Todo a la macro

Los bancos centrales se han vuelto muy dependientes de los datos macroeconómicos. Esta semana se conocerá el IPC de EE UU

La presidenta del BCE, Christine Lagarde.Kai Pfaffenbach (REUTERS)

“Al principio es muy difícil entender que el asunto no es derrotar a los otros corredores. Con el tiempo aprendes que la verdadera lucha es contra la pequeña voz interior que te pide que te rindas”. George Sheehan. Médico y atleta

Cuatro meses de este 2024 y los mercados siguen direccionados por los bancos centrales. Si comenzábamos el año con unas expectativas, demasiado altas de recortes de tipos, hasta siete, por parte de la Reserva Federal de EE UU, vemos como en estos cuatro meses los mercados han ido adaptando las expectativas a un recorte o ninguno. Así, con permiso de la micro, ...

Para seguir leyendo este artículo de Cinco Días necesitas una suscripción Premium de EL PAÍS

“Al principio es muy difícil entender que el asunto no es derrotar a los otros corredores. Con el tiempo aprendes que la verdadera lucha es contra la pequeña voz interior que te pide que te rindas”. George Sheehan. Médico y atleta

Cuatro meses de este 2024 y los mercados siguen direccionados por los bancos centrales. Si comenzábamos el año con unas expectativas, demasiado altas de recortes de tipos, hasta siete, por parte de la Reserva Federal de EE UU, vemos como en estos cuatro meses los mercados han ido adaptando las expectativas a un recorte o ninguno. Así, con permiso de la micro, la macroeconomía es lo que está dominando los movimientos de mercado.

Los bancos centrales al ser data dependant nos han hecho dependientes de los datos macro al resto de mercado.

Pero los datos muestran una situación distinta a un lado y otro del Atlántico. Mientras que en Estados Unidos la economía sigue fuerte, con el mercado laboral en el pleno empleo, en Europa la economía sufre con el nivel de tipos alcanzado.

Los precios en Estados Unidos aún crecen a un ritmo lejano al objetivo, mientras que en Europa suben a un ritmo cercano al objetivo de la autoridad monetaria, 2%, y con estos recortes se tenderá a recuperar una economía que viene registrando crecimientos cero rozando la recesión.

Así parece que, por primera vez, y sin que sirva de precedente, el BCE se adelantará en el inicio de la relajación monetaria y comenzará a bajar los tipos oficiales en la próxima reunión de junio.

Dentro del continente europeo, poco se habla del Reino Unido, cuyo banco central también parece que se adelantará a la Fed y recortará tipos en agosto.

La Reserva Federal tiene un dilema mayor, ya que la inflación parece no tenerla controlada con registros superiores al 3%, además de tener un doble mandato, no solo el control de precios sino un crecimiento y nivel de empleo compatible. Este año tiene la peculiaridad que es año electoral en Estados Unidos, lo que hace especular si moverá ficha la Fed en tales circunstancias. Con los datos conocidos el mercado asigna actualmente mayor probabilidad de que el inicio de la relajación monetaria comience en septiembre para la Fed. Esta semana se publican datos de precios que moverán el mercado, si se modera subirá la Bolsa y los bonos.

Por el lado micro, los resultados empresariales publicados del primer trimestre 2024 están siendo mejores de lo esperado tanto en Europa como en Estados Unidos, y las proyecciones para los próximos trimestres son a su vez positivas. No obstante, estos últimos superan en ritmo de crecimiento a los europeos, razón, la tecnología. Y ello, a pesar de que algunos de los siete magníficos, como Tesla o Meta, se van quedando por el camino. Esta semana también contamos con la estrella de Nvidia que publica sus resultados.

A día de hoy un 76% de las compañías estadounidenses que han publicado supera las expectativas frente al 59% de las europeas, y en ambos territorios están por encima de niveles precovid. El consenso espera un crecimiento de beneficios del 10,2% para Estados Unidos para el 2024 y del 4,5% para Europa. En 2025 las cifras son del 14% y 10,6% respectivamente.

En términos de sentimiento de mercado, se encuentra neutral, lo que indica falta de convicción e incertidumbre estando pendientes del día a día, olvidando que la inversión es a largo plazo y que el tiempo y la paciencia son nuestros amigos. Como señalaba Warren Buffet, “la paciencia permite a los inversores evitar decisiones precipitadas y pensar a largo plazo”

Por lo tanto, el mercado está muy pendiente del comienzo de la relajación monetaria como si se tratase de su salvación. Un recorte de los tipos, con la inflación controlada, permitiría evitar la recesión en Europa y suavizaría el aterrizaje en Estados Unidos. En este escenario base, tanto los bonos como la Bolsa subirían, siendo esta última la mejor opción. No obstante, siguiendo a Peter Bernstein, “el mercado no es algo especialmente complaciente, no va a generar rendimientos altos sólo porque los necesites”.

Siguiendo el escenario base, en Bolsa los valores cíclicos, junto a la tecnología, serían los que mejor se comportarían, al igual que por el lado defensivo las eléctricas con menor carga de deuda. En bonos habría que pensar en tramos mas de medio y largo plazo.

Estaremos atentos tanto a los datos macro como a los resultados empresariales ya que, como apuntó el premio Nobel de Economía, Daniel Kahneman, “la única cosa que realmente puedes controlar es tu atención.”

Araceli de Frutos administra una Empresa de Asesoramiento Financiero (EAF) y asesora el fondo Alahaja Inversiones, de Renta 4.

Sigue toda la información de Cinco Días en Facebook, X y Linkedin, o en nuestra newsletter Agenda de Cinco Días

Más información

Archivado En