de rebajas de calificación inminentes. Tras la última ampliación, los diferenciales franceses a 10 años sobre los swaps están más en línea con una calificación “A-” que con su actual “AA-”, tres niveles más baja. De hecho, los diferenciales franceses ya están muy por encima de los de España y ahora están a la par de los de Grecia”.



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