El misterioso inversor que anticipó la luz verde de Biden a gasoducto polémico en Mountain Valley

Un inversor compró opciones sobre Equitrans Midstream antes de hacerse público que el proyecto de gas recibiría luz verde de la Administración. Tras conocerse la autorización, los títulos subieron un 49% en una semana

Proyecto de construcción del gasoducto Mountain Valley cerca de EllistonCHARLES MOSTOLLER (REUTERS)

La decisión del Gobierno de EE UU de dar luz verde a un polémico proyecto de gasoducto de casi 500 kilómetros como parte del proyecto para subir el techo de deuda y evitar el impago del Tesoro sorprendió a casi todo el mundo, excepto a un inversor que parece haberlo visto venir.

En Wall Street, los analistas esperaban que en el acuerdo de deuda se incluyeran vagas promesas sobre permisos energéticos. Sin embargo, la negociación de opciones sobre acciones sugiere que alguien esperaba algo mayor.

El 24 de mayo -varios días antes de que se anunciara el pacto- un operador realizó una enorme apuesta alcista por Equitrans Midstream, según muestran los datos recopilados por Bloomberg. La empresa está muy implicada en el largamente retrasado gasoducto Mountain Valley Pipeline. La apuesta consistió en adquirir 100.000 opciones de compra sobre las acciones de la empresa. En pocos días, la operación resultó premonitoria y muy rentable.

El 27 de mayo, la Casa Blanca y los legisladores republicanos llegaron a un acuerdo que daría al polémico gasoducto de Mountain Valley las aprobaciones finales necesarias para completar el proyecto.

A lo largo de abril y gran parte del mes de mayo, los negociadores de la Casa Blanca y el Congreso fueron de un lado a otro sobre los criterios generales para un acuerdo. Casi hasta el final, los detalles fueron muy reñidos y cambiantes. Persistieron las dudas sobre si se alcanzaría un pacto antes de que Estados Unidos se quedara sin dinero a principios de junio.

La ley, firmada el sábado por el Presidente Joe Biden, obliga a tramitar ya los permisos para el proyecto de Mountain Valley. Sobre el papel, la apuesta parece haber ganado 7,5 millones de dólares hasta el viernes. Algunos expertos se preguntan si no influyó algo más que la habilidad y la suerte.

“Mis preguntas son: ¿Quién es el operador? ¿Cuál es su nivel de complejidad? ¿Y cuáles son sus conexiones con el gobierno?”, señala Donald Sherman, director del organismo de control ético Citizens for Responsibility and Ethics (Ciudadanos por la Responsabilidad y la Ética) en Washington. Añadió que la compra de opciones plantea la posibilidad de si los detalles del acuerdo sobre el techo de deuda se hubieran filtrado antes de tiempo.

Averiguar si una operación se basa indebidamente en información confidencial es notoriamente difícil, sobre todo cuando se trata de noticias del Gobierno que afectan al mercado. Las normas también están plagadas de zonas grises y ambigüedades.

Los funcionarios, incluidos los miembros del Congreso, tienen prohibido comerciar con información confidencial que hayan conocido en el ejercicio de su cargo. Pero si, por ejemplo, alguien oye a un miembro del Congreso mencionar en voz alta una información en el tren, es probable que no tenga problemas.

“El reto para los investigadores no es sólo saber si se compartió información, sino descubrir la intención de compartirla”, dijo Philip Khinda, jefe de prácticas de buen gobierno en la firma de abogados Cadwalader. “Son casos muy difíciles de llevar, tanto por las complicaciones legales como de investigación que plantean”.

Antes del acuerdo sobre el techo de deuda, las perspectivas del proyecto de gasoducto había sido sombrías. Durante años ha habido luchas legales con los ecologistas y las acciones de Equitrans cayeron un 35% el año pasado.

Tras el sorpresivo anuncio de que el gasoducto recibiría los permisos para iniciar su construcción, Equitrans se recuperó. Las acciones subieron un 49% la semana pasada, un récord.

“Estas operaciones son muy preocupantes”, señala Dan Taylor, profesor de la profesor de la Wharton School que estudia el uso de información privilegiada, dijo. “Empieza a plantearse la cuestión de si, de hecho, es una coincidencia”.

Equitrans dijo que ni la empresa ni ninguno de sus ejecutivos estaban implicados en la transacción. En un comunicado la empresa también elogió el gasoducto como “infraestructura energética esencial que asegurará a las familias americanas un acceso fiable y asequible a la energía nacional” y que, de hecho, ayudará a a reducir las emisiones de carbono y a reforzar la seguridad energética.

El proyecto cuenta con poderosos defensores. El senador Joe Manchin, demócrata que representa a Virginia Occidental, por donde pasará el oleoducto, ha sido uno de sus apoyos. El viernes celebró el proyecto, diciendo en Twitter que era “verdaderamente MVP”, en aparente referencia a las iniciales del proyecto. del proyecto. Preguntado por la compra de opciones, Manchin dijo: “No tengo idea de eso”. Y añadió: “Lo único que sé es que la gente necesita electricidad”.

La inclusión del oleoducto en la ley del techo de deuda ha sido una batalla política de alto nivel. El senador demócrata Tim Kaine, de Virginia, cuyo estado también será atravesad por el gasoducto, presentó una enmienda para eliminarlo del acuerdo sobre la deuda. Ese intento fracasó el jueves.

Los representantes de la Casa Blanca y Kevin McCarthy, que encabezó las negociaciones como presidente de la Cámara, no respondieron el sábado a las solicitudes de comentarios sobre las opciones.

“La sorpresa fue que en realidad se hizo en el proyecto de ley de techo de la deuda en sí y no como parte de una votación por separado o una promesa de aprobar otro proyecto de ley”, dijo el analista de Citi Spiro Dounis, que cubre Equitrans.

Las opciones subyacentes a la operación parecen estar pendientes. Eso indica que nadie ha cobrado aún la apuesta, y la ganancia podría aumentar si el rally continúa.

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