La banca española contiene la salida de depósitos en marzo pese a la sacudida financiera global

El ritmo de descenso se frena durante el mes, con una caída de 3.400 millones respecto a febrero

Belén Trincado Aznar

El año comenzó con un descenso sin precedentes del volumen de depósitos de los hogares españoles que se ha ralentizado en el mes de marzo, a pesar de coincidir con las turbulencias financieras causadas por el colapso del Silicon Valley Bank y de Credit Suisse y que llegaron a hacer temer por la fortaleza financiera del conjunto de la banca.

Las entidades financieras españolas han resistido a esos temores y la salida de depósitos se ha contenido en marzo frente a los dos meses anteriores, según los datos publicados hoy por el Banco de España. En ese mes, el saldo en depósitos de los hogares se redujo en 3.400 millones de euros, menos de los 5.000 millones de febrero y de los 13.100 millones de euros de enero, el mayor descenso de la serie histórica.

Durante los meses de enero y febrero, las familias españolas ya habían sacado más depósitos de los bancos que durante la crisis bancaria de 2012, el año del rescate bancario y de la intervención de Bankia y en el que se disparó la desconfianza de los pequeños ahorradores hacia sus entidades financieras. Pero en esta ocasión, durante el mes de marzo los problemas bancarios declarados a miles de kilómetros de distancia no han llegado a disparar la retirada de depósitos en España, al margen de que la sacudida financiera sí haya podido causar el traslado del ahorro de unas entidades a otras. Desde las más pequeñas y de operativa online hacia las más grandes y que el ahorrador puede percibir como más sólidas.

La caída de Silicon Valley Bank y de Credit Suisse no ha demostrado ser un riesgo sistémico para el conjunto de la banca, aunque sí haya supuesto un duro zarpazo a las cotizaciones bursátiles de los bancos y puesto de relieve los accidentes financieros que pueden surgir con la fulminante subida de los tipos de interés emprendida el año pasado por los bancos centrales y que aún no ha tocado fin.

En todo caso, la menor retirada de depósitos en marzo continúa la tendencia de descenso iniciada en enero, causada por la búsqueda de una mayor rentabilidad para el ahorro por parte de los clientes y por el impacto del mayor coste de la vida a causa de la inflación. Los bancos siguen sin trasladar las alzas de tipos a los depósitos, que mantienen su remuneración en mínimos. La gran banca no se decide a iniciar una ofensiva comercial por el pasivo, no tiene necesidades de liquidez gracias a las inyecciones recibidas del BCE durante años y está prefiriendo dirigir su política comercial a la captación de fondos de inversión de renta fija, que reportan ingresos por comisiones.

Los depósitos de los hogares habían superado el pasado diciembre por primera vez el billón de euros, con un aumento en el mes de 14.106 millones de euros. Y desde entonces acumulan un descenso en los tres primeros meses del año de 21.500 millones de euros. Las familias están optando por las letras del Tesoro, con rentabilidades superiores al 3% a un año, y por los fondos de renta fija como alternativa a los depósitos. Y además, están encajando el impacto del alza del euríbor, que deja cuotas mensuales de las hipotecas más elevadas, y de la inflación, lo que lleva a recurrir al ahorro acumulado, que creció con especial intensidad durante la pandemia.

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