Adiós jaboncitos: los hoteles quieren ser más sostenibles
La mayoría de los establecimientos eliminan los ‘amenities’ que usaban plástico de un solo uso. Los huéspedes cada vez están más concienciados con el medio ambiente
Todo empezó con un pequeño cartel en el cuarto de baño. En el mismo se informaba a los huéspedes de la cantidad de agua que se empleaba en lavar una toalla, para tratar de concienciarlos y que no las dejaran en el suelo para ser cambiadas cada día. Desde entonces, los hoteles han recorrido un largo camino para ser más sostenibles con el medio ambiente, y gran parte de los clientes van cambiando de mentalidad y tienen más presente cómo afectan sus actos al planeta.
“Los clientes cada vez ponen más valor en las acciones de sostenibilidad que realizan las empresas que les ofrecen bienes y servicios. Hay indicativos que señalan que prefieren realizar una reserva en un hotel respetuoso con el medio ambiente y con la comunidad”, asegura un portavoz de Riu, compañía que se ha puesto como objetivo tener el 100% de sus establecimientos certificados en sostenibilidad. El año pasado, redujo un 53% las emisiones CO2 gracias a su apuesta por las energías renovables, que le ha llevado a instalar placas fotovoltaicas para autoconsumo, y a contratar energía certificada de origen verde en España, México, EEUU, Costa Rica, y República Dominicana.
En su estrategia, la compañía también tiene una iniciativa en Mallorca y Tenerife para convertir parte de sus biorresiduos en compost, que los agricultores locales pueden usar como fertilizante en sus cultivos. El círculo se cierra con el compromiso de la empresa de comprar productos de kilómetro cero para servirlos en sus restaurantes.
Para evitar que la comida acabe en la basura, NH Hotel Group tiene un acuerdo con TooGoodToGo por el que ofrece paquetes a través de dicha plataforma con aquellos productos no consumidos de los buffets de desayuno.
Y si el desayuno buffet, con sus huevos y su bacon en una bandeja con tapa, es uno de los elementos icónicos de los hoteles en general, no lo son menos las amenities. Esos jaboncitos, pequeños peines o gorros de ducha que los huéspedes se solían llevar, pero que ya son cada vez menos habituales en los baños de las habitaciones.
Menos plásticos
Y la explicación principal es la lucha contra el uso de plásticos de un solo uso. Una amplia mayoría de hoteles han optado por colocar dispensadores rellenables de champú, gel y cremas junto al lavabo o en la ducha. “Estos nuevos recipientes de mayor capacidad permitirán eliminar los más de 14 millones de envases individuales que se utilizaban cada año en los hoteles de la cadena. Es decir, se reduce un 40% los desechos de plástico a nivel mundial (45 toneladas), equivalente a 364 toneladas de CO2. Asimismo, la eliminación de 5 millones de pastillas de jabón supondrá dejar de desperdiciar 70 toneladas anuales de producto”, asegura NH Hotel Group. La compañía, además, ha cambiado el resto de sus amenities por otros más respetuosos con el entorno. Así, por ejemplo, el peine o el cepillo de dientes están fabricados con materiales sostenibles (caña de trigo, almidón de maíz y fibras naturales) y su embalaje es de cartón 100% reciclado y reciclable, impreso en tinta de soja y sin barnices.
La reducción de los plásticos de un solo uso al mínimo indispensable es una de las claves para avanzar en sostenibilidad, defienden desde Melíá. Por ello, en su marca Meliá Hotel & Resorts, la principal de la compañía con más de 110 hoteles en 30 países, eliminó en 2019 estos productos de un solo uso y se unió con la marca Rituals para crear dispensadores rellenables. “Los clientes valoran muy positivamente la medida, al ser conscientes de la necesidad de tomar medidas para contribuir a un mundo más sostenible”, asegura la compañía, que hace poco inauguró en Menorca su primer hotel cero emisiones. El Villa Le Blanc ha sido concebido como respetuoso con el medio ambiente, incorporando tecnologías que le permiten disminuir su huella ambiental. Concretamente, “reduce en un 87% las emisiones de CO2 del antiguo hotel, y el remanente de emisiones (apenas el 13% de las que se generaban anteriormente) se compensan mediante proyectos medioambientales. Su diseño bioclimático para aprovechar la luz y la ventilación natural, o la utilización de la inteligencia artificial para la reducción del consumo eléctrico, son parte de las medidas” que se han llevado a cabo durante la reforma.
Protección de los océanos
Que sus hoteles sean neutrales en emisiones de carbono en 2030 es uno de los objetivos que se ha propuesto Iberostar. Es una de las iniciativas de su movimiento Wave of chage (ola del cambio) en la que también se recoge que el grupo quiere ser libre de residuos en 2025, 100% responsable de la cadena de suministros de productos del mar en 2025 y mejorar la salud de los ecosistemas que rodean sus alojamientos. “Nuestro objetivo es cuidar del entorno y las personas alrededor de los hoteles. La sobrepesca es el principal fenómeno global que amenaza el futuro de la producción de pescado y la biodiversidad planetaria, pero son muchos más los problemas que contribuyen a esta situación, como el cambio climático. Por eso, apostamos por un modelo regenerativo, dónde trabajamos con las pesquerías, locales o foráneas, para establecer estándares y certificaciones que garanticen que los productos del mar que suministren sean sostenibles y que las poblaciones de pescado y marisco se mantendrán en el futuro”, comenta Megan Morikawa, directora de la oficina de sostenibilidad de Iberostar, antes de añadir que actualmente el grupo tiene este tipo de proyectos de apoyo en las comunidades pesqueras en España, México, Perú y Brasil,
También trabaja para proteger los océanos Palladium Hotel Group con su proyecto Fish Santuary en Jamaica. “Un espacio protegido formado por arrecifes de coral, praderas marinas y humedales de manglares, que protegen la fuente de alimento, los lugares de anidamiento y la vida marina. El objetivo es concienciar a los pescadores en materia de sostenibilidad y preservación del ecosistema del que dependen”, explica la compañía. En su compromiso con el medio ambiente, ha conseguido que el 100% del consumo energético del grupo en Europa y más del 55% en términos globales provenga de fuentes renovables.
Por su parte, Barceló Hotel Group tiene el 100% de sus hoteles alimentados con energía verde y está trabajando en un proyecto para medir el impacto económico, social y medioambiental que su actividad generar en los destinos en los que opera.
Sostenibilidad desde el origen
Six Senses Ibiza. El hotel abrió sus puertas en 2021 con un equipo dedicado exclusivamente a la sostenibilidad del establecimiento. Durante su diseño se tuvo en cuenta el clima local y las condiciones del lugar para minimizar el consumo de energía, gracias, entre otros elementos, a los pozos de luz y las ventanas correderas. Los materiales de la construcción anterior se reutilizaron y se usó el paisajimo para favorecer la retención del agua.
Huéspedes. “Frecuentan cada vez más las actividades relacionadas con la sostenibilidad. Tenemos un tour por los rincones que se han construido para ser más eficientes, y los clientes tienen preguntas específicas y quieren aprender más sobre ello”, dice Marta Cardoso, directora de sostenibilidad.
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