El Ibex se olvida de la política y cede un 0,5% lastrado por BBVA

La renta fija no se inmuta y la prima de riesgo continúa por debajo de los 80 puntos básicos

Varios paneles y monitores muestran en el parqué madrileño la evolución de la Bolsa española.Ana Bornay (EFE)

El Ibex hace una pausa. Después de los máximos de 2015 registrados la semana pasada, en una jornada en la que las referencias políticas se mezclan con la campaña de resultados, el selectivo español para a tomar aire y retrocede un 0,48%. Las pérdidas han sido una constante a lo largo de la jornada. Ni siquiera la continuidad de Pedro Sánchez al frente del Ejecutivo ha servido para espantar los números rojos. La inacción de la renta variable y la deuda se mantiene en línea con el comportamiento que mantuvieron los mercados la semana pasada, un periodo marcado por los rumores. “Desgraciadamente el mercado ya se ha acostumbrado a la incertidumbre política en países como España o Italia”, señala Alfonso de Gregorio, director de inversiones de Finaccess Value.

Aunque se han despejado las dudas más inmediatas, los analistas coinciden en señalar que nada ha cambiado. La debilidad del Ejecutivo sigue siendo el principal problema para la aprobación de los presupuestos en un ejercicio en el que volverán a aplicarse las reglas fiscales suspendidas tras el estallido de la pandemia. Los Estados se ven obligados a poner en marcha las medidas necesarias para lograr un déficit del 3% y rebajar el peso de la deuda. Aunque en 2023 la ratio de deuda pública sobre PIB se redujo al 107,7%, continúa estando lejos del objetivo del 60% que establece Europa. “Lo que más preocupa es la continuidad del Estado de bienestar y esto depende de que se cuadren las cuentas”, remarcan.

Como ya reiteraban los analistas la semana pasada una de las razones por las que la inestabilidad política ha pasado de puntillas sobre el mercado se debe a que en el hipotético caso de que se hubieran convocado elecciones, ninguna de las formaciones que podría acceder al Ejecutivo incluye en su programa opciones contrarias a las directrices de Europa. Esto adquiere una especial importancia para poder seguir teniendo acceso a los fondos Next Generation. La gran preocupación de la clase empresarial en las últimas jornadas ha sido el impacto que pudiera tener la parálisis política en la recepción de los fondos de la UE. A comienzos de año España ya había recibido 37.000 millones de un total de 161.500 millones correspondientes al plan de recuperación. “A día de hoy, seguimos viendo al Ibex como uno de los principales y mejores índices en comportamiento en Europa y también la deuda pública española sigue comportándose de una manera muy razonable con unos niveles de prima de riesgo francamente aceptables”, señala Pedro del Pozo, director de inversiones financieras de Mutualidad.

Ignacio Cantos, director de inversiones de Atl Capital, resta importancia al ruido político y, en sintonía con lo defendido por otros expertos, señala que España no está en el radar de los inversores, algo que se refleja en los bajos volúmenes de contratación. En un entorno en el que la inversión local es desplazada por las inversiones paneuropeas o globales, el experto considera que el mercado habría reaccionado más si hubiera dimitido porque el impuesto a los bancos podría desaparecer. Aunque el tributo a los beneficios extraordinarios de la banca generó revuelo en el pasado, a día de hoy su impacto se ha visto superado por unos resultados récord que han permitido a las entidades mejorar la rentabilidad y sus márgenes.

En un momento en el que la inflación, la política monetaria y la campaña de resultados marcan el paso, los inversores dejan de lado el ruido político y centran la atención en la batería de datos macroeconómicos y empresariales. Dentro del último grupo están BBVA y Unicaja que hoy han desfilado por la pasarela de resultados y han obtenido un resultado dispar. Mientras la entidad que preside Carlos Torres ha sido uno de los lastres, al caer un 0,77%, Unicaja ha avanzado un 2,34%. Sacyr, que también presentó resultados, avanzó un 0,66%. No obstante, los mayores ascensos de la jornada corrieron a cargo de Naturgy, que avanza un 2,48%. La gasista, en plena negociaciones de opa, era una de las empresas más sensibles a un cambio de gobierno.

En el lado de los recortes, las mayores caídas corrieron a cargo de Inditex (-3,24%) y Santander (-2%) que descontaron los dividendos que abonarán el jueves.

El comportamiento de la Bolsa española se mantuvo en línea con el del resto de índices europeos. El Dax alemán cedió un 16%; el Cac francés, un 0,29% y el Euro Stoxx, un 0,45%. La solidez de los beneficios y el repunte de los valores de materias primas permitió al FTSE británico escapar a los recortes y cerrar en tablas mientras el Mib italiano sumó un 0,14%.

En una semana marcada por la reunión de la Reserva Federal, Wall Street se mantiene en positivo. Al cierre de los mercados europeos avanzaba un 0,2%. El optimismo sobre las ganancias sirve de impulso a la renta variable mientras el mercado hace sus apuestas sobre el mensaje que lance Jerome Powell. Los inversores no esperan cambios en los tipos, pero en sus últimas intervenciones el responsable de la Fed dejó la puerta abierta a un retraso de la rebaja del precio del dinero. El mercado está poniendo en precio un solo recorte de 25 puntos básicos en la recta final del año, a gran distancia de las seis o siete rebajas con las que se llegó a especular en la recta final del año pasado.

La inacción experimentada por la renta variable a las noticias políticas tuvo su réplica en el mercado de deuda. La rentabilidad de la deuda española se movió en línea con el resto de referencias y se mantiene estable en el 3,29% con la alemana al mismo plazo en el 2,51%. Es decir, la prima de riesgo se mantiene por debajo de los 80 puntos básicos. “Los recientes acontecimientos políticos en España sirven para recordar la relevancia del riesgo de gobernanza a la hora de evaluar la solvencia soberana, de ahí la importancia de contar con instituciones nacionales sólidas, marcos fiscales y mecanismos sólidos para abordar los conflictos de intereses dentro de la política”, señala Jakob Suwalski, director de calificaciones soberanas de Scope Ratings.

El mercado de divisas japonés es el que experimenta mayores oscilaciones. Después de que el Banco de Japón mantuviera sin cambios los tipos y rehusara intervenir para frenar la sangría del yen, en el inicio de la semana la divisa nipona rebota después de tocar su nivel más bajo en 34 años, En niveles intradía en yen experimentó fuertes oscilaciones y después de tocar las 160,17 unidades por dólar subió un 2%. Los analistas destacan que el tamaño y la velocidad de este comportamiento sugieren una posible intervención. Aunque las autoridades japonesas no quisieron hacer comentarios al respecto, Dow Jones señala que según fuentes familiarizadas con el tema, la intervención se ha hecho efectiva.

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