Invertir en agua, un vergel de rentabilidad en un mundo de sequías

Los fondos especializados en empresas relacionadas con la gestión de este recurso natural rentan en torno al 10% en los últimos cinco años

Belén Trincado Aznar

A medida que se suceden las noticias sobre la sequía que especialmente está golpeando a España, así como a otras zonas del Mediterráneo o del norte de Europa (ver mapa), se pone en valor la importancia de un recurso tan necesario y presente en el día a día que a veces se tiende a obviar: el agua.

Cada vez este tesoro es más codiciado. Los analistas de Goldman Sachs prevén en un informe que el consumo de agua crecerá a un ritmo superior al 1% anual durante los próximos 30 años, principalmente, debido a la actividad económica. Con solo un 12% del consumo mundial de agua siendo destinado a atender la demanda de los hogares, el uso agrícola e industrial es responsable del 88% restante. Las empresas se están dando cuenta de que su uso de agua no puede mantenerse en su forma habitual. Por esto mismo, la demanda de tecnologías avanzadas que ayuden a mejorar la gestión del agua, a reducir el consumo o a reciclarla crece entre las empresas, según apuntan desde Goldman.

Tal y como siempre recuerda el supervisor de los mercados españoles, la CNMV, rendimientos pasados nunca garantizan los resultados futuros. No obstante, y sin perder de vista la advertencia, si se analiza la rentabilidad de los mayores fondos de inversión en agua del mundo, los rendimientos año tras año no dejan lugar al escepticismo sobre la buena salud de la que ha gozado la inversión en este segmento. El Pictet Water, el fondo especializado en agua más grande –con activos totales por 7.952 millones de euros–, presenta una rentabilidad anualizada en los últimos cinco años del 8,83%. A 10 años, es del 9%, y, si se hubieran invertido 100 dólares en el momento en el que se lanzó, 19 de enero del año 2000, hoy se habrían convertido en 448 dólares. El segundo fondo por activos directamente expuestos al agua es el iShares Global Water, que rinde un 11,36% anualizado en el mismo periodo, con 2.200 millones de dólares bajo gestión. Le sigue el Lyxor MSCI Water, con 1.300 millones de euros en activos gestionado y un rendimiento anualizado a cinco años del 10,31%.

Pero estos fondos de inversión no son los únicos, ni mucho menos, que exploran las profundidades de la inversión en agua. El océano está poblado por destacados representantes del mundo de la gestión, como por ejemplo, el BNP Paribas Aqua, fundado en julio de 2015, con 1.209 millones de activos invertidos directamente en el sector del agua y rentabilidad anualizada a cinco años del 9,75% que sube al 15,12% si se observan los últimos tres años. O el Fidelity Sustainable Water & Waste Fund, de rentabilidad anualizada del 8,86% en tres años. Amundi, Allianz o Nomura también tienen sus propios fondos especializados en agua.

Cédric Lecamp, cogestor de Pictet Water, analiza las características del universo inversor. “Las industrias del agua a nivel mundial representan un conjunto diversificado de oportunidades de inversión en empresas con productos y servicios que permiten acceso a agua en la calidad, cantidad y momento requerido. Es un mercado de 1,1 billones de dólares, respaldado por megatendencias, como la demografía, el enfoque en la salud y la sostenibilidad y que registra un crecimiento económico por encima del PIB mundial”, describe el experto.

En el mundo hay 300.000 empresas relacionadas con las industrias del agua, si bien su representación en Bolsa es de unas 850, pues muchas son de propiedad privada, no cotizan o son municipales. Unas 360 tienen exposición significativa a la temática, según explican desde Pictet. Las más puras, tienden a ser medianas y pequeñas. Lecamp explica que en el fondo que cogestiona, se invierte en toda la cadena de valor del agua. En tecnologías relacionadas con ella, “lo que incluye medición, análisis y diagnóstico con empresas como Danaher o Thermo Fisher”. En servicios y aplicaciones medioambientales, “como la estadounidense Waste Managemente”. Y también en suministro, una partida que incluye tratamiento de agua y servicios sanitarios “como Veolia Environnement, la norteamericana Essential Utilities o la inglesa Severn Trent”, enumera.

Poniendo cifras a la favorita de Lecamp de entre las empresas que menciona, Thermo Fisher, con más de 200.000 millones de dólares de capitalización, cae cerca de un 4% en lo que va de año, pero en los últimos cinco años acumula una revalorización del 147,7%. Si se amplía el horizonte temporal a los últimos 20 años, la ganancia se dispara al 2.827%.

Por su parte, James Hickling, gestor de Fidelity International, califica de “patentes y previsibles” los motores estructurales de la inversión en agua. “La urbanización y el crecimiento demográfico, el envejecimiento de las infraestructuras y el cambio climático sustentan las oportunidades de inversión en este ámbito. Por cada grado que aumenta la temperatura media mundial, la ONU prevé una disminución del 20% de las fuentes sostenibles de agua. Esto ocurre en un momento en el que la demanda de agua dulce sigue aumentando. Su consumo ha aumentado un 600% en los últimos 100 años, y las previsiones apuntan a otro aumento de entre el 20% y el 30% en los próximos 30 años. El gasto en soluciones para la sequía y las inundaciones tendrá que aumentar, junto con una inversión más amplia en infraestructuras hídricas”, prevé.

