Yellen descarta una crisis financiera: “No veo luces rojas parpadeando”
La secretaria del Tesoro de EE UU asegura que las métricas que analiza sobre la economía de EE UU son buenas e indican un aterrizaje suave
En pleno temor a una recesión económica, que ya ha impulsado una corriente vendedora en Wall Street no vista en mucho tiempo, Janet Yellen, secretaria del Tesoro, aseguró este sábado que no ve señales de alarma. “No veo luces rojas parpadeando”, declaró una de las voces más autorizadas en materia económica en Estados Unidos y antecesora de Jerome Powell en la presidencia de la Reserva Federal.
“En Estados Unidos, el tipo de métricas que analizamos y que resumirían los riesgos, ya sea la valoración de los activos o un elevado nivel de apalancamiento, pintan bien. No veo luces rojas parpadeando”, afirmó Yellen este sábado en declaraciones recogidas por Bloomberg. Sus palabras llegan después de que la Bolsa estadounidense registrara la semana pasada su mayor caída desde la crisis de la banca regional del país en marzo de 2023 y tras encajar el golpe del mal dato de empleo de julio y que provocó una fuerte ola de ventas a principios de agosto. Este pasado viernes se conoció el dato de paro de agosto, que arrojó un descenso de una décima al 4,2%, según lo esperado, pero que no despejó la inquietud sobre el deterioro del mercado laboral ya que la creación de empleo no agrícola fue inferior a la prevista. En agosto se crearon 142.000 puestos de trabajo, frente a los 164.000 esperados. Además, se revisaron a la baja las cifras de junio y julio.
Yellen reconoció este sábado que “si bien hay riesgos, ha sido realmente sorprendente poder bajar la inflación de forma tan significativa como lo hemos hecho” y “manteniendo un fuerte crecimiento”. “Esto es lo que la mayoría de la gente llamaría un aterrizaje suave”, insistió, para destacar además que “los salarios suben a un ritmo decente”.
El mercado laboral de EE UU y las señales de enfriamiento que arroja se ha convertido en el gran foco de inquietud del mercado financiero y también ha pasado a la primera línea de análisis de la Fed, que tiene un doble mandato. No solo alcanzar la estabilidad de precios sino también el pleno empleo. Así, una vez estabilizada la inflación, habría llegado la hora de velar también por el mantenimiento del empleo, después de más de dos años de dura política monetaria que han impactado en el crecimiento. Es por ello que el propio presidente de la Fed Jerome Powell reconoció a finales de agosto que había llegado el momento de bajar los tipos de interés, ahora en máximos de 2001, en la horquilla del 5,25% al 5,5%.
La gran incógnita de cara a la reunión de la Fed del próximo 18 de septiembre no será si habrá recorte o no de tipos, que se da por hecho, sino cuál será su magnitud y cuál será el mensaje de Powell sobre una senda posterior de descensos. La debilidad del mercado laboral ha impulsado las expectativas del mercado sobre un recorte este mes de 50 puntos básicos, con el que atajar cualquier riesgo de recesión aunque ello supusiera a la vez el reconocimiento de una situación económica más grave de lo previsto hasta ahora. La probabilidad que el mercado de futuros otorga a la rebaja de medio punto pasó el viernes de un 36% antes de la publicación de los datos de empleo de agosto a un 50% posterior.