Hickling especifica que aunque muchos inversores siguen considerando el universo del agua y los residuos como un sector de “servicios públicos”, en realidad esa faceta es solo la punta del iceberg. “Esto representa sólo una pequeña parte del universo de inversión. El resto de la exposición de nuestro fondo se centra en empresas que ofrecen soluciones sostenibles para agua y residuos en sus respectivas cadenas de valor”, afirma. Por el lado de los residuos, se incluyen métodos más sostenibles para eliminarlos, como soluciones de reciclaje, reutilización y reducción de residuos, así como materiales respetuosos con el medio ambiente. En cuanto al agua, se incluyen compañías de productos para el hogar y la industria, equipos de fontanería y tuberías, soluciones para el tratamiento y purificación de aguas peligrosas y empresas de consultoría de infraestructuras.

Hickling tiene entre sus posiciones favoritas de inversión al fabricante japonés de turbinas Ebara Corporation, a la firma de soluciones de tratamiento de agua Evoqua Water y a Veolia Environnement.

Pese a que varias tendencias ya anteriormente mencionadas apuntan a que este sector tiene amplio recorrido por delante, Justin Winter, cogestor del fondo BNP Paribas Aqua, recuerda que también hay riesgos que pueden obstruir el flujo de rendimientos para los inversores. “Ningún sector es totalmente inmune a una recesión económica”, avisa.

Con todo, el nivel de impacto derivado de una ralentización, según el experto, no sería tan grave como en otras actividades. “Debido a que el agua se utiliza en todo tipo de ámbitos, desde a la hora de disponer de agua potable hasta en los procesos de fabricación de semiconductores, a lo que se suma el papel que desempeña en el ámbito del riego agrícola y en la industria de la confección, el deterioro de las condiciones económicas debería tener una repercusión limitada en la demanda de soluciones relacionadas con el agua. Además, la naturaleza largoplacista de los problemas vinculados al agua proporciona a este sector unas ventajas que persistirán durante varios años”, razona.

En el lado de los posibles catalizadores para esperar aún un mejor desempeño, Winter menciona a la tecnología en general y a la digitalización en particular. Ambas desempeñan un papel importante, dado que suelen posibilitar y facilitar la aparición de soluciones relacionadas con el agua.”A título de ejemplo, la agricultura de precisión utiliza la recopilación y el análisis de datos a gran escala para ayudar a los agricultores a optimizar el uso del agua en los cultivos. Ello puede resultar clave, dado que el riego agrícola es responsable de más de dos tercios del uso de agua dulce. Las soluciones relacionadas con la supervisión continua del caudal de agua, que contemplan el uso de dispositivos para recopilar mediciones como la velocidad y la presión en el interior de las tuberías de agua, pueden contribuir a detectar fugas y evitar pérdidas de agua. Los contadores inteligentes también pueden resultar de ayuda a este respecto”, afirma el experto.

Ante la pregunta de qué debe de tener en cuenta un inversor que esté planteándose entrar en el universo del agua en un momento de incertidumbre en el mercado, Lecamp describe que el sector se ajusta bien a alguien que busque una cierta descorrelación. “La naturaleza de la industria del agua, en cuanto a suministro, es de elevada intensidad de capital, si bien conservadora para el inversor, dada la alta visibilidad de flujos de efectivo. En todo caso, incluye muchas empresas no representadas en los índices tradicionales, siendo relativamente independiente de los ciclos de mercado. Su crecimiento sostenido ha sido entre 6% y 8% los últimos 25 años”, concluye.

7,5 billones en 15 años  

Justin Winter, cogestor del fondo BNP Aqua, opina que resulta necesario invertir un volumen de capital considerable en tecnologías de tratamiento del agua y en infraestructuras de distribución. El experto cifra la inversión mundial en los próximos años en 7,5 billones de dólares. “Además, la creciente sensibilización, tanto sobre el cambio climático como sobre el hecho de que el volumen de inversión ha resultado insuficiente durante varios años -especialmente en el ámbito de las infraestructuras hidráulicas-, refuerza la urgencia de acelerar el despliegue de capital. La buena noticia es que, de acuerdo con las previsiones, el gasto mundial en infraestructuras hidráulicas a lo largo de los próximos 15 años ascenderá a 7,5 billones de dólares estadounidenses. En nuestra opinión, ello constituye un catalizador a largo plazo clave para el sector”.

EE UU, mercado clave

James Hickling, gestor de Fidelity, apunta a Estados Unidos como uno de los sitios en los que más dinero se moverá en este mercado. “Existe un déficit de gasto en infraestructuras hídricas en todo el mundo; aunque los gobiernos, los consumidores y las empresas son cada vez más conscientes de ello y están tomando medidas desde el punto de vista de la inversión y la conservación. La Sociedad Americana de Ingenieros Civiles estima que el gasto anual necesario en infraestructuras hídricas se sitúa en torno a 500.000 millones de dólares en EE UU para el periodo 2017-2035”.

¿Qué hay de Europa?

Cédric Lecamp, de Pictet, explica que si bien en Europa el 96% de la población tiene acceso a agua potable segura, esta cifra se reduce a 75% en Latinoamérica y Caribe, 62% en Asia central y meridional y tan solo 30% en el África subsahariana. “Así que en Europa se trata sobre todo de mantenimiento, especialmente porque no se ha invertido los últimos años. La ONU estima que cada dólar invertido en infraestructura de agua y alcantarillado proporciona 6,35 dólares de PIB a largo plazo”, refiere.

